03 𝄅 ᴀᴄᴛɪᴠɪᴅᴀᴅᴇꜱ ᴇꜱᴄᴏʟᴀʀᴇꜱ

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† - Auradon ; Preparatoria

Después de hablar con Ben, Reed decidió dar un recorrido por el campus de la preparatoria, al menos por el lugar que rodeaba los dormitorios. El castillo y sus jardines eran tan grandes que necesitarías un mapa del tamaño del sol si es que querías verlo todo.

Cansado de las miradas de la gente, decidió ir a un lugar más apartado para pensar en todo lo qué sucedió hasta ahora. Así fue, hasta que la noche se hizo presente y volvió a los dormitorios, cuando llegó allí sus amigos ya no estaban, también trabajando en su misión, supuso. Se tumbó en su cómoda cama y se fue a dormir.

[...]

A la mañana siguiente se despertó por la alarma que había en su habitación, "cortesía del hada madrina", decía en la nota que les indicaba no llegar tarde a sus clases.

Ahora Reed estaba más dormido que hace unas horas, sus amigos tampoco prestaban mucha atención a lo que era la clase más aburrida y fácil del mundo entero, según Reed.

Jay y Carlos discutían como de costumbre, Mal dibujaba y Evie se miraba en su espejo, era como si aun siguieran en la isla.

Reed estaba sentado en una mesa solo frente a Carlos y su amigo de pelo largo, recargando la cabeza en una de sus manos tratando de mantenerse despierto.

-"Si encuentras un frasco con veneno, ¿qué haces?
A) lo pones en el vino del rey.
B) lo pones dentro de una fruta.
C) lo entregas a las autoridades."- pronunció la mujer de cabello castaño frente al pizarrón.

Sus amigos se apuraron en levantar la mano después de que el hada terminara la pregunta, ella se fijó en todos y luego detuvo sus ojos en el chico que parecía a punto de dormirse.

-"Reedlard, ¿podrías contestar?"- pronuncio amable la mujer -"La opción C) es la correcta, oh, y solo Reed está bien"- el azabache contestó con desinterés, creyó que la vida en Auradon sería más emocionante, todo era tan aburrido como en la isla. Un "correcto" salió de los labios del hada madrina acompañado de sus sonrisas típicas.

Reed saltó en su silla despertándose de su pequeña siesta cuando una chica de cabello castaño y un vestido celeste justo como el de la mujer que hacía las preguntas ingresó en el aula, la chica soltó un grito ahogado cuando pasó en medio de los descendientes. Automáticamente Reed dejó de escuchar, hasta que vio como Evie y Mal  se daban una mirada de complicidad, encontraron otro peón en su juego, concluyó.

[...]

La siguiente clase de los chicos era el entrenamiento de Tourney, desconocía porque las chicas no entrenaban junto a ellos, más bien parece que las únicas mujeres ahí eran las porristas, lo que le parecía raro, sobretodo porque en la Isla no existían los roles de genero, allí sobrevivía el más fuerte y ya, sea hombre o mujer, por lo que los descendientes crecieron sin prejuicios.

Ben soltó una risita mientras observaba a Reed ponerse el casco, el pelinegro había dejado salir un bostezo, lo que según Ben, lo hizo parecer un gatito adormilado.

Y Reed no podía estar menos interesado en lo que sea que fuera ese deporte, mientras se ponía el casco notó que había dos porterías, todos cargaban grandes palos y había una pelota de por medio, sería tan sencillo como en la clase anterior.

El partido amistoso comenzó con los gritos indicativos del entrenador, los demás chicos se conmocionaron cuando Reed y Jay pasaban sin esfuerzo a los jugadores rumbo a la portería contraria, Jay tacleando a varios en el proceso y Reed esquivándolos sin ningún problema, ambos arrojándose la pelota el uno al otro.

Ellos dos habían hecho esta rutina cientos de veces mientras robaban en la isla, así que les resultaba muy sencillo.

Reed puso más atención a su alrededor  cuando un grito de "sucio villano" se dirigió a su amigo Carlos, el cual parecía más perdido que Blancanieves en el bosque.

La sangre de Reed hirvió al ver al tipo de cabello rubio y sonrisa ladina que le había gritado eso a su amigo, 'típico príncipe de cuentos de hadas' pensó.

Hizo caso omiso a los gritos de su amigo Jay para que prestara atención al frente, y corrió hasta donde estaba aquel príncipe rubio. A continuación, los jóvenes a su alrededor soltaron un jadeo de sorpresa cuando el cuerpo del pelinegro tacleó ferozmente al rubio que tenía en la mira, el más bajo voló en el aire hasta que cayó sobre su espalda en el duro suelo, soltando varios quejidos al sentir crujir su cabeza y columna. Los demás participantes veían a Reed con algo miedo y cautela, excepto Carlos que le dio una mirada agradecida y Jay quien se rió ante la situación.

Aprovechando que todos estaban distraídos por la amistosa tacleada (o intento de asesinato) que Reed acababa de hacer, Jay se dirigió a la portería y anotó, haciendo un baile de victoria.

El entrenador sonó el silbato y llamó a Reed y Jay con un grito. Ambos acataron la orden, el pelinegro volviendo a su expresión aburrida de siempre.

El hombre le dijo a ambos que tenían un talento nato para el deporte, que fueran a su oficina después y que eran bienvenidos al equipo, aunque Reed no tenia interés en formar parte de un deporte tan fácil.

El entrenador también dirigió palabras de lástima al ver al pequeño Carlos temeroso de lo que sus dos amigos más grandes acababan de hacer, Ben puso una mano en su hombro y dijo que lo ayudaría a entrenar hasta que esté al nivel de los demás.

El castaño bajó la vista y también quitó la mano del hombro de Carlos cuando sintió la intensa mirada de Reed sobre él, el joven de Crims estaba internamente agradecido con Ben por cuidar de Carlos.

El entrenador le dijo a los demás que se dirigieran a las duchas, así que todos se dispersaron del campo de Tourney, a lo lejos se escuchaba como el príncipe al que Reed había tacleado le gritaba al entrenador que era un peligro tener a los villanos en la cancha, mientras se quejaba por lo adolorida que se sentía su espalda, Reedlard río un poco, casi divertido por eso último.

El de cabello negro se dirigió a las duchas junto a sus dos amigos que hablaban acerca de lo peligroso/divertido que era el Tourney. Por parte de Ben, observaba atentamente cómo Reed se quitaba el casco para dejar ver su rebelde cabello color obsidiana, sonrió inconscientemente, por alguna razón, el chico le resultaba cada vez más atrayente.

「 ʀᴇᴇᴅʟᴀʀᴅ ᴅᴇ ᴄʀɪᴍꜱ ― ᴅᴇꜱᴄᴇɴᴅɪᴇɴᴛᴇꜱ 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora