† - Auradon ; Carruaje del príncipe
Por las calles pasaba un bello carruaje finamente decorado, de él iban tirando hermosos corceles y en las calles por donde andaba se escuchaban miles de vítores y gritos de alegría.
Dentro el carruaje, dos jóvenes vestidos de gala charlaban sobre lo nervioso que se sentía uno de ellos, más específicamente, el castaño.
El día de la coronación había llegado y Ben no podía estar más ansioso, mientras que Reed intentaba calmar los nervios de su pareja sentada a su lado.
-"Tienes que relajarte, practicaste esto unas 50 veces, estarás bien, todo saldrá bien"- consoló el azabache -"Eso espero..."- respondió el castaño.
Pero Ben no era el único nervioso, una inexplicable sensación de náuseas pasaba por el estómago de Reed al ver la cajita en sus manos, esta contenía el pastelillo que rompería el hechizo que tiene a Ben tan enamorado de él, pensar en eso hizo que la sensación de vértigo volviera.
Había planeado esto con Mal antes, después de que sus amigos tuvieran la varita y él gobernara las maravillas, tener a Ben atado al hechizo les pareció algo demasiado... cruel, así que decidieron romper con el encantamiento, solo después de asegurar sus objetivos.
-"Uhm, Ben, hay algo que quiero darte, es un postre que podrás comer para relajarte un poco"- musitó el pelinegro -"Oh, que considerado eres"- respondió el castaño.
Reed no tuvo tiempo de reaccionar cuando Ben ya había llevado el pastelillo a su boca, dejándolo mudo de la impresión.
-"E-era para que lo comieras después, no ahora"- Reed se sorprendió a sí mismo, tartamudeando realmente por primera vez -"Y bueno, ¿como te sientes? Dirías que aún estás... ¿enamorado de mi?"- preguntó con cautela el antes mencionado.
-"Oh bueno, no lo sé, esperemos a que el antihechizo haga efecto"- respondió Ben.
Los ojos de Reed se abrieron de la impresión, ¿Ben sabía? El castaño a su lado solo reía de su preocupada apariencia, era lindo verlo así.
-"¿Desde cuando sabes?"- la seriedad que puso Reed en su pregunta y su tono fue suficiente para que Ben dejara de reír -"Desde nuestra cita en el lago, ese lago está encantado, el hechizo se rompió cuando nadé en el"- respondió el príncipe - pronto rey.
-"Oh, entones... has estado fingiendo todo este tiempo"- una punzada que fue muy bien disimulada atacó el corazón del chico pelinegro al hacer tal afirmación.
Ben tomó su mano, la acarició suavemente y luego besó tiernamente su dorso, mirándolo fijamente a los ojos.
-"Nunca estuve fingiendo nada"-
[...]
Ahora que habían bajado del carruaje, llegaron a las escaleras de la gran y hermosa capilla donde Ben haría su pasaría de príncipe a Rey. Los actuales gobernantes de Auradon los esperaban en la puerta.
-"Sus majestades, lamento el atentado que ocurrió durante el juego de críquet"- Reed se apresuró a disculpar.
Bella le dio una mirada comprensiva para decir -"Está bien, hablamos con Ben sobre eso y realmente sabemos que no fue culpa tuya"- fue como si le quitaran un peso de encima, Reed bajó un poco la cabeza en señal de respeto.
Los padres del castaño le dieron unas palabras de aliento y pronto se fueron de ahí tomados de la mano. El azabache también debía marcharse, Ben era quien debía entrar solo por la puerta, él lo haría por una entrada lateral para esperar a que Ben haga su recorrido por los pisos de la iglesia, al igual que Ben en el carruaje, Reed tomó la mano de su pareja y la besó suavemente mientras lo miraba a los ojos. Después de eso se dio la vuelta y se dejó escoltar hacia dentro de la iglesia.
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「 ʀᴇᴇᴅʟᴀʀᴅ ᴅᴇ ᴄʀɪᴍꜱ ― ᴅᴇꜱᴄᴇɴᴅɪᴇɴᴛᴇꜱ 」
Fantasy‣ 𝘓𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘥𝘦 𝘉𝘦𝘯 𝘴𝘦 𝘱𝘰𝘯𝘦 𝘥𝘦 𝘤𝘢𝘣𝘦𝘻𝘢 𝘤𝘶𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘤𝘪𝘯𝘤𝘰 𝘤𝘩𝘪𝘤𝘰𝘴 𝘭𝘭𝘦𝘨𝘢𝘯 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘐𝘴𝘭𝘢 𝘥𝘦 𝘭𝘰𝘴 𝘱𝘦𝘳𝘥𝘪𝘥𝘰𝘴 𝘩𝘢𝘤𝘪𝘢 𝘈𝘶𝘳𝘢𝘥𝘰𝘯, 𝘶𝘯𝘰 𝘥𝘦 𝘦𝘭𝘭𝘰𝘴 𝘤𝘢𝘱𝘵𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘪𝘯𝘴𝘵𝘢𝘯𝘵á𝘯𝘦𝘢𝘮...