~KAREN~
—¿Qué hora es? —murmuro y entierro la cara en la almohada.
—Las 5:30 am—Yoongi susurra en mi oído y me da un beso en la nuca—. Necesito que me ayudes con algo.
—¿Con qué?
—Esto.
Siento su cuerpo presionando mi costado, su dura polla rozando mi cadera, y sonrío
—Abrimos a las 7 am. Si quieres que te sirvan, tendrás que esperar.
—Oh, qué pena. —Sus labios se mueven hacia el lado de mi cuello—. Tendré que servirme yo entonces.
Inclino la cabeza y abro los ojos, observando cómo busca el cajón de la mesita de noche y saca el cuchillo para carne de mi escondite.
—Sabía que tu obsesión por los utensilios de cocina afilados me sería útil. —Dice, mientras el frío metal presiona la parte baja de mi espalda donde mi camiseta se ha subido—. Espero que no estés demasiado apegada a esta camiseta, nena.
—¿Qué estás haciendo?
—Ayudándome —dice y, deslizando el cuchillo por debajo de mi top, corta la tela desde el dobladillo hasta el cuello.
Empiezo a darme la vuelta, pero él me presiona con la mano en el centro de mi espalda, manteniéndome inmóvil. Su otra mano se desliza por debajo de mi cuerpo y luego se desliza por mi vientre hasta llegar entre mis piernas.
—¿Yoongi?
—Shhh... Has dicho que no estás disponible en este momento —me dice junto al oído y cubre mi coño con su mano—. Por lo tanto, no puedes moverte. O hablar.
Un escalofrío recorre mi cuerpo al oír sus palabras, y luego otro cuando siento el frío metal en mi cadera. Un rápido tirón y la banda de mi tanga se rompe. Pasa el cuchillo a la otra cadera y corta la banda de ese lado. Me agacho para quitarme la tanga estropeada, pero la mano de Yoongi rodea mi muñeca.
—Dije que... no te movieras, cariño. —Me suelta la mano y presiona su palma sobre la base de mi columna, manteniendo mi pelvis pegada a la cama—. Ni siquiera un centímetro.
Levanta la otra mano de mi coño y pasa las yemas de los dedos por el hueso de la cadera, luego por las nalgas y entre las piernas. La tanga, que sigue atrapada entre mi cuerpo y la cama, empiezan a deslizarse mientras él tira de ella hacia atrás y hacia arriba, y el material de encaje se burla de mi coño. Un pequeño gemido sale de mis labios por la inesperada sensación.
Luego, cambia el ángulo antes de sacarlas por completo. Aprieto la almohada y entierro mi cara en ella, gimiendo.
—Ni un ruido, Karen —susurra Yoongi y me introduce 2 dedos.
La almohada amortigua mi gemido, pero cuando añade otro dedo, se me escapa un pequeño grito.
—¿He oído algo, cariño? —Me acaricia la columna con la palma de la mano mientras desliza sus dedos hacia el interior—. Creo que sí.
Un segundo después, siento sus dientes en la nalga, mordiendo. Gimo con fuerza contra la almohada por el dolor producido. Introduce sus dedos en mi dolorido coño y siento las señales de estar a punto de correrme. Yoongi hace un movimiento de 'ven aquí' con sus dedos dentro de mí y todo mi cuerpo estalla.
Me corro sobre su mano. Los temblores siguen sacudiendo mi cuerpo cuando el brazo de Yoongi rodea mi cintura y me levanta, poniéndome a 4 patas sobre la cama.
—Abre las piernas para mi, cariño —dice y se mueve detrás de mí. El brazo que rodea mi cintura se tensa—. Un poco más. Sí, así está perfecto.
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Verdades ocultas. (3)
Storie d'amoreMin Yoongi Hogar. La mafia es mi hogar. Mi santuario del pasado. El solo lugar al que pertenece una máquina de matar como yo. A veces, mis demonios regresan precipitadamente, y me siento fuera de control, lleno de rabia, a punto de perderme por comp...