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¿Cómo era posible? ¿Qué hacía él aquí? Sin pensarlo demasiado, me acerque a él y lo abrace con fuerza. Él me respondió el gesto. ¡Oh, hace tanto que no lo veía!
Austin Ames, fue mi último novio oficial. Hace más de cuatro años que no sé nada de él. Y ahora está aquí, de la nada. Austin se fue a vivir a Londres, porque su padre quería que estudiara derecho allí. Fue un gran amigo y novio para mi. Pero después de él, no volvi a conseguir algo serio.

- ¡No puedo creerlo! ¿Cómo estás? - le pregunté contenta

- Bien, bien. Llegué hace unos días de Londres, vine a ver a mi madre y a mi hermana - sonrió - ¿Y tú, que es de tu vida?

- Vivo con Sea, una amiga. Y estoy trabajando

Sentí como alguien se acomodaba la garganta.¡Oh, casi lo olvido! Me di la vuelta y lo acerque a nosotros. Austin lo miró bien. Y Tom miró bien a Austin. Ambos se estaban, por así decirlo ¿analizando?

- Él es Tom, un amigo - lo presenté

- Austin Ames - le tendió su mano

- Un gusto - dijo Tom y le respondió. Algo no estaba bien aquí, podía sentir la incomodidad en el aire, la tensión. Los miré a ambos

- Mmmm, bueno - dije para romper el hielo - ¿Dónde te estás quedando? - le pregunté a Austin

- En casa de mi madre, quise ir a un hotel. Pero ya conoces a mamá es demasiado posesiva - me dijo y me hizo reír

- Bueno, me alegro de que estés bien y de volver a verte - dije

- Lo mismo digo - dijo él - Y si no te molesta ¿Podrías darme tu teléfono? Así no perdemos el contacto

- Oh, claro que si - sacó su celular y comenzó a anotar - Listo. Llámame y hablamos

- Claro, bonita. Adiós - me dijo y se acerco a mí para besar mi mejilla. Pero se alejo rápido

- ¡Auch! - se quejó por lo bajo. Lo mire extrañada

- ¿Qué te sucede?

- Sentí una puntada en el estomago - me dijo. De reojo miré a Tom. Este sonrió levemente. ¡Oh, es un tramposo!

- ¿Estás bien? - le dije y me miró

- Si, si. Te llamo en la tarde noche

- Está bien, estaré esperando - y con eso último se fue

Sin poder creerlo me giré a verlo. Él clavó su seria mirada en mí. Lo miré fijo, desafiante, intentado intimidarlo.
Pero solo conseguí que él me intimidara a mí. Como siempre.

- ¿Por qué hiciste eso?

- ¿Quién era él? - me contestó con una pregunta. Arquee una de mis cejas y lo miré

- ¿Celoso?

- ¿Quién es él? - volvió a repetir la pregunta, pero más despacio. Más amenazante

- Austin Ames, fue mi último novio oficial. Hace cuatro años que se fue y no lo veo desde entonces. Nada importante, ¿Listo? - le respondí harta

- ¿Por qué le diste tu número?

- ¿Qué es esto?, ¿un interrogatorio de novio molesto? - le dije y se acercó desafiante a mí

- Creo que no estás en condiciones de no contestarme - me dijo por lo bajo. ¡Dios, era tan aterrador!

- Vamos, diablito. No te tengo miedo - arqueó una de sus cejas

- Podría hacerte lo que yo quiera - dijo. Reí burlona

- Pues fíjate que no. No puedes hacerme el amor - le dije y sonrió levemente. Le di donde más le duele

- Pero puedo matarte

- No serías capaz

- ¿Cómo lo sabes? - me preguntó. Y en verdad no estoy segura de contestar a eso. Lo miré fijo y trate de encontrar mi respuesta en sus ojos

- Por que nadie nunca me ha mirado como tú me miras

- ¿Ni él? - dijo refiriéndose a Austin

- Ni él, ni nadie. Solamente
tú - miré su boca y trague saliva. Sólo necesito probarlos, tenerlos por lo
menos medio segundo - ¿Por qué le hiciste eso a Austin? Así no vas a demostrar que tienes algo bueno dentro

- Sólo estaba probando si ese poder aún esta en mí. Y gracias a Dios, si lo está. ¡Gracias Barba! - dijo elevando la voz en la última frase

- Pues para mí fue por que estás celoso

- Pues, tenlo por hecho que sí. Fue por celos. Y si no hubiese tenido el poder, le hubiera pegado con el puño - me dijo sonriente. Lo miré bien

- Eres tan malo - dije divertida

- ¿Cómo haremos para encontrar algo bueno en mí? - preguntó

- Solo debemos hacer cosas que por lo general nunca haces, ponerte a prueba y no lo sé - dije divertida

- Ya encontré algo bueno dentro de mí - lo miré sorprendida

- ¿Ah si? ¿Qué cosa? - pregunté intrigada

- Tú, Aranda.

Un gusto, soy el Diablo [Tom Kaulitz]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora