Jason se detuvo frente al club, era una noche helada después de la reciente lluvia. Se refregó las manos entre si, antes de maldecirse internamente a sí mismo, por haber caído tan bajo al haber aceptado la misión de sus hermanos. Arreglo el comunicador puesto en su oreja y se dispuso a entrar en aquel lugar.
A penas había cruzado la puerta, cuando un fuerte olor a narcóticos llego a sus fosas nasales. Hechó un breve vistazo a su alrededor, buscando el origen de aquel, notando que había personas drogadas por todas partes, cada una de ellas perdida en su propio universo. Llevó una de sus manos a su nariz, bloqueando el acceso del desagradable aroma. Sabia por experiencia propia, lo fácil que era caer en los efectos de alguna droga.
Buscó a su objetivo en la multitud, encontrándolo fácilmente. Estaba en el apartado VIP del club, la cual se podía distinguir de manera clara, al estar elevado del resto de la zona, era algo así como una especie de balcón enorme, a el cual unicamente se podía ascender por una larga escalera, custodiada por dos guardias con aspecto de gorilas.
Se acerco a ellos imitando la misma actitud petulante de todos los ricachones que frecuentan el lugar, y mostró la tarjeta golden del club, siendo recibida por uno de los guardias. El cual le dio un breve vistazo antes de dejarlo pasar.
Llego arriba y tomo en sus manos una copa que le ofrecía una de las meseras, sin embargo no le dio ningún trago, lamentablemente necesitaba estar sobrio para esta misión.
Divisó a lo lejos a Kain Dupain sentado en un sofá de terciopelo, junto a su grupo de mafiosos. No fue muy difícil hallarlos, debido a que eran el grupo más escandaloso del lugar. La mayoría se encontraban ebrios, eso se notaba a leguas, los pocos que no lo estaban, se veían muy ocupados coqueteando con las meseras.
Camino hasta a ellos y carraspeo la garganta haciendo notar su presencia.
—¡Miren quien esta aquí!—Dupain se levantó de su sitió extendiendo los brazos hacia los Jason.
El chico saco la sonrisa más falsa que pudo y extendió los brazos de igual forma, recibiendo un efusivo y desagradable abrazo por parte de Kain. El tipo, apestaba a alcohol y a prostituta barata, de tal grado, en el que Jason tuvo que ejercer un gran esfuerzo para disimular su desagrado ante la pestilencia.
—El gran Jason Todd—Dijo cuando se ssparararon, brindando unas palmaditas a su espalda.—¿Que haces por aquí, amigo?
Jason sonrió para si mismo. En cierta forma era gracioso. Ese hombre le guardaba un inmensurable odio a Red Hood. Pero cuando se trataba de Jason Todd las cosas resultaban ser diferentes, se podría decir que hasta los unía un lazo familiar.
—Me enteré de un par de cosas, hermano. Quisiera saber si son ciertas.
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Resultó ser que Kain era una preciosa fuente de información. Desde que llegó, le había explicado con lujo de detalle toda la operación relacionada a la nueva anfetamina, desde su creación hasta su distribución.
Y ahora mismo, también le estaba dando un recorrido por el laboratorio, ensimismado en su propio mundo, mientras hablaba sin parar sobre el dinero que ganaría distribuyendo el nuevo producto.
Aprovechando la distracción, Jason se acerco a una de las mesas deslizando su mano por debajo, dejando un micrófono plantado.
—¿Que opinas Jason?—Preguntó Dupain llamando la atención del chico.
—¿De que?—Ciertamente, se había perdido un poco en medio de los delirios de Kain.
Dupain soltó una risita ante la distracción de Jason, tomándolo como una broma—¿Te unes al negocio?.
Era una oferta verdaderamente tentadora, definitivamente ganaría mucho dinero si participaba. Pero no debía olvidar de que lado estaba esta vez, esa droga no era una clásica anfetamina. Era peligrosa, capaz de matar. Además, para su pesar, ya se había comprometido con su familia a cooperar en este caso.
—Tengo que pensarlo. Últimamente estoy cargado de trabajo—Respondió fingiendo estar afligido.
—Entiendo. No te preocupes —Kain puso una mano en su hombro—. Pero si cambias de opinión, ya tienes mi número.
Asintió, y luego subieron de regreso al club. Donde Kain pidió una ronda de tragos para todos.
Jason estaba dispuesto a beber, la misión había terminado, por lo menos para el, y no tenía nada mejor que hacer por la noche.
Iba dar el primer sorbo cuando su celular vibro, no le dio importancia hasta que lo hizo nuevamente. Dejó la copa sobre la mesa y de manera perezosa sacó el celular de su bolsillo, sintiendo como la diversión se arrancaba de sus manos tal granos de arena.
Habían tres mensajes en su bandeja de entrada, los cuales pertenecían en su totalidad a Claire, sus emociones dieron un vuelco repentino, sintiendo una emoción latente crecer desde su interior. Los apretó para abrirlos, sin querer esperan ni un segundo más para averiguar su contenido.
Ella estaba invitándolo a una noche de películas en su casa, decía que iba a preparar palomitas de caramelo y que lo esperaría en la sala. No lo pensó mucho antes de responder que esta en camino.
—¿Una chica eh?— La voz de Kain resonó a su lado, sobresaltando a Jason. No se había dado cuenta de que estaba siendo observado —. Ya te hacia falta.
Jason sonrió de manera genuina, por primera vez en toda la noche—Es una amiga.
—Tu no dejarías una noche de bar por una "amiga"—Respondió el contrario.
—Es una amiga un tanto especial—Contradijo mientras se ponía de pie para largarse. Era verdad que Claire le atraía bastante, pero no quería arruinar lo poco que tenían. El no sabia como mantener una relación, y no estaba dispuesto a arriesgarse con ella.
Kain asintió lentamente con la cabeza, manteniendo la comisura de sus labios levemente curvada hacia arriba formando una especie de sonrisa.
—Nos vemos, hermano—Se despidió Jason chocando las palmas con el contrario.
—Espero verte pronto— Oyó a Kain despedirse mientras se alejaba por el pasillo hacia las escaleras.
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𝗠𝗜𝗗𝗡𝗜𝗚𝗛𝗧 𝗕𝗟𝗢𝗢𝗗 ; Jason Todd
أدب الهواة¹𝐌𝐈𝐃𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 | Jason no creía en las casualidades, no lo hacía hasta que una de ellas lo atrapo por completo. Jamas creyó que invadir propiedad privada cambiaría tanto su vida. NO RELACIONADO A LA SERIE TITANES #1 en jasontodd...