Claire se quedo petrificada sujetando la sartén, no acababa de procesar lo que había sucedido, estaba incrédula. Ya sabia que los robos eran algo común en Gotham, pero jamas espero que le pudiese suceder a ella, digo, un hombre desconocido se había colado en su apartamento, e intento acercarse a ella, con cuestionables intenciones.
Aun tenia los músculos apretujados cuando cayo en cuenta de lo que había sucedido. Corrió en búsqueda de su celular para llamar a la policía, sin antes encender las luces para encontrarlo de manera mas eficaz. Estaba marcando el numero, cuando se dio la vuelta, y diviso un casco rojo sobre una de sus cacerolas, un casco rojo no muy difícil de reconocer.
Había leído numerosas noticias sobre aquel justiciero de capucha roja, que había ayudado a salvar numerosas vidas en asaltos, robos y hasta tiroteos. Ahora no sabia si temía mas haber derribado a un ladrón, o a un vigilante.
Apago la pantalla del móvil y se encaminó con miedo, hacia el lugar donde el hombre yacía repartido en el suelo, había caído de frente por lo que tuvo que girarlo y al hacerlo, se percato del enorme signo de murciélago en su pecho, confirmando su teoría. Junto con un gran charco de sangre, que brotaba de la herida de aquel chico.
Se espanto, y retrocedió asqueada de la sangre. Pero algo en ella le rogó que ayudara al vigilante. Quizás era la enorme culpa que cargaba por haberlo noqueado, o quizás también era la intriga por saber que diablos hacia alguien como el, en su apartamento.
Hizo un gran esfuerzo y lo arrastro hasta el sofá, dejando un rastro de sangre que tendría que limpiar luego. Su estado físico no era el mejor, mas bien era deplorable, por eso mientras lo arrastraba sus brazos pedían piedad y tenia que detenerse cada cinco segundos para tomar un descanso.
En cuanto estuvo frente al mueble, Claire se irguió recta llevando una mano a su espalda, no tenia idea de como subirlo arriba de el, ya que el chico medía casi el doble que ella y según sus propios cálculos—Basados en la vista general de los músculos que poseía el hombre y en el hecho de que lo arrastro un par de metros— también pesaba aproximadamente el triple, haciendo que subirlo fuese casi una misión imposible para ella.
El vigilante estaba extremadamente pálido y muy sudoroso, por lo que decidió que ya era hora de actuar, pues no planeaba tener el cadáver de un justiciero en su sala de estar. Dudosa del próximo paso que debía llevar a cabo, primero lo tomó por los pies, dejándolos sobre el mueble, para luego, sujetarlo por los hombros, levantándolo a duras penas, y casi dejándolo caer en varias ocasiones.
Cuando por fin logro dejarlo sobre el sofá, se afirmo del costado del mismo, estaba agotada, sus piernas flaqueaban por el esfuerzo al igual que sus brazos, pero no se iba a dar por vencida.
Arrastro una silla para sentarse al lado del chico, y luego de una rápida búsqueda por google, descubrió como tratar una herida en basándose en una fuente no muy confiable. Rebusco por todo el apartamento un botiquín de emergencias desordenando todo, hasta que finalmente lo encontró en uno de los cajones de su armario. Se dirigió al hombre en el sofá, con la mirada busco la fuente del sangrado, encontrándola de inmediato, pues era la parte mas cubierta con aquel liquido carmesí. Uso unas tijeras para cortar la ropa del chico en aquella parte, y cuando estaba vertiendo solución salina en una gasa la voz ronca del hombre la hizo sobresaltar.
—Usualmente me invitan un trago antes de quitarme la ropa—Hablo. Su rostro no hacia notar ninguna emoción, mas que los claros síntomas que tenia por la perdida de tanta sangre.
Había despertado hace un par de minutos, pero estaba muy agotado como para hacer algún movimiento, se sentía moribundo, y el ya sabia de lo que estaba hablando.
Claire se puso de pie torpemente.
—Lo siento—Murmuro.
—¿Por quitarme la ropa o por haberme dado con la sartén?—Estaba molesto y eso lo hacia notar su tono de voz, pero ¿como no estarlo? Vaya noche de mierda que estaba teniendo.
Primero, la fallida reunión con la mafia, luego lo noquearon con una puta sartén, y ahora, estaba prácticamente sometido ante una chica, que a simple vista, se notaba que no tenia idea de lo que estaba haciendo.
—Humm... ¿por ambas?—Respondió con duda.
Jason dejo caer fuertemente su cabeza sobre un cojín y dio un fuerte suspiro.
—¿Tienes alguna idea de lo que estas haciendo?—El ya sabia la respuesta, pero quería que ella lo dijera. Era algo así como su pequeña venganza.
—Nop— Respondió tímidamente.
Nuevamente, volvió a soltar un suspiro estremecedor—Ayudame a sentarme.
Claire obedeció sin rechistar, y uso toda su fuerza para ayudar al hombre a sentarse, dejándolo recostado en el respaldo del sofá.
Jason soltó un par de gruñidos en el proceso, la herida le dolía como el puto infierno.
—Dame el botiquín—Pidió estirando el brazo.
Claire se lo entrego rápidamente y se hizo a un lado. El parecía saber lo que hacia.
Jason permaneció inexpresivo mientras revisaba el contenido del pequeño maletín, sacando lo que necesitaría para tratar su herida.
—¿Necesitas algo mas?—Pregunto la chica con nerviosismo. La verdad es que estar a solas con un vigilante no la hacia sentir muy segura que digamos, si bien ellos salvan a la gente, no debía olvidar que son peligrosos en cierta forma.
—No—Jason le respondió cortante, solo quería acabar rápido con eso para marcharse de aquel sitio lo mas pronto posible.
Claire se dio la vuelta cuando el hombre introdujo unas largas pinzas dentro de su herida.
Jason apretó la mandíbula, y sus músculos se tensaron, quería gritar, pero se negaba a arruinar su imagen de chico malo frente a la mujer. Entonces extrajo la bala, la causante de todos sus problemas y la arrojo al suelo, mientras termino de vendar la zona herida.
Se puso de pie, pero rápidamente se vio forzado a volver a su asiento, definitivamente, había perdido mas sangre de la que pensaba, eso combinado con el golpe de la sartén lo habían dejado fuera del juego por ahora.
—¿Esta todo bien?—Quiso saber Claire volteándose.
—Para nada—Gruño el chico.
—¿Hay algo en lo que pueda ayudar?—Pregunto acercándose a el.
Claire sintió algo de pena por el hombre, ya que pese a que tenia un antifaz cubriéndole los ojos podía notar su expresión de cansancio.
Jason la volteo a ver—¿Tienes cerveza?
ESTÁS LEYENDO
𝗠𝗜𝗗𝗡𝗜𝗚𝗛𝗧 𝗕𝗟𝗢𝗢𝗗 ; Jason Todd
Fanfic¹𝐌𝐈𝐃𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 | Jason no creía en las casualidades, no lo hacía hasta que una de ellas lo atrapo por completo. Jamas creyó que invadir propiedad privada cambiaría tanto su vida. NO RELACIONADO A LA SERIE TITANES #1 en jasontodd...