Capitulo 13

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SANTOS:

Me siento tan feliz, ese pequeño momento que pasé con ella fue tan hermoso, pero también me siento como el hombre más desdichado del mundo, me he perdido de tantos abrazos, tantos besos de buenos días y de buenas noches, de estar ahí para ella. Para Hillary yo soy el señor ojos de otoño y no su papá, no soy mas que un extraño para mi propia hija.

Usted solía emborracharse repetidamente incluso sabiendo mi aberración por el olor al alcohol.

Me rechazó y me humilló, mientras dormía junto a mi en mi cama usted honorable Santos Luzardo tenía no se que tipo de fantasías con mi hija.

Me harte de mendigar amor y atención.

Mendigar amor y atención.

Me harte.

Creo que fui muy egoísta con Barbara, me encerré en mi propio dolor, en mi tristeza que me olvide que éramos una pareja, un equipo, que debíamos apoyarnos mutuamente. Ella fue tan paciente conmigo, estuvo ahí pendiente de mi, hasta que se fue. Todavía no logro entender porque lo hizo, entiendo porque me dejó a mi como pareja pero, ¿ por que me alejo de mi hija?, ¿por que se fue estando embarazada de mi?.

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Durante estas 2 últimas semanas he estado viniendo al colegio para poder verla, algunos días la trae Barbara solamente y otras veces vienen acompañadas de Kennedy. Verlos juntos me llena de ira, debería ser yo el que acompaña q Barbara a traer a nuestra hija al colegio y no el.

Fui un imbécil, siempre tuve miedo a tener una familia con Barbara porque pensé que ella no seria una buena madre, que le haría daño a nuestros hijos, así como lo hizo con Marisela, pero verla con Hillary, esa devoción que tiene hacia la pequeña llena mi corazón de alegría. Cada vez que mi sol me habla de su mamá lo hace con tanto cariño, siempre llega sonriente y feliz, habla con Gonzalo y conmigo por horas sobre su madre, es como si el pasado no existiera, como si siempre hubieran sido así de unidas. En algunas ocasiones mientras estoy haciendo trabajo de campo con los muchachos, las veo juntas montando a caballo, me deleita verlas unidas, como madre e hija, como siempre quise verlas.

Mientras dormía junto a mi en mi cama usted honorable Santos Luzardo tenía no se que tipo de fantasías con mi hija.

Tal vez yo fui uno de los problemas para que ellas no pudieran estar juntas, Barbara sentía celos de Marisela, en más de una ocasión me lo hizo saber, veía a su hija como un peligro, como una amenaza para nuestra relación.

¿Será que por eso se fue?, ¿por celos?.

A lo mejor pensó que la dejarías para estar con Marisela.

No eso no puede ser, me niego a creer que esa fue la razón por la que Barbara me dejó, tiene que ser algo más.

Todavía tengo tantas dudas, tantas preguntas y se que no obtendré respuesta, por al menos no por ahora, Barbara no quiere ni verme en pintura, mucho menos querrá volver a hablar conmigo. Todo en mi vida es un desastre, un caos, quisiera poder despertar de esta maldita pesadilla, darme cuenta que todo fue un mal sueño, que ella no se fue y yo puede estar ahí para mí hija, para verla nacer, ser el primero en cargarla.

Veo a los niños jugar en el patio de juegos pero no veo a Hillary, empiezo a buscarla con la mirada y nada.

Comienzo a caminar hacia el patio de juegos rápidamente, cuando iba a salir la veo caminando en mi dirección, esta llorando, trata de disimularlo pero puedo notar su carita empapada, la observo de arriba a abajo y veo que su rodilla está llena de sangre.

Doña Barbara: 2 Fieras Una Misma MujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora