📁,𝟬𝟵 ⸻ 𝗟'𝗚𝗥𝗢𝗦 𝗟𝗨𝗫𝗘

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El olor a tocino llego a las fosas nasales de Claire. Abrió los ojos peresozamente y se refregó la cara con las manos. Se sentó en la cáma con lentitud y se preparo mentalmente para afrontar el panorama que se aproximaba.

La noche anterior, Jason había establecido una rara especie de sanatorio de emergencia en su sala de estar, y la última vez que había estado allí, la cosa no pintaba muy bien. Bastante sangre abundaba por todas partes, incluyendo su piso, cocina, y lo más importante, su precioso sofá de terciopelo azul. También el señor Alfred se veía muy tenso mientras curaba a Roy, lo cual la hacía preocuparse por el bienestar del pelirrojo. No quería una acusación por asesinato en su contra.

Decidió que sea lo que hubiera pasado, era hora de afrontarlo, y se puso en marcha hacia la sala de estar.

Puso un pie dentro, esperando encontrar un verdadero desastre. Pero se vio a sí misma sorprendida cuando toda la sangre y suciedad habían desaparecido, junto con las personas de la noche anterior.

Paso la vista por su sala de estar, encontrando a Jason en la cocina, con su delantal de cocina puesto.

—¿Jay?—Lo llamó desde atras.

Jason se giro y sonrío levemente al encontrarse a Claire despierta. Sus grandes ojos verdes junto con su cabello desordenado y su pijama de polar, le daban un aspecto tierno, que generaba una sensación rara en su estómago.

—Buenos días—Saludó.

Claire tuvo que apretar los labios para no dejar escapar una carcajada. Su mandil rosa floreado con vueltos similares a los de un vestido, le daban un aspecto gracioso al fornido hombre, sumándole el hecho de que llevo una mano a su cintura mientras sujetaba una cuchara de madera en la otra lo hacían lucir aún más gracioso.

—Buenos dias—Respondió finalmente, luego de unos segundos extremadamente tortuosos aguantando la risa.

—¿Que te parece?—Preguntó el chico extendiendo los brazos—. Esta bastante limpio ¿No?

Claire sonrió, claro que lo estaba, ya no estaba la sangre ni la tierra. Todo rastro de lo acontecido la noche anterior había sido hábilmente eliminado.

—Esta perfecto—Respondio—. Gracias Jay.

—No tienes que agradecer, después de todo fue mi culpa que se formara todo ese desastre.

—¿Y donde están los demás?—Preguntó recordando a la sobras tres personas de la noche.

—Roy mejoró, pero aun así Alfred decidió llevárselo para tenerlo bajo observación, Tim se fue con ellos y yo me quedé para limpiar el desorden.

Claire asintió y luego volvió a demostrar una risa cordial. Desvío su mirada a la sartén que estaba detrás del chico

—¿Que es lo que estas haciendo?—Preguntó. Sabía por experiencia propia que a Jason no se le daba muy bien la cocina, y que era algo así como su máxima enemiga.

—Bueno, tenía en mente llevarte el desayuno a la cama, pero te adelantaste—Explico rascándose la cabeza—, Para pedir disculpas obviamente.
Agregó rápidamente mientras sus mejillas se adornaban de un fuerte color carmesí.

Claire enrojeció y sintió ternura por el chico. Son duda Jason era excepcional, algo blasfemo y tosco, pero eso no era nada comparado con todo lo bueno que tenía para ofrecer.

—Gracias Jay-Jay—Se acercó a él con los brazos extendidos para darle un abrazo.

—¡Hey, hey, hey!—Retrocedió con las manos elevadas—. ¡Espacio personal!

Claire rodó lo ojos, pero no se dejó llevar por la negatividad de Jason y se siguió acercando, hasta que el chico se topo con el mostrador se la cocina y no tuvo hacia donde huir, siendo envuelto por los delgados brazos de la rubia.

Le tomó un par de segundos pero finalmente movió sus brazos lentamente hasta envolver por completo a la chica, estrechando su menudo cuerpo hacia el, disfrutando silenciosamente ese momento.

—¿Que es ese olor?—Preguntó la chica al sentir un fuerte olor a quemando.

Jason inhalo profundamente, sintiendo el aroma.

—Mierda, el tocino—Soltó a la chica y se apresuro para apagar la sartén. Pero al hacerlo ya era muy tarde. Todo el contenido dentro de ella estaba quemado cual carbón.

—Bueno... Tuviste buenas intenciones ¿Verdad?—Dijo Claire en un intento por subir los ánimos.

Jason suspiro dejando la sartén en el lavaplatos.

—Vístete.

—¿Ah?—Preguntó confundida.

—Te llevare a comer a otro lugar.

ཹ։❀

Claire se cuestionaba si haber elegido un vestido era la opción correcta para ese momento.
Pues había llovido hace poco y el ambiente estaba húmedo aún. Luego miro sus tacones rosados los cuales innegablemente fueron una mala opción, sus pies le dolían como nunca antes.

Junto a Jason, habían recorrido un montón de restaurantes elegantes, pero al parecer todos estaban llenos debido a la hora. Vio al chico acercarse nuevamente a ella con rostro desanimado.

—¿No hubo suerte?—Preguntó a pesar de saber la respuesta.

—Nop, pero no te preocupes, tengo un plan. Solo dame un par de minutos. espera aquí cariño.

—Esta bien—Respondió Claire, pero luego de un par de minutos recapacito lo último que Jason había dicho—. Espera ¿Cómo me llamaste?

Preguntó, pero ya era muy tarde. Jason estaba a varios metros de distancia, así que solamente se quedó parada en medio de la acera, con el rostro tan rojo como un tomate y con una pregunta la cuál no tendría respuesta.

Por su parte Jason no estaba mejor, su corazón latía más rápido de lo normal, muchísimo más rápido de lo normal. Sentía como sus mejillas ardían y una sensación de calor embriagadora le recorría el cuerpo, ¿Por qué había dicho eso último? Se preguntaba a sí mismo ¿Claire lo había oído? Esperaba que no, no quería hacer incómodas las cosas entre ellos. Decidió tranquilizarse, el era un hombre adulto, que había sobrevivido peores cosas que palabras azucaradas dichas al azar.

Llamó a Grayson y decidió cobrar el favor que le había pedido días atrás. Hoy Claire Russvelt iría al L' gros luxe y comería hasta hartarse.

Luego de la llamada y de que Dick asegurará que los estarían esperando con los brazos abiertos, tomó valor para reunirse con Claire nuevamente. Después de todo, el siempre coqueteaba con chicas diciéndoles cosas de ese estilo, Claire no sería la diferencia.

Llego hasta ella, pero nada fue como lo esperaba, sus nervios aumentaron y su rostro comenzó a arder nuevamente.

—Ya tengo un lugar al que podemos ir—Hablo intentando que su voz no flaqueara.

—¿Donde?—Preguntó la chica con intriga, ya habían recorrido todos los restaurantes de la ciudad y tardaron tanto en eso que ya era casi la hora de almuerzo.

—Iremos al L' gros luxe.

Los ojos azules de Claire se abrieron en una expresión que a Jason le resultó muy tierna.

—¿De verdad?—Preguntó sin creerlo.

—Por supuesto —Respondió hipnotizado en las suaves facciones que adornaban el rostro de su chica.

Una sonrisa se extendió por la cara de Claire.

—¿Vamos?—Jason extendió el brazo hacia la chica. Quien lo aceptó gustosa.

El contacto hizo que una corriente eléctrica recorriera el cuerpo de Jason, haciendo latir su corazón de una forma que nunca antes había experimentado y provocándole una sensación parecida a las nauseas en el estómago y por un segundo se preguntó, si esas eran las dichosas mariposas de las cuales Grayson hablaba de forma tan molesta.

𝗠𝗜𝗗𝗡𝗜𝗚𝗛𝗧 𝗕𝗟𝗢𝗢𝗗 ; Jason ToddDonde viven las historias. Descúbrelo ahora