"lo siento, soy un anti romántico
ya no creo en nada románticotengo miedo de que se queme todo mi corazón y se queden solo cenizas"
anti-romantic — txt
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Becky logró lo que quiso, y ahora no podía quejarse. De ser así, se convertiría en la ridiculez hecha persona y por su maldito orgullo, no se creía capaz de acercar a Freen y remediar el problema o siquiera darle consuelo.
Es más, la que lo estaba recibiendo era ella junto a Jaidee. La única chica que sabía detalladamente sobre ese conflicto inmaduro que tuvo.
— ¿Qué te dije yo?
— Que la perdería.
— ¿Y qué pasó?
— La perdí.
— Me encanta decirte; "te lo dije".
Becky dejó un manotazo desanimadamente en el hombro de Jaidee. La otra no rió y lo único que se limitó a hacer fue suspirar.
— Sabías que pasaría, Freen no estaría para ti toda una vida. Menos si le pedías cambiar.
— ¡No me gusta que sea cursi, maldita sea! — volvió a repetir. — Porque ella es... es tan linda conmigo. Tiene una paciencia para estar conmigo, no le importaba que tan mierda podía ser con ella, seguía insistiendo en enamorarme y eso es lo que odio porque... porque aunque me gustaría estar con ella, yo no soy lo que Freen merece. Por eso me esforzaba tanto a que dejara de ser linda y cursi, para que me dejase y pudiese encontrar a alguien mejor. No es que de verdad quisiera romperle el corazón, simplemente...
Becky resopló frustrada de sí misma, pero también dolida sabiendo que dañó profundamente a la mejor persona que alguna vez pudo tener a su alcance.
— Simplemente ella no merece estar con alguien como yo que la ha dejado en el suelo todo el tiempo. Merece... — la rubia no se dio cuenta cuando su voz se rompía lentamente, como sus sentimientos verdaderos salían a flote y era jodidamente tarde para arrepentirse.
— Sabemos que merece algo mejor que tú, pero tampoco te decaigas. — Jaidee palmeó su hombro. — ¿Qué no sentías nada por ella? Lo superarás tan fácil como fue quitarle la poca autoestima que tenía, ya que eres experta en ello.
— Deja de decirlo así. — Becky sabía que era verdad, no quería seguir escuchándolo porque le destrozaba aún más el interior.
— Es verdad, Becky.
— Pero no quiero oírlo. — cabizbaja comenzó a jugar con su dedo sobre la mesa buscando distracción, pero aquel infernal nudo en la garganta impedía aquel hecho.
La sola imagen de Freen le daba como una patada en la cabeza, esperando ser la primera y última persona en haberla hecho sufrir tanto y menospreciar su inocente cariño como cualquier otra cosa.
— M-Me arrepiento... — repentinamente Jaidee escuchó un sollozo ahogado provenir de su lado.
Giró preocupada a Becky y notó a la misma escondiendo su rostro entre sus brazos, así todas sus lágrimas notoriamente presentes humedecían las mangas de su sudadera.
— Hey, vamos... — Jaidee sus brazos en sus hombros. — Es una pena adolescente, pasará algún día, lograrás apreciarte más a ti misma y encontrar a alguien que te quiera mucho. Créeme que si, una persona no es infeliz toda la vida.