Oh Julie, si supieras lo deliciosa que eres.
Eres como la dulce miel, de la cual no quiero deshacer de mis manos, tus labios son tan brillosos que me atraen como insecto, tus ojos me llaman a verte siempre y solo poder comerte a besos.
no sabes cuan...
Nuevo día y con un copete perfecto para lucir, así era Wally Darling, listo para ser el centro de atención del publico.
Pero hoy debía enfocar toda su atención en su queridísima Julie, hoy al fin podría ver todas sus acciones, su risa tan característica, sus bellos e inocentes ojos, su cabello... oh su precioso, tan suave, tan moldeable, tan alegre como ella lo es siempre.
¿Desde cuando la miró de otra manera? no tenía idea, simplemente se percato un día cualquiera que quería estar siempre a su lado, lanzarle besos, que lo cargue, que le sonría, que le cante, le cuente un cuento, que le de esos besos tan deliciosos como solo ella lo hacía. Ya era algo que no podía dejar pasar.
—Buenos días Home —Wally acarició las paredes de su casa mientras caminaba hasta el recibidor, mientras este daba crujidos leves a la lejanía —hoy es un hermoso día.
Leves golpes intentaban llamar su atención, eran ruidos desesperantes, como de alguien atrapado, pero era opacado por el latido constante de Home, el cual como siempre que le daba un beso Wally lo apretaba en el marco de las puertas como si fuera un abrazo.
—me voy Home, te amo.
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Julie se sentía con la espalda adolorida, al parecer nuevamente había dormido incomoda sin que se percatara. Pero no podía pensar en ello, debía concentrar toda su hiperactividad y estar lista para su salida con Wally.
Con solo pensar en el día sabía que tenía que saber muy bien que cosas hacer con él, jugar con Wally era un poco aburrido al ganarle siempre en todo, pero por hoy haría la excepción para llamar la atención de Wally junto a la principal misión. Conseguir la manzana más grande y jugosa entre todas las manzanas para dársela a Wally.
Era un gusto muy destacado de Wally, si todo fuera de manzana de seguro Wally nunca dejaría ese mundo de maravillas. Era chistoso e interesante saber lo que haría Wally.
El llamado de la puerta la trajo nuevamente a su realidad y entre esquivar algunos juguetes y uno que otro mueble se acercó a la puerta y abrirla emocionada, teniendo la encantadora vista de Wally Darling.
—¡Wally! —Julie salió de su casa y lo abrazó levantándolo unos centímetros del suelo ¿podía durar unos segundos más así? no deseaba que lo soltara —hola Julie.
—creí que jamás vendrías. —Julie lo soltó mientras lo escuchaba reír —yo cumplo mis promesas Julie.
Ambos fueron al bosque con sus respectivas canastas, Julie tarareaba mientras Wally simplemente la observaba, disfrutaba verla tan alegre con su cabello libre y su vestido rojo que llevaba diseño de manzanas al final del vestido, era obvio que se había preparado para la ocasión, para él y eso solo hacía que su sonrisa se mantuviera en su rostro.
Julie trepaba cada árbol de manzano que podía, buscando siempre manzanas bonitas y rojas, tantas como podía agarrar mientras Wally esperaba abajo disfrutando verla jugar. Entre más subía mas selectiva era y ahí lo vio en la punta del árbol, una jugosa, hermosa y perfecta manzana de la cual fue enseguida a buscarla.
