II.- Locura

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¿Por qué solo nosotros podemos hacer esto?

No lo sé.

¿Cómo supiste que Teresa también podía hacerlo?

Tom y yo nos acercamos desde antes, CRUEL quiso que supiéramos esto.

Teresa tiene razón, ellos son los que están detrás de eso.

CRUEL no es bueno, eso hasta yo lo sé, lo siento dentro de mí.

¿Qué más sientes, Mica?

Un extraño vacío, como si hubiera alguien allá fuera esperando por nosotros pero al mismo tiempo siento que llevamos en esta locura demasiado tiempo.

Mitch suspiro mientras se acomodaba en su hamaca, Thomas a su lado lo miro. Ellos sabían cosas que los demás no, ¿debían contarles? Primero tenían que estar seguros de todo lo que estaba ocurriendo. ¿Ellos eran los culpables? No. Hay muchas cosas más dentro de esta maraña de dudas. Ellos no era los culpables. ¿Por qué estarían ahí? ¿Para qué los enviaron a este lugar? ¿Qué propósito hay en todo esto? Preguntas y más preguntas sin una sola respuesta.

— ¿Podremos salir de aquí? — susurró Mitch mientras miraba a Thomas.

— No lo sé, pero tenemos que intentarlo. No podemos quedarnos sentados esperando a que las cosas cambien solas.

Mitch asintió.

*

A la mañana siguiente Alby lo nombro corredor y empezó su día ayudando a Newt y Chuck con los cultivos, al día siguiente empezaría con sus labores de corredor ya que Minho y Thomas habían salido al amanecer.

— ¿Quién es George? — preguntó Mitch mientras cortaba madera.

— Alby dijo que es el segundo habitante que llegó, ellos estuvieron juntos por todo un mes pero después ocurrió un accidente y murió.

Mitch frunció el ceño, algo le decía que George más bien fue el primero y que había algo más en la historia de su muerte pero ya le preguntaría más a Alby después.

¿Todo bien?

Seh. Estoy con Newt y Chuck, es divertidísimo cortar madera.

Yo también lo hice, ten paciencia.

Es aburrido.

Que te digo.

— Mitch, por favor ve por más fertilizante.

El castaño suspiró y tomo la cubeta.

*

Mitch caminaba en el bosque maldiciendo su tarea, por lo menos al día siguiente no tendría que repetir eso. Suspiro y se agacho cerca de un pequeño riachuelo y comenzó a recoger el fertilizante cuando unos pasos se escucharon así que giro y se encontró con Ben, quien lo veía con los ojos inyectados de sangre.

— ¡Fuiste tu y él! Ustedes nos hicieron esto! ¿Por qué? — le gritó Ben y se lanzó sobre el castaño.

— ¡Quítate! — le grito Mitch mientras trataba de quitárselo de encima, lo estaba ahorcando y el aire apenas llegaba a sus pulmones.

Mitch comenzó a perder el conocimiento pero encontró una piedra a su lado y golpeo al rubio con ella alejándolo por un momento. Se levantó con trabajo sin importar que no pudiera recuperar el aire y comenzó a correr sintiendo a Ben detrás de él, muy cerca.

— ¡Ayuda! — alcanzó a gritar con fuerza mientras seguía corriendo.

¿Mitch? ¿Qué está pasando? ¡Mitch!

Mitch siguió corriendo hasta que salió del bosque, todos corrían hacia su dirección lo había escuchado pero antes de que pudiera estar tranquilo Ben se arrojo contra él cayendo al cuelo con un golpe sordo en la cabeza. Volvió a la posición de antes y pensó que todo había terminado pero unos segundos después se encontró con el cielo claro y el rostro de Newt preocupado, a lo lejos alcanzaba a escuchar gritos y el forcejeo de varias personas, podía ver la boca del rubio moverse pero solo podía escuchar un pitido y luego todo se volvió negro.

— Clint. — le llamó Newt al ver que el castaño había caído en la inconsciencia y su cuello estaba rojo y morado, Ben lo había lastimado.

*

Mitch se removió al escuchar muchas voces, sentía la garganta seca y le dolía mucho, su cuerpo parecía entumecida.

— ¿Cómo sucedió esto? Lo picaron a plena luz del día y casi mata a Mitch. — Thomas se escuchaba molesto.

— No sabemos que sucedió y en que momento Ben regresó, Mitch estaba solo pero nunca había pasado algo así. — Alby.

— La vida de alguien estaba en peligro.

— Tommy, tranquilo. — Newt trató de tranquilizarlo.

— Casi muere, si no hubiera escapado ahorita estaría tachando otro nombre.

— Vamos a tachar un nombre, Ben no aceptó la cura, esta infectado así que los vamos a desterrar. Mitch pudo morir pero Ben ya no tiene posibilidad, ahora lo que tenemos que hacer es investigar porque a plena luz del día fue picado. Los penitentes solo salen de noche.

Mitch se removió y soltó un gemido de dolor y al abrir los ojos se encontró con los que habían hablado reunidos ahí, Minho parecía tranquilo escuchando todo pero estaba tenso.

— Tranquilo, tu cuello esta un poco inflamado y Ben te lastimo mucho, tómalo con calma. — le dijo Clint mientras lo ayudaba a sentarse y le daba una botella de agua para que tomara un poco a pesar del dolor.

— ¿Qué va a pasar con Ben? — preguntó Mitch con la voz ronca y en un susurró.

— ¿Cómo estás? — le preguntó Thomas mientras se sentaba a un lado.

— Ben fue picado, la enfermedad se esparció en su cuerpo y la cura no le sirvió. — suspiró — Vamos a desterrarlo al laberinto, él es peligroso y pone en peligro todas las vidas de este lugar. Pudo haberte matado y lo siento mucho.

— No paso, eso no es importante. — dijo Mitch para después toser.

— NO hables por un tiempo, tu garganta necesita descansar. Pudiste moverte gracias a la adrenalina pero tu cuerpo e esforzó mucho. — le dijo Clint mientras comenzaba con un nuevo chequeo.

Mitch suspiró y dejó caer su cabeza hacia atrás. No entendía que había sucedido, todo fue extraño.

— Tu solo concéntrate en descansar, nosotros nos encargamos de lo demás. — le dijo Thomas con el ceño fruncido.

*

Mitch miró con tristeza e importancia como empujaban a Ben dentro del laberinto antes de que se cerraran las puertas. ¿Cómo habían llegado a ese punto? ¿A qué se refería Ben con qué era su culpa? ¿Qué tanto había pasado antes de llegar a ese lugar? ¿Por qué las cosas estaban cambiando de esa manera? ¿Esas personas querían que él muriera? No podía entender nada de lo que estaba pasando.

— Esto es lo que sucede cuando no hay mas opciones. — le dijo Chuck, quien ayudaba al castaño a estar de pie y viendo eso.

Las puertas se cerraron y se llevaron la vida de Ben al anochecer.

En Busca de C.R.U.E.LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora