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Habia pasado una semana desde que tuvo su celo. Estaba especialmente irritable y de mal humor desde ese día no soportando el mínimo contacto con otros alfas y contestando mal a cualquiera.

Tenia una pésima actitud, tanto que ya lo habían sacado de varios equipos con los que trabajaría algunos proyectos. Aunque eso no le molestaba, hacía un mejor trabajo estando solo que acompañado de estorbosas personas que se detenían por alguien más.

Salió del aula de clases después de ocho horas seguidas de estar estudiando. Estaba demasiado cansado y solo quería llegar a su departamento y dormir un rato.

Pero tenía algo que hacer; la sudadera de Seungcheol aún la tenía él y por más que le saco la vuelta, debía devolversela aunque la idea no le agradaba en absoluto. Quizá le pediría a Mingyu que se la entregará y así no lo vería ni hablaría con él.

Pero, debería buscar al alfa. Wonwoo no contestaba sus mensajes y Mingyu parecía tener el celular apagado pues la llamada ni siquiera entraba.

Algo irritado fue en búsqueda de Mingyu y se encamino hacia el gimnasio donde él ayudaba en algunas tareas y esperaba estuviera ahí.

[***]

Después de buscar durante media hora a su amigo alfa, llamarlo y enviarle mensajes. Se dió por vencido, sus pies ya no daban para más y caminar durante varias universidades en búsqueda del alfa fue demasiado molesto.

Sentándose en una banca bajo un árbol frente al gimnasio decidió esperarse ahí y descansar un poco antes de irse a su departamento. Ya tendría tiempo de entregarle esa sudadera a Seungcheol, aunque también prefería quedarsela.

Viendo hacia alrededor del lugar, su mirada se poso en un chico alto que caminaba a lo lejos y venía hacia el gimnasio. Quizá conocía demasiado bien su silueta para reconocerlo a la distancia a pesar de haberlo visto solo un par de veces, pero ver a Seungcheol estando en sus cinco sentidos sin estar tan molesto por las emociones del momento causo extrañas sensaciones en su interior.

Las manos de Jihoon comenzaron a sudar inconscientemente siendo una sensación molesta, el corazón le latio fuertemente sin razón alguna y un extraño nerviosismo se instalo en su estómago cuando él alfa estaba cada vez más cerca de donde estaba sentado.

Debió suponerlo, Seungcheol era capitán del equipo de fútbol y era obvio que frecuentara el área de deportes de la universidad.

¿Porqué su corazón latía de esa forma descontrolada por un alfa que no le interesaba conocer?

No recordaba absolutamente nada de lo que había pasado cuando entre en celo y él estuvo cerca, pero sabía que Seungcheol lo había tocado y ayudado a calmarse por lo que no sabía cómo sentirse al respecto sabiendo que un alfa había visto lo que con tanto empeño escondía diariamente.

Incluso su cabello cayendo sobre su frente hizo que viera cada detalle de su rostro y inconscientemente terminará perdiéndose en los rojizos labios de Seungcheol; Jihoon se regaño mentalmente y desvío la mirada al darse cuenta del rumbo de sus pensamientos.

Él estaba bien así, no necesitaba ser la princesita en apuros ni él omega que no sabía defenderse y necesitaba el aroma de un alfa.

– Seungcheol. – llamó Jihoon cuando él alfa paso frente a él. Su mirada inexpresiva era demasiado intimidante que solo pudo levantarse de la banca en un intento de retomar su compostura y confianza. – Solo quiero entregarte esto.– sacando la sudadera del alfa de su mochila la extendió hacia él.

Sentía el corazón latirle con fuerza y su lobo lo rasguño dolorosamente cuando miro los ojos del alfa, como si le estuviera pidiendo algo que no entendía.

Déjame frotarme [JICHEOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora