- ¿Qué? –Me desperté en el sofá de mi oficina debido a los rayos del amanecer, me senté frotándome la cien, pero sentí como algo, no, más bien alguien me estaba abrazando por la cintura, sonreí en cuando recordé todo lo que pasó anoche, se veía tranquilo así que decidí dejarlo descansar y con cuidado de levanté, me acerqué al escritorio y saqué un traje negro perfectamente doblado y planchado de uno de los cajones, en cuando terminé de vestirme sentí una mirada sobre mí.
- Despertaste, es mejor que te vistas y salgas de mi oficina. - me giré mirando al dueño de esa mirada, descubrí un aura negativa.
- Maldito adicto. – fue lo único que dijo.
- Me acerqué a él. – fuiste tú quien entró a mi oficina sin permiso, - sonreí. – atención a las consecuencias, Li. –
Se levantó furioso tomándome del cuello del traje, lo miré seriamente.
- ¿Qué harás? – miré hacia abajo mirando a su miembro erecto. – No me digas que te excita verme. – enredé mis manos por su cuello. – hoy no. –
Me alejé y busqué su ropa para entregársela, comenzó a vestirse rápidamente.
- Termino de ponerse la última prenda. - No habrá una próxima vez, Bing. – y sin mirar atrás salió azotando las puertas.
Ya lo veremos.
ESTÁS LEYENDO
LA VERDAD
Fiksi PenggemarEscucho este dicho a diario "el dinero no compra la felicidad", esos idiotas no saben lo que es tener dinero a más no poder y sobreexplotan esas palabras. Yo hago lo que quiero, donde quiera y cuando quiera. El dinero lo es todo para mí, sin el yo s...