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Quizá tomo una decisión equivocada cuando después de escuchar a Seungcheol metió el rostro entre el cuello del alfa y comenzó a succionar con su lengua la piel de esa zona.

«Yo fui el tonto que no supo controlarse»

Su lobo recordaba tan bien cada uno de los toques del alfa, y como su aroma junto con su voz se volvían cada vez más seductora con el paso del tiempo. Solo quería volver a repetir todo y si era posible, está vez estaría mejor que estuvieran ambos desnudos.

– Espera Jihoon. Aún falta para llegar a la enfermería. – habló Seungcheol sintiendo su voz temblar cuando el aroma del omega se volvió dulce.

Jihoon gimió por lo bajo y solo se abrazo al cuello del alfa volviendo a succionar amando como se volvía rojizo y se quedaba la marca. Su omega solo quería marcarlo para que todos supieran que era asuyo.

– Ayúdame. – susurró en voz baja logrando que Seungcheol detuviera su caminar y bajara la mirada levemente para buscar sus ojos. – Por favor. Cheollie

Los brillosos ojos del omega miraron expectantes los del alfa esperando que hiciera caso a sus palabras y solo se encerraran en cualquier lugar a solas.

– Estás en celo, si pierdo de nuevo el control no me perdonarás.

Jihoon rodó los ojos con fastidio al no conseguir nada del alfa y exponiendo su cuello dejo fluir su aroma combinado con sus feromonas de excitación.

Las voces comenzaron a escucharse al otro lado del pasillo, aún faltaba para llegar a la enfermería y el lado lobuno de Seungcheol se negaba a dejar que otro alfa oliera el dulzón aroma de Jihoon.

Seungcheol dudó por un momento sobre que hacer. Avanzar significaría que todos se dieran cuenta del estado del omega, pero encerrarse en el baño de omegas no era algo coherente cuando él podía descontrolarse.

– Seungcheol-ah. No quiero que nadie me vea así. – susurró Jihoon en un intento de traer un poco su consciencia quien no quería ser visto por los demás en ese estado sumiso, frágil y débil.

Porqué a pesar de querer ir a la enfermería y no querer que Seungcheol lo volviera a tocar también temía ser visto así y que después perdiera ese lado arisco y feroz que los alfas respetaban de él.

El fugaz temor en los ojos de Jihoon fue lo único que logró hacer cambiar de opinión a Seungcheol y de forma rápida camino hasta el baño más cercano y encerrandose ambos en el soltó al omega dejando sus pies en el suelo.

Poniendo el pestillo de la puerta el nerviosismo apareció en el alfa al sentir todo el lugar llenarse con el dulce aroma del omega y las densas feromonas que lo hacían transpirar a pesar del fresco ambiente de ese día.

Seungcheol se quedó mirando hacia la puerta reacio a voltear y ver el rostro de Jihoon que solo denotaría frustración y dolor. Pues a pesar de que su primer encuentro fue solamente para desquitar el celo del omega estaba consciente que era muy difícil no implicar sus sentimientos en algo de un momento.

Él conocía a Jihoon desde hace meses, nunca le había hablado pero le parecía demasiado excepcional su comportamiento hacia los alfas que querían molestarlo o su manera de responder. Sabía lo fuerte, sensato y feroz que era con cualquier persona pero intuía que detrás de toda esa fachada había algo que nadie había descubierto aún y que Jihoon protegía con tanta delicadeza no permitiendo a nadie entrar, que ahora que un desconocido alfa se acercará tanto a él, lo confundía.

Seungcheol comenzó a marearse sintiendo a su lobo rasguñar ante el dulce aroma a manzanilla que desprendía el omega. Volteando su rostro al no escuchar alguna queja de Jihoon no pudo evitar sorprenderse al ver sus pantalones tirados en el suelo junto con su ancha sudadera y sus lentes quedando su cuerpo solo tapado por la camiseta blanca que tapaba hasta sus muslos dejando ver esas pálidas piernas que pedían ser marcadas.

Déjame frotarme [JICHEOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora