1.LA FIESTA

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- Natalia... Despiertate ya...- Me dijo mi madre, despertándome.

- Déjame dormir un rato más.- Dije con voz cansada.

- Es la una de la tarde, se te ha enfriado el desayuno, baja ya.- Después de decir eso, salió de mi habitación cerrando la puerta.

Me levanté de la cama y me miré al espejo, mi largo pelo marrón estaba recogido en un moño, mis ojos, marrones también, estaban cansados y aunque mi madre me había dicho que bajará a desayunar, me dí una ducha.

Después de ducharme me puse unos shorts y un top, no me apetecía desayunar, pero aún así, bajé abajo. Saludé a mi hermana pequeña, Liv, la cuál era rubia, al igual que mi madre. En ese momento me llegó un mensaje de Max, mi mejor amiga, decía:

"Me he enterado que mañana hay una fiesta en una casa de un chico a las afueras del pueblo, habrá bebidas y mucha gente. Encima, la casa es muy grande, acompáñame porfavor"

Aunque no estuviera muy segura la dije que sí y que viniese a mi casa antes de que empezase la fiesta para vestirnos e ir juntas.

Al día siguiente, también era el cumpleaños de mi padre, así que mi hermana, mi madre y yo, íbamos a ir al centro comercial esa tarde para comprarle algo. A las seis, me arreglé un poco más y me monté con ellas al coche.

Al llegar aparcamos en un parking que estaba en el lado frontal del centro comercial.

Estuvimos mirando tiendas durante mucho tiempo.

Le compré una sudadera, porque yo siempre me ponía las suyas y así tendría una nueva. Ellas le compraron una colonia bastante cara. Cómo todavía eran las siete y media y ya habíamos hecho las compras, nos metimos al cine.

Vimos una película de romance que no me gustó mucho.

Volvimos a casa a las diez y como de costumbre esperamos hasta las doce para darle sus regalos junto con un pastel que mi madre le había preparado esa mañana. Me dormí acordándome de que al día siguiente tenía una fiesta y en cómo iba a ir vestida.

Me desperté a las diez de la mañana, más pronto de lo habitual y bajé abajo para preparar mi desayuno. En la cocina estaba mi padre.

- Felicidades otra vez.- Le dije con tono de cansancio.

- Gracias mi niña, que raro que te hayas despertado tan temprano.- Me dijo con una amplia sonrisa.

Mi padre me preparó un café, me gustaba con mucha leche. Un rato después mi madre y mi hermana entraron a la cocina y saludaron a mi padre.

- Natalia, que raro que estés despierta.- Me dijo mi madre mientras mi hermana me daba un abrazo.

Fuimos a comer a un restaurante, comimos muy bien y estuve hablando con Max sobre cómo ir vestidas a la fiesta.

Horas después, a las ocho, llegó Max a mi casa y elegimos mi outfit. Ella llevaba una falda negra corta y un top blanco. La falda le quedaba muy bien, resaltaba con su pelo negro. Ella no se maquilló mucho, solo se echó un poco de rimel. Max tenía los ojos marrones.

Yo me puse unos vaqueros rotos y un top negro, la verdad esos pantalones eran bastante abrigados para ponerselos a finales de agosto porque eran largos, pero me quedaban bastante bien.

Llegamos en autobús a la casa, como me había dicho Max era muy amplia, moderna y con un jardín bastante grande. Había mucha gente, algunos borrachos, lo que me extrañaba porque eran solo las nueve y media. Había música muy alta y un grupo de gente saltando y bailando.

- ¡Max, Natalia! No sabía que ya habíais llegado. - Dijo Austin, el novio de Max. La verdad era un chico atractivo, no era muy alto pero tenía el pelo marrón y unos ojos azules muy bonitos. Él besó a Max y se fueron hacia la barra en la que había bebidas, yo al quedarme sola, decidí unirme al grupo de gente que estaba bailando.

El DJ ponía canciones que conocía, lo que me animaba. Ya era la tercera canción que bailaba cuando un chico alto, de pelo corto rubio y ojos oscuros, se acercó a mí.

- Hola, soy Tyler.- Dijo con una sonrisa en la cara.

- Soy Natalia, ¿Hola?.- Le dije devolviéndole la sonrisa.

Estuvimos hablando mientras bailamos durante un rato y la verdad que me cayó muy bien. Le conté bastante de mi vida y el por qué estaba sola en la fiesta. Nos fuimos hacia la barra donde había mucha gente bebiendo.

Unos minutos después vino un chico alto, su pelo era corto y muy oscuro, con un cuerpo musculado y una mirada de ojos verdes tan profunda como un océano. Nos preguntó qué queríamos beber, la verdad tardé unos segundos en responderle porque me quedé embobada mirando lo atractivo que era, pero finalmente me pedí un vodka al igual que Tyler.

- ¿Quién es ese?- Pregunté a Tyler.

- No sé como se llama, pero va a entrar nuevo para hacer el último año en él instituto y ha hecho esta fiesta para conocer a la gente antes de que empiece el curso.- No me extrañó que lo supiera, Tyler era una persona con muchos amigos o al menos eso me había contado hace un rato mientras bailabamos. A veces le había visto por el pasillo o por e, instituto pero nunca había hablado con él.

Unos segundos después, el mismo chico, nos trajo nuestras bebidas y se quedó mirándome durante unos segundos. Tyler y yo volvimos a la pista de baile.

Mientras bailaba, me giré varias veces hacia la barra para mirar al chico tan atractivo que acababa de conocer, pero dejé de mirarle cuando ví que Austin se acerca a mí con cara de preocupación.

- Natalia, no encuentro a Max, porfavor ayúdame a buscarla. - Me dijo él con prisa.

Después de estar buscando durante quince minutos entre adolescentes borrachos, la encontré bailando al lado de un chico, fuí hacia ella y la agarré. Llamé a Austin por teléfono para decirle dónde estábamos.

- Me siento como una mariposa, puedo volar. - Dijo entre carcajadas y aunque esa frase me habría parecido muy graciosa en otras circunstancias, en esa ocasión ella estaba demasiado borracha.

Max siguió hablando sin parar y la verdad, hacía un rato que la había dejado de escuchar porque estaba hablando sobre estrellas, planetas y constelaciones, ni ella misma se entendía. Al cabo de unos segundos, apareció Austin, me dijo que iba a llevar a casa a Max y me preguntó que si me llevaba a mí también. Yo asentí.

Antes de irnos de la fiesta eché un vistazo hacia la barra y mi mirada se juntó con esa mirada verde tan intensa. Pasaron unos segundos, estaba sorprendida de que él no apartase la mirada. Sus ojos eran verdaderamente preciosos.

- ¡Natalia, vamos! - gritó Max mientras se reía.

Me metí en el coche, Austin nos dejó a las dos en mi casa y Max se quedó a dormir para que sus padres no la vieran borracha.

Antes de dormirme llegó un mensaje al móvil de Max, pensando que serían sus padres lo ví, era un chico, ponía:

"Me ha gustado lo de esta noche, cuando quieras repetimos"

Vale, eso sí me sorprendió y para que nadie lo viese, borré el mensaje.

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Hola chicas/os, me gustaría que si veis alguna falta de ortografía o algún error me lo comentaseis porfavor. También me haría mucha ilusión que siguieseis leyendo y que votaseis. No os interrumpo más, adiós por ahora.

A su ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora