Capítulo 2

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BARBARA:
Le pagué a el capitan del bongo y al piloto de la avioneta que nos trajo hasta la Capital para que no abran la boca, no quiero que nadie sepa dónde estoy, no necesito ni quiero seguir cargando con el pasado.

Llegamos a la Capital alrededor de las 4 de la tarde. No quise irme del Arauca sin liquidar a mis empleados y entregarle la hacienda a Marisela, como Santos tanto me lo pidió.
Me duele saber que prácticamente force a mi propia hija a irse por miedo a que su presencia destruyera mi relación con Santos, cuando en realidad el problema nunca fue Marisela, fui yo. Me cegué y no quise ver la realidad, me aferre a una idea de amor que solo fue mía, Santos Luzardo solo me vio como una amante a la cual debía rescatar de su oscuridad y no como el amor de su vida. Me duele haber lastimado a mi hija, haber arruinado mi relación con ella otra vez.
Sentí tan bonito cuando me llamo mamá, cuando me abrazaba o me daba un beso en la mejilla, lo arruine todo por mis celos e inseguridades y ahora es muy tarde para recuperar su amor.
No quiero que cuando esté bebé crezca me juzgue como lo hizo su padre, por la forma tan cruel y déspota que fui con su hermana.

Nos hospedamos en el hotel Hilton Garden o como sea que se llame, el señor del taxi dijo que era el mejor hotel de la ciudad y que tenía una ubicación central que nos permitiría movilizarnos más fácil.

Desde hace varios meses me dejé contagiar por la civilización de Santos y decidí abrir una cuenta bancaria, así ya no tengo la necesidad de romper paredes para tener dinero.

-Voy a salir con Melquiades, quedate aquí descansando vieja.-El indio y yo salimos de la habitación que Eustaquia y yo compartimos, caminamos hasta el ascensor, afortunadamente no hay nadie más con nosotros.

-¿A donde iremos?.

-Conseguí un contacto que ayuda a borrar todo rastro que tengan de ti, si alguien abre una investigación o algo por el estilo no sabrán de ti o de tu paradero a menos que tu lo quieras, así como también verán un expediente perfecto.

-Osea que tanto usted como yo seremos unas santas palomas ante el que nos busque.

-Exactamente. Y si alguien quiere buscarnos, con ese alguien me refiero al sapo, le será muy difícil hacerlo.

-Me imagino que le cobraran un ojo de la cara.

-El precio no importa, siempre y cuando nuestra seguridad esté primero. Luego de ir con el hombre que te digo iremos al hospital.

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-No entiendo lo que me estas pidiendo Barbara.

-Es muy sencillo Carlos, quiero que borres de mi historial clínico que yo estoy embarazada.

-¿Pero por que?.

-Porque es peligroso para mi bebé.-se que darle dinero no es una opción, él no es esa clase de médico. -Tu sabes todo lo que viví la  vez que nos conocimos.

 -Tu sabes todo lo que viví la  vez que nos conocimos

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Doña Barbara: 2 Fieras Una Misma MujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora