CAPÍTULO 10

106 8 4
                                    


R-18 - leer bajo su discreción.

No puede ser, esto no es posible.

Miré disimuladamente hacia el mueble en el que estaba escondido aquel imbécil, cerré los ojos tratando de tranquilizarme, pero m e era imposible.

- Habla Sun Wukong, no tengo todo tu tiempo. – lo miré molesto con ganas de golpearlo.

- No te enojes o morirás joven, - se aclaró la garganta comenzando a hablar. – Ne Zha Li o más bien sería Ne Zha Ao, resultado de una noche entre Lady Yin y Ao Guang. – trataba de procesar la información, ese vejestorio. – cuando se enteró que Lady Yin esperaba un hijo suyo fue sobornada para guardar el secreto e impedir que saliera a la luz la información, - sacó una foto de su saco. – el empresario Li Jin, era esposo de Lady Yin, lo ocultó bien y terminó siendo registrado como un Li, pero al descubrir que Ne Zha no era su hijo terminó con la vida de la mujer y abandonó al niño en un orfanato. – todo quedó en silencio, ¿esto era real?, estaba por continuar su historia, pero lo interrumpí.

- Fue suficiente. – me levanté con la mente en blanco dejando los papeles sobre el sofá.

- Me voy, prepararé la cena, tiene una cordial invitación. – salió de la oficina riendo como si le hubiese contado un chiste.

- Ne Zha, ya escuchaste todo, - caminé hasta quedar atrás del escritorio. - ¿lo sabías? – me agaché quedando en cuclillas frente a él. –

- Bing, creí que jamás lo descubrirías, - sonrío burlonamente. – no sabes cuánto tuve que pasar para encontrarte. – se acercó tomando mi cara con sus manos.

- Heredaste los genes Ao, – pasé mi lengua sobre sus labios. - estás loco. -

- Estaba dispuesto a considerarte como un hermano cuando te encontrara, pero, cuando te vi tuve que aguantar las ganas de follarte, – depositó un corto beso sobre mis labios. - somos más que solo hermanos, ¿no es así, Ao Bing? –

Terminamos besándonos de manera salvaje, cada vez que nos separábamos nuestros labios se volvían a unir una y otra vez, todo estaba yendo bien, pero la felicidad no dura para siempre.

Nuestra privacidad fue interrumpida por el sonido de ambas puertas abriéndose seguidas por las detonaciones de armas de fuego, todo fue demasiado rápido, no pude reaccionar a tiempo, sentía como las balas atravesaban la piel de mi cuerpo, ¿Ne Zha?, ¿por qué nosotros?; justo después de enterarme de la verdad terminaron con nosotros, como si ya supieran que ambos estaríamos solos.

Todo terminó para ambos.

Con mi último aliento y mi visión casi nula tomé la mano de Ne Zha entrelazándola con la mía, "nos veremos en la siguiente vida". 

LA VERDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora