4."LA CITA"

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Me desperté, bajé a la cocina y me preparé el desayuno. Un rato después me vestí e hice la mochila. Me peine y me maquillé. Salí a la puerta ha esperar a Max, nosotras siembre íbamos andando al instituto, porque vivíamos cerca de él.

Max vino con una coleta alta en la que tenía unos pocos rizos. Estuvimos hablando todo el camino. Al llegar ví a la señora Williams, la directora, en la puerta. Al pasar nos saludó.

A las nueve empezaban las clases y eran las ocho y cincuenta y cinco, por eso fuimos a dejar algunos libros en las taquillas. La primera clase que teníamos era literatura, una de las más aburridas porque el profesor era un aburrido.

Al entrar a clase ví las personas que serían mis "compañeros" durante el curso. Me caían bien la mayoría. Me senté uno de los sitios de la parte de atrás.

Ana me saludó con la mano al entrar. El profesor empezó a hablar.

- Soy el señor Jones.- Dice con una sonrisa.- Para los que no me conozcaís.- Dice con tono poco borde.

Cuando ya había pasado media hora de clase cuando sonó la puerta, me giré y era Daniel.

- Daniel, te crees que llegar a estas hora el primer día del curso es buena idea.- Dice el profesor. Él no respondió.

- Nos vemos después de clase en el despacho de la directora.- Daniel pone
los ojos en blanco.

Cuando el profesor dejó de mirarle y siguió con la clase. Arranqué un trocito de papel de una hoja de cuaderno y escribí:

"Llegar tarde el primer día en tu nuevo colegio, ya te vale"

Se la mandé, ví cómo cogío un boli y escribió algo. Un minuto después me lanzó el papel.

- ¡ Natalia, de tí no me lo esperaba!- Casi gritó mi profesor.- Ya que te gusta tanto hablar con Daniel no te molestará acompáñale al despacho después de clase.

No me puedo creer que me hubiesen castigado el primer día de clase, seguro que se lo dirían a mis padres.

Cuando acabó la hora, Daniel y yo fuimos al despacho, él estaba diferente, estaba preocupado y dudaba que fuera por el castigo.

- ¿Qué te pasa?- Pregunté yo.

- Nada.- Dijo el con desgana.

Yo no seguí preguntando ya que tal vez era algo privado.

La directora decidió no castigarnos, a mí por mis buenas notas de otros años y a él por ser nuevo.

Las siguientes horas fueron más aburridas de lo que esperaba. Por la tarde, merendé, hice ejercicio., me duché y me dormí.

Al día siguiente Daniel no vino a clase. Esa tarde había quedado con Max para hacer unos apuntes y probablemente hablaría con ella sobre lo del mensaje.

Sonó el timbre y bajé abajo para abrirla. Subimos a mi habitación.

- Max, te tengo que decir una cosa.- Dije.

- ¿Qué pasa?- Dice en tono de preocupación.

- ¿Te acuerdas del día que te quedaste a dormir en mi casa después de la fiesta?- La pregunté.

- De algunas cosas, te recuerdo que ese día iba muy borracha.¿Qué pasó?- Preguntó preocupada.

- Verás, cuando me iba a dormir, te llego un mensaje y yo lo leí pensando que serían tus padres preguntando dónde estabas.- Me quedé un segundo en silencio.- Era un número desconocido, un chico.- Me miró con cara de confusión.- Decía que le había gustado lo que habíais hecho que cuando querías repetir.- Al escuchar eso le cayó una lágrima.

A su ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora