08:15:00. A.m.
Las primeras horas del turno despertino habian comenzado algo extrañas.
- A esta altura de mi vida no sé dividir en dos cifras, ¡¿Puedes creerlo?! No sé qué hago aqui.- Balanceaba un lapiz en su nariz, mientras comentaba aquello, Ashido.- No entendi cuando me enseñaron y hasta el dia de hoy use la calculadora.
Bendita calculadora cientifica.
Dejo caer el lapiz, y con su menton sobre el meson le sonrio a su acompañante.
Yume habria llegado ya hace unos cuatro dias. Cuatro dias no eran suficientes para pertenecer a algun grupete, de aquellos que seguian juntos al salir de clases o paraban a charlar fuera de el instituto, pero ojalá llevara mas de medio año, para ella era imposible lograr aquello. Es decir, no era una persona social, no es como si fuera extremadamente timida o disfrutara de la soledad, solo es que no le salia. Eso de iniciar una charla, nah, no era lo suyo. Pero ahora, en estos momentos, en estos tiempos, no interesaba si tenia habilidades sociales o no, pues se habia cruzado una persona rosa y eso debia ser lo mejor que podia pasarle a un inadaptado social. Una amiga rosa que sin hacer el minimo esfuerzo te regale su plena amistad para toda la vida. Esa amistad rosa que te adoptaba y te presentaba a sus demas hijos adoptivos. La que organizaba salidas que pueda llegar a interesarle a todos y se aseguraba que todos esten ahi. Quien magicamente conocia los gustos de todos y pedia el sabor del helado por ti. Y quien era capaz de teñirte con su rosado a largo plazo, con el fin de dominar el mundo y ser todos rosados. No hacia falta aclarar quien era esa amiga rosa. Y al llegar al salon, tomo su pupitre y lo arrastro hacia el fondo, colocandolo al lado de la chica nueva y dejando un espacio vacio donde antes se encontraba; justo en medio de todos los pupitres. Qué le importaba con tal de hacerle compañia a su nueva amiga, porque claro, ella solita habia decidido que ahora eran amigas, ¿Quien necesitas unos tres meses y dejarse caer de espaldas? Es mas, ya hasta la llamaba por su nombre y hasta con cariño. Nada de Nemuru-san, para ella era Yume-chan.
- Ashido-san, ¿Esta bien que hayas cambiado de lugar?- No lo decia porque quisiera que se fuera, solo es que realmente habia dejado un hueco en plena aula.
- Sí, sí.- Invalo la regla del orden ignorando totalmente el vacio existencial que habia dejado ahi.- No hay ningun tipo de problema, Yume-Chan, no pasa nada, no tienes porque preocuparte.
Respondio asintiendo con su cabeza, como decir "Esta bien".
Cada persona de aquella aula era distinta. Cada cabeza es un mundo, y a decir verdad, haber llegado a convivir tan de golpe en un grupo tan grande sí causo algo de ruido en la cabecita, en estos momentos, dorada de Yume, se sentia como perderse de pequeña en una procesion, por lo que la rosada Ashido era como aquel policia que te encontraba y tranquilizaba, luego gritaba tu nombre y el de tus padres, solo que lla no gritaria nada. Ashido tenia un plan. Y Ashido llevaria a cabo aquel plan. Como primer etapa se sentaria al lado de ella, segundo compartiria el almuerzo invitandola a su mesa, y tercero integrarla al grupito de aquella mesa, que estable-estable no era, pero le resultaba funcional a ella. Y Yume aun no estaba enterada, pero le encantaria.
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s l e e p i n g . bnha×Oc.
FanfictionYume Nemuru. En donde incluso el viento sopla heroico. Aquellos ojos tienen una bendición, una generosa bendicion. No solo pueden ser usados para ver el hermoso cielo azul, ella puede mirar sobre su hombro hacia atras, y darle una mano a los c...