Han pasado 6 meses desde que Lorenzo murió, desde que Marisela se fue a la Capital y Cecilia se mudo a una casita que compró en el pueblo. Creí que con la partida de Marisela las cosas entre Santos y yo mejorarían pero no fue así. Cada vez él es más distante conmigo, casi no me toca solo lo hace cuando le digo que son mis días fértiles, siento que Santos está conmigo simplemente por estar y no porque quiere, aun así me aferro a la idea de que las cosas entre nosotros cambiaran, que cuando por fin logre quedar embarazada él vuelva a ser mi Santos.
-Acuestenlo en la cama.-le ordenó a los empleados. Hoy como ya es costumbre en él, esta borracho. Duró toda la noche bebiendo hasta reventar el hígado.-Déjenos a solas.-todos se retiran y yo suspiro cansada, no se cuanto más pueda aguantar esta situación.
Después de unos minutos veo como se remueve en la cama.
-Me duele la cabeza.-se queja, yo tomo una pastilla y un vaso con agua.
-Tomatela, te ayudará para pasar el guayabo.-todos dicen que le estoy haciendo lo mismo que le "hice" a Lorenzo. Cuando enrealidad yo mas que nadie quiero que Santos deje de beber.
-Gracias.
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-Me voy para la Capital, hoy tengo la cita con el doctor.
-¿A que hora vuelves?.
-A las 7 de la noche.
-Te iré a buscar.-le doy un corto beso en los labios y salgo de la habitación.
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-Barbara quiero felicitarte. Estas embarazada, tienes 2 semanas de gestación.-Dios mio, esto es maravilloso, siento como mis ojos se llenan de lágrimas de la mas pura felicidad.
-¿No me estas mintiendo Carlos?.-pregunto temerosa a que sea un sueño o una broma.
-Por supuesto que no Barbara, los resultados de los exámenes que te practiqué indican que tienes niveles altos de GCH.-lo veo confundida.-Significa que estas embarazada.-me entrega unos papeles pero la emoción no me deja ni leerlos.
-¡Esto es una bendición!.
-¿Por que Santos no vino contigo.-pregunta y siento que este momento tan dulce se vuelve algo amargo.
-No quise que viniera. -miento, la verdad es que ni yo le pedí que viniera, ni él me dijo que quería venir. Pensándolo bien es mejor que no esté aquí, así puedo darle la noticia de una manera muy especial, estoy segura de que se pondrá muy contento cuando le diga.-Te agradezco por todo Carlos.-nos despedimos de un beso en la mejilla, al salir del consultorio me encuentro a Melquiades, mi hombre más fiel e incondicional.
-¿Cómo le fue mi Doña?.-sin pensarlo simplemente lo abrazo y lloro de la alegría.
-¡Voy a ser mamá!.-me separo de él viéndolo con una gran sonrisa y la cara toda llena de lágrimas.
