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Jihoon despertó de nuevo en la enfermería sintiendo su cuerpo pesar y el aroma a eucalipto totalmente impregnado en su cuerpo.

Ni siquiera quería pensar en lo que había sucedido pues no recordaba absolutamente nada.

Sintió las mejillas sonrojadas cuando al levantarse de la camilla y ver hacia un lado vio el rostro de Seungcheol mirarlo con mucha atención.

Se sintió extrañamente tranquilo pero a la vez sintio la molestia invadirlo al saber que él alfa lo había tocado, pues la sudadera que traía ni siquiera era la suya.

– Le Jihoon. Despertaste. – habló la enfermera interrumpiendo el escaneo del omega quien solo asintió avergonzado. – Entraste en celo repentinamente de nuevo. Me parece sumamente extraño que volvieras a entrar en celo solo con acercarte a Seungcheol. Si quieres mi opinión como médico estoy segura que ambos son destinados, sus lobos al no sentir el amor mutuo entre ambos intentarán a toda costa estar juntos eso implica que se rebajen a atraer al contrario al estar en celo. No deberían pasar mucho tiempo separados si quieren que esto ya no suceda. Solo conozcanse y salgan, dejaré pasar esta situación porque Seungcheol es tú destinado y sé que él no es un mal alfa.

El mundo de Jihoon se sintió colapsar por un segundo ante la sola explicación de la enfermera.

«Alfa. Lobo. Celo. Destinados. Pareja. Interés.»

Al menos por su parte no tenía el mínimo interés en conocer a ese alfa, aunque fuera el mejor y más amable ser humano. Nunca saldría con un alfa y mucho menos destinado. Los destinados no existían.

– Nos daría tiempo para hablar, por favor Noona.

Jihoon vio a Minaje salir del lugar dejándolos solos. Sintió por un momento su mundo derrumbarse, no quería volver a cometer ese mismo error de sus padres, ni quería emparejarse con alguien que aunque era su destinado sabía no todo era para siempre.

No quería amar a un alfa ni comprometer sus sentimientos de esa forma.

– Creo que ya sabes lo que te diré. – mencionó sin ninguna expresión Jihoon solo viendo a Seungcheol mirarlo con ese inocente rostro que lo hacía dudar de sus palabras. – No quiero conocerte ni tener citas, no eres mi tipo y nunca podría salir con alguien de tú jerarquía. No me importa que ambos seamos destinados, solo debemos evitarnos para que esto no vuelva a pasar. No quiero hablarte, no quiero verte. No estoy dispuesto a ser pareja de alguien a quién nunca amare, así que te pido que ni siquiera lo intentes, soy capaz de dormir a mi lobo si con eso podré salir con un beta.

Las duras palabras de Jihoon causaron cierta ansiedad en Seungcheol quien no sabía cómo abordar todo eso sin verse como amenaza para el omega. Él sabía que iba a ser rechazado desde el primer momento pero nunca espero ser dejado totalmente de lado e ignorado por Jihoon.

– Si eso es lo que quieres no me opondre a tus palabras. Tampoco me interesa salir contigo. – mintió Seungcheol intentando verse fuerte cuando en realidad solo quería volver a verlo sonreír – Dejemos esto como algo de un día cualquiera sin importancia. Quizá solo es una equivocacion entre ambos lobos, los destinados no siquiera existen.

Las palabras del alfa sonaron más secas y frias cuando se levantó de la silla y solo dejo los lentes del omega sobre su regazo viendo su inexpresivo rostro una última vez.

– Me voy, no puedo perder más mi tiempo aquí.

Con una última mirada hacia Jihoon pidiendo silenciosamente que lo detuviera, lo insultara, se molestará o tuviera cualquier reacción a sus palabras; incluso esperaba que dejara de pensar de esa manera, pero nada de eso sucedería. Seungcheol dió media vuelta caminando hacia la salida.

Le dolía demasiado el irse solo así, haciéndole ver al omega que solo había sido una molestia para él y que no le importaba, cuando en realidad tenía el pensamiento más ridículamente empalagoso y solo quería tener citas con él, mimarlo, conocerlo e intentar algo.

No le importó que Jihoon estuviera vestido con su sudadera, ni que se había comportado como un imbécil con él. Solo quiso cuidar su orgullo y corazón, huyendo de aquel lugar se dispuso a no dejarse llevar solo por sus sentimientos y pensar un poco más si saldría herido.

No valía la pena intentar algo que Jihoon no estaba dispuesto a seguir, siendo algo unilateral.

Pero la promesa que había hecho con la parte lobuna del omega seguía tan presente en su mente que solo pudo pedir perdón a la nada esperando que el tiempo ayudara.

(***)

Un sentimiento ansiosos y extrañamente melancólico se situo en él con tan solo ver el rostro indiferente del alfa.

Bufando con fastidio se levantó de la camilla poniendo los lentes sobre sus ojos. No es como si estuviera esperando algo de eso, él nunca saldría con un alfa.

Estaba destinado a salir con un beta y ser feliz, pues un beta nunca podría sentirse atraído por otro omega o ser seducido por otro aroma. Un beta no podría serle infiel tan fácilmente como un alfa.

El aroma a eucalipto seguía tan impregnado en su ropa que solo pudo preguntarse qué había sucedido entre ambos y si algo había pasado. Traía la sudadera del alfa y estaba seguro que si se veía en el espejo su cuello tendría varias rojizas marcas.

Y aunque le molestará, tan solo sentir el eucalipto invadirlo tranquilizaba demasiado su mente impidiéndole sentir coraje hacia Seungcheol.

– ¿Qué le hiciste Lee? – preguntó con cierta preocupación Minjae entrando por la puerta y haciendo a Jihoon fruncir el ceño confundido.

– Yo no le hice nada. Solo le dije como me sentía y él también dijo que no le interesaba conocerme.  – Jihoon puso sus tenis en sus pies dispuesto a irse de ahí. – Una historia de amor no surge de algo tan estúpido como esto. Además yo no creo en los destinados.

– Seungcheol parecía haberse ido con sus esperanzas rotas. – las palabras de Minjae hicieron a Jihoon confundirse aún más y no pudo evitar mirarla no entendiendo sus palabras.

– ¿Qué?

– Tenía un rostro decepcionado y triste cuando salió.

Jihoon bufó fastidiado y solo se levantó de la camilla un poco harto de la conversación. – Me da igual si mintió o no. Estoy satisfecho con que deje de molestar y no me busque más. Me voy, gracias por cuidar de mi Noona.

La beta solo asintió y dándole una sonrisa a Jihoon le hizo un gesto con la mano indicándole que ya se fuera. Gesto del cuál Jihoon río y solo tomo su mochila para salir de ahí olvidando esa extraña sensación que se poso en su mente solo con pensar en Seungcheol.

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Déjame frotarme [JICHEOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora