05

1K 113 11
                                    

Su celo recurrió de forma normal, paso dos días en su departamento con su lobo rogando por la cercanía de aquel alfa que había conocido.

La necesidad de que ese alfa lo tocará como lo había hecho llegaba cada vez que la fiebre de su celo lo atacaba. Debía admitir que se masturbo varias veces pensando en eso cuando su lobo tomaba el control, pero su lado humano no lograba recordar con claridad lo que pasó sí en verdad fue desnudado o llegaron a algo.

Solo tenía borrosos recuerdos de lo que sucedió, pero ni siquiera recordaba su rostro.

Pensar en destinados era una sensación amarga que lo hacía molestarse y nunca mas pensar en eso. Él se casaría con un hombre beta, no había necesidad de pensar en enlazar su lobo con un alfa.

Con solo pensar en ese alfa hacia que su mal humor apareciera, y por eso el resto de su celo decidió pasarlo con supresores cada tres horas esperando que su lobo durmiera y no le rogara por algo que nunca pasaría.

No repetiría la misma historia de sus padres ni en sus sueños. Tener un destinado no significaba que tendrías su amor por toda la vida.

(***)

Después de dos semanas volvió a su rutina habitual, y después de dos días cuando Mingyu le dijo que no podía encontrar a ese alfa sin que le diera una pista de como era, se venció con el tema y solo le pidió olvidarlo.

No quería que su curiosidad por verlo se volviera más grande.

Volvió a la rutina normal dónde contestarle a alfas que lo molestaran por vestirse de manera poco atractiva era algo de cada día, seguía poniendo en prioridad sus estudios y si le preguntabas a cualquiera solo era un nerd amante de los libros.

Su vida seguía siendo algo aburrida a excepción de los ensayos que le ponían cada semana que era su único entretenimiento diario.

– ¡Jihoon! – exclamó WonWoo cuando lo vio salir de su aula haciendolo detener sus pasos.

– Si me pediras dinero no te prestaré, tardas mucho en pagarme – contestó de inmediato cuando vio al beta acercarse a él de forma rápida.

– No te pediré dinero. – respondió sonriendo WonWoo –Necesito que me hagas un favor.

Jihoon abrió los ojos desmesuradamente exagerando sus expresiones, pues la última vez que hizo un favor no había terminado bien.

– ¿Quieres que te recuerde que me pasó la última vez que hice un favor?

– Yo no te dejaría hacer algo tan arriesgado. Golpeé y dejé en abstinencia a Mingyu por un mes por lo que te paso – de forma sería, WonWoo acomodo los lentes sobre sus ojos y Jihoon solo sonrió ante lo dicho – Solo queria que le entregaras esto a Mingyu, lo olvido en mi casa hace días y justo hoy tengo clases seguidas y él ya lo necesitará. Por favor Jihoon, ¿Podrías entregárselo? De hecho ya voy tarde a mi siguiente clase.

– Esta bien, está bien. Solo dame eso y vete.

WonWoo le dió un par de libros y sin decir nada más solo salió corriendo por el pasillo hacia el tercer piso. Odiaba tanto hacer favores pero no podía evitar aceptar cuando eran personas cercanas a él.

Caminando hacia el edificio donde estudiaba Mingyu decidió hacer ese favor rápido para así poder por fin ir a comer. Solo le faltaba su última clase para poder irse a su departamento y por fin estar en paz sin personas cerca.

No fue tan difícil llegar al aula de su amigo alfa, intentando ser paciente cuando lo vio dentro de su aula hablando con otras personas sin intenciones de salir, solo se recargo en una pared enfrente esperando ser visto por él.

Ni siquiera tenía ganas de lidiar con personas así que ni se tomó el tiempo de mirar alrededor o hacerle alguna seña a Mingyu.

– ¿Estás molesto por la humanidad o solo no tienes ganas de socializar? – preguntó él alfa cuando llegó frente a él haciéndolo sonreír y solo extender los libros.

– Estás ocupando mi tiempo de almuerzo, deberías agradecerme por entregarte esto. – mencionó en un mohín molesto que hizo al alfa sonreír y despeinarle el cabello. – Oye respétame.

– ¡Ey, Kim Mingyu! – alguien había exclamado desde lejos interrumpiendo a Jihoon y haciendo a ambos voltear.

Jihoon solo se quedó inexpresivo intentando enfocar el rostro de aquella persona que se acercaba. Pero solo suspiro algo cansado por seguir ahí cuando no logro reconocerlo.

– ¿Quién es él? – preguntó en un susurró Jihoon estando curioso del desconocido que aún no se acercaba a ellos.

– Choi Seungcheol, capitán del equipo de fútbol. Es mayor que nosotros. – susurró de forma rápida Mingyu – ¡Hyung!¿Necesitas algo? – preguntó  cuando aquel alfa se acercó.

Jihoon vió el rostro de aquel chico sintiéndose levemente atraído por esa mirada de facciones marcadas y labios rojizos junto con ese cabello negro algo largo que llegaba hasta su nuca y dejaba al descubierto su frente. Sí era más alto que él y fácilmente podía deducir que era alfa aunque no podía oler su aroma.

Él pelinegro lo miro por segundos haciendo que su lobo revoloteara ansioso en su interior logrando que los nervios lo invadieran. Algo raro porqué su lobo nunca había reaccionado con solo mirar a alguien. Sin embargo, la mirada de ese chico no hizo que él desviara sus ojos sino que solo de le quedó viendo sin interés.

– Mingyu-ah, me iré ahora. Tengo hambre y mi siguiente clase es en menos de quince minutos. – habló acomodando los lentes sobre sus ojos y viendo a su amigo alfa quien asintio.

– Sí. Muchas gracias Jihoon. Te debo una. – contesto Mingyu acercando su mano hasta su cabello revolviendolo por segunda vez y haciendo al omega dar un paso hacia atrás en una reacción molesta.

– Vuelves a hacer eso y te pego en la mano. – habló frunciendo el ceño Jihoon e ignorando la presencia de Seungcheol.

– No es cómo si te molestaras en cepillarte el cabello antes de venir a clases.

Jihoon fingió sentirse ofendido pues era verdad, la mayoría del tiempo prefería salir de su departamento sin cepillarse el cabello o peinarse con tal de dormir unos minutos más.

– Vamos sigue molestandome, pero está noche me aseguraré de que WonWoo este conmigo en mi departamento y no en el tuyo. – expresó con burla Jihoon e intentado molestar a Mingyu, sonriendo cuando vio su rostro molesto. – Me voy.

Dándole una última mirada al chico pelinegro vió su mirada fija en él, no se molestó en saludarlo o decirle algo, quedaban diez minutos para su próxima clase y debía comer pronto. No quería socializar con alguien que probablemente no le agradaría.

Comenzando a caminar lejos de ambos alfas dejo salir el aire que sin saber estaba reteniendo. Vió su vestimenta por un momento, sus pants anchos grises junto con su sudadera negra en la que parecía nadar no era algo que visualmente se viera bien, pero era cómodo y no tenía que poner en segundo lugar su comodidad por ropa que pareciera decente.

Su lobo lo rasguño una vez más haciendo que se confundiera pero solo lo ignoro pensando que no era algo importante.

[•••]

Déjame frotarme [JICHEOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora