Capítulo 5.

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~KAREN~

—Por fin alguien que aprecia lo que hago por aquí —refunfuña Felix y sigue guardando los platos del lavavajillas.

Aprovecho para echar un vistazo. La cocina es bastante grande, una mesa de comedor junto a la ventana del lado izquierdo. Sin embargo, la casa en sí no es tan grande. A lo que he visto solo son 2 dormitorios en la planta superior y un enorme salón y cocina en la planta baja. Es un lugar agradable con muebles nuevos y modernos, y parece habitado. Una cosa que encuentro extraña es que no hay fotos de ningún tipo. En ningún sitio.

—¿Vives aquí? —pregunto.

—En el apartamento sobre el garaje.

—Bien. —Miro por encima del hombro hacia la puerta principal, calculando la distancia. Felix parece estar bastante en forma, pero es mayor. Dudo que sea capaz de detenerme si le sorprendo desprevenido. Si la puerta no está cerrada con llave, debería poder escurrirme.

—No —dice Felix, y mi cabeza vuelve a dirigirse a él.

—¿Qué?

—Mimi te atrapará antes que llegues a la puerta. —Señala con la cabeza hacia el salón, donde el perro duerme en el suelo junto al sofá.

Finjo inocencia.

—No pensaba hacer nada.

—Sí, claro como no. —Aparta el plato, se gira hacia mí y se apoya en la encimera— . ¿Por qué no le dices a Yoongi lo que necesita saber, y así te deje ir?

—Tengo mis razones. —Vuelvo a comer—. ¿Cómo está su amigo? El que recibió el disparo.

—Se pondrá bien —dice Felix y cruza los brazos delante del pecho—. ¿Cómo sabes lo de Jungkook?

—Yoongi me dijo anoche. Alguien lo llamó para decirle que no estaba bien. En ese momento Yoongi se alteró.

—¿Alterado?

—Sí. Como si estuviera desconectado. Fue extraño. —Me encojo de hombros y alcanzo la ensalada. Felix se acerca, agara mi silla y la gira hacia él.

—Se desconectó... ¿cómo? —Se inclina sobre mí y lo miro fijamente. Ha desaparecido el viejo gruñón pero divertido de hace unos segundos, y en su lugar hay un hombre muy serio y visiblemente alarmado.

—No sé. Se ha quedado muy quieto. Sus ojos parecían extraños, como si me estuviera mirando sin verme realmente —digo—. Su mano empezó a temblar

Felix cierra los ojos y maldice.

—¿Y entonces?

—Me acerqué a él, pero daba la impresión que no me percibía, así que lo pinché, y eso llamó su atención.

Los ojos de Felix se abren de golpe.

—Tú... ¿lo pinchaste?

—Sí. Con mi dedo. Así. —Le toco ligeramente el hombro—. Pareció ayudar. Se espabiló al cabo de unos minutos, me llamó pequeña puta y después solo se fue.

—¿Y eso es todo?

—Sí, más o menos. ¿Por qué?

Felix no dice nada, solo me observa durante unos segundos. Luego, saca la silla que está a su lado, se sienta y se inclina hacia mí. Sigue sin hablar. ¿He hecho algo que no debía?

—¿Le pasa algo a Yoongi? —pregunto.

—Sí —dice finalmente—. A veces procesa las cosas de forma diferente. Y sus puntos de vista sobre lo que debería ser una respuesta lógica a una determinada situación difieren de los tuyos o de los míos.

Verdades ocultas. (3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora