Capitulo 16

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Julie abrió los ojos con pereza, como espectador veía el vecindario una vez con esos colores apagados ¿Qué pasó? ¿Por qué todo estaba tan abandonado? eran todos felices en sus labores, pero no podía comprenderlo, los humanos los amaban ¿no? entonces ¿Por qué los abandonaron? Era injusto, ellos estaban bien antes de que ellos llegaran a sus vidas, pero ahí estaba en el vecindario, sola, sin la compañía de nadie, ni si quiera sus hermanos.

¿Qué hicieron mal? ¿Qué habían hecho para que todo el mundo desapareciera? ¿acaso se fueron y la dejaron sola? ¿porque? ¿era acaso demasiado molesta? No lo comprendía, ni si quiera al dar pasos lentos y pesados gritando los nombres de sus vecinos y ninguno respondía, en cuanto vio a Home sus pasos se aceleraron y tocó la puerta.

—¡Home! ¡Home! abre la puerta por favor.

No hubo respuestas y eso solo la desesperó más, temblorosa y con el miedo invadiendo su columna abrió con esfuerzo la puerta, todo se veía como si se hubiera detenido el tiempo en el interior de Home, por lo que ingresó teniendo dejando la puerta abierta.

—¿Wally?

se acarició las manos con la ansiedad asomando en toda su piel, caminó lento hacia el pasillo llamando una y otra vez a su vecino. Pudo escuchar un llanto e ingresó a la puerta de donde lo escuchó, ahí en el suelo lo encontró con su cabello desordenado y su ropa desarreglada mientras respiraba con fuerza, en cuanto la vio Julie quedó en shock, nunca había visto un rostro tan diferente en Wally que no pudo saber como reaccionar.

—Julie —Wally se levantó del suelo y la contempló, deseando que no fuera una ilusión —Wally.

Ambos corrieron y se abrazaron con fuerza, Julie no lo soportó más y empezó a llorar, sin comprender nada, él simplemente la abrazó como se lo había enseñado, extrañaba sus abrazos tan cálidos, tan hogareños... Simplemente necesitaba esto más que nada en su vida.

—tranquila Julie, tranquila —Julie no paraba de temblar, simplemente no podía detenerse —creí que estaba sola, Home no responde, no están los vecinos y tampoco encontré a mis hermanos Wally... 

Acarició su espalda mientras apegaba su mejilla en los cuernos coloridos de ella.

—todo estará bien Julie —Julie se acurrucó en sus brazos mientras dejaba que le diera dulces cariños en la espalda y en su melena —tengo miedo Wally.

Wally se balanceaba e adelante hacía atrás dándoles besos para calmarla junto a las caricias el la espalda a la vez que la abrazaba con fuerza para que sea imposible.

—No te preocupes cariño, todo esto es por nuestro bien... Todo esto será una pesadilla y seremos libres de nuestros caprichos.

Ella desesperada intentaba separarse al ver por la ventana vio la oscuridad consumía el exterior, lo único que logró hacer fue cerrar los ojos temblorosa y esperar lo que sucediera mientras le rogaba que lo soltara. Una punzada de dolor hizo doblar su espalda, gritando mientras lo golpeaba en sus hombros y su pecho.

—¡SUELTAME! ¡¡SUELTAME!! —Wally le sonreía con un brillo de malicia mientras presionaba el trozo de madera en la espalda de Julie. Ver esa reacción tan... Humana, sin ese positivismos, necesitaba mucho más, era el comienzo de algo importante y eso lo haría con su numen. Le dio un tierno beso en su mentón, mientras seguía escuchando sus gritos y delirios —te amo Julie.

Sus respiración era cada vez más baja, no iba a morir, después de todo eran muñecos que fueron la entretención por un tiempo para los humanos, pero el dolor era insoportable, esto lo odiaba, no le gustaba a Julie ese sentimiento e inconscientemente su mente se nubló en la oscuridad para hacerla cerrar los ojos lentamente y poder vivir en sus sueños su mundo de fantasía, con todos sus vecinos y no con la pesadilla de abandono y de terror que sentía en esos momentos. Dando así el comienzo de los que serían sus sueños más placenteros.

Muñequita de Miel (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora