TEACHER'S PET - hannigram

dos

— Profesor, no quiero sonar grosero, pero ¿es realmente importante? o solo quiere hablar sobre las conductas de mis compañeros, por que si es la segunda opción, no me interesa en lo absoluto. — habló el joven con rizos, con tono de indiferencia y mirando a la nada.

— no le gusta el contacto visual, ¿no, Graham?— Lecter, mientras se servia una taza de café de su termo.

— los ojos distraen, se ve demasiado, no se ve lo suficiente, y es difícil concentrarse cuando uno esta pensando: "¿cuantas canas tiene?" o "debe tener hepatitis" o "¿sera de nacimiento?— re remueve incomodo —Así que si, trato de evitar los ojos todo lo posible.

— entiendo el hecho de que trabajas duro por tu beca, pero, ¿realmente es por eso? o por que ¿quieres mostrar una imagen de responsabilidad?— Hannibal entrelaza los dedos dejándolos en la mesa. — Mira, soy psiquiatra...

— así que por ahí venia la cosa — resoplo con incredulidad — respondame algo profesor, ¿usted está tratando de Psicoanalizarme?— poniendo sus manos sobre la mesa, claramente enojado — no lo haga, no le voy a agradar cuando me psicoanalice— termino y se retiro dando pisoteadas.

Al estar cerca de su casa, Will divisa un par de autos desconocidos, sube las escaleras del departamento que comparte con su padre, entra y lo primero que ve son hombres con chaquetas del FBI colgando fotos de un par de chicas, confundido busca a su padre. — Will, ¿Que haces aquí?— habla de forma nerviosa. — vivo aquí— Will busca algo de comer en la nevera y atina a hacerse un sándwich.

— Hijo,la otra vez que me ayudaste en el caso 109, se que te dije que iba a ser la ultima, pero necesito que me ayudes. — pone su mano en la espalda de Will— tu habilidad, tu don es una bendición.— mira el rostro sin emoción de su hijo

— esta es la ultima vez — su papá celebro, al igual que el hombre robusto al lado suyo— y no es una bendición, es un castigó— agarró una lata de pepsi, y fue a la sala de estar, se sienta y observa las fotografías, y su cerebro comienza a maquinar.

—El que arropo a Elise Nichols en su cama no trazo este cuadro—dijo observando las fotos recientes—Su caníbal  ama a las mujeres, no quiere destruirlas quiere consumirlas, guarda partes de ella dentro de él —Will comienza a sentir nauseas, si sabia que tenia que ver imágenes de cadáveres no se hubiera comido medio sándwich.— El asesino de esta chica la consideraba un cerdo.

—¿Crees que es un imitador?—giro la vista hacia donde provenía la voz, el hombre robusto tenia expresión de sorpresa y duda sobre el reciente comentario del joven de diecinueve años—El caníbal que mato a Elise tenia donde hacerlo y ningún interés en el dramatismo.— se levanta lentamente del sofá, agarrando su media lata de gaseosa y la otra mitad de su sándwich, comenzando a dirigirse lentamente a su habitación— Tiene una o dos casas, o una cabaña, o una habitación con cabezas de alces—su vista estaba perdida, su corazón y respiración acelerados- tiene una hija de la misma edad de las chicas, mismo color de ojos y pelo, de peso y estatura similares—Wll suspira, una presión inexplicable aparece en su cabeza, como si cerebro estuviese ardiendo— Es hija única, se va a ir de casa, Él no puede tolerar la idea de perderla, es su boleto dorado— da media vuelta, gira el picaporte de su puerta, la abre, y nuevamente la voz interrumpe su salida de la sala de estar.

—Una cosa más, ¿Que hay sobre el imitador?—se da vuelta solamente para percibir las miradas impresionadas de los oficiales—Un psicópata sin inteligencia, sádico y muy difícil de atrapar, no hay patrones, probablemente ni vuelva a matar de esta manera—miro su tarjeta—Y, ¿Agente Crawford?, quizá debería preguntarle a la gente especializada en estas cosas y no a un adolescente de diecinueve—incrédulo Will, entra a su cuarto, enciende su computadora y empieza a terminar algunas tareas.