༒2༒

486 42 4
                                    

- Se me hace tarde - dije y caminé. Él comenzó a caminar amo lado

- Lo sé , a mi también - me detuve a verlo - Richard se enojará mucho si llego tarde a mi primer día de trabajo

- ¿Qué? - dije sin poder creerlo

- No digas 'que', no puedo controlarme tan fácilmente - me dijo

Este hombre es extraño, excitantemente extraño. Debo correr, alejarme y gritar. Antes de poder detener me gire a verlo

- ¿Cuál es tu nombre? - le pregunté. Nos detuvimos en el semáforo. Él miro el mismo y al instante cambio de verde a rojo. Lo mire bien

- Odio esperar que los semáforos cambien - me dijo sin mirarme. No, eso había sido casualidad

- No sé que hago caminando contigo - dije y apuré mi paso

Lo perdí de vista, por suerte. ¡Dios, ese hombre sí que era extraño! Llegue a la oficina y subí hasta el último piso ¡mierda, había llegado tarde!

- ¿Dónde estabas? - me preguntó Sea

- Se me hizo tarde - le dije y entré del todo a la oficina

- Richard nos espera en su oficina, quiere presentarnos a nuestro nuevo jefe en Administración - me dijo. La miré re algo extrañada y asentí. Entramos a la oficina del gordo Richard

Ese olor a humo y grasa de hamburguesas es horrible. Fruncí mi rostro ante el espantoso olor, Sea hizo lo mismo. Entramos y Richard nos miro bien, nos entrego una mirada furiosa y luego nos apunto hacía el hombre que miraba hacía la ventana. Lo miramos bien. Se giró lentamente y cuando lo vi por completo, mi corazón dejo de latir. Levantó una de sus cejas y me guiño un ojo

- Él es su nuevo jefe en Administración - dijo Richard. Mi boca estaba bien abierta hasta que reaccioné

- Buen día, soy Sea Carter - se presentó mi amiga. Yo solo lo miraba fijo, solo podía hacer eso. Sea me movió lentamente

- Soy Aranda Murphy - dije apenas. Él sonrío de costado y miró a Richard

- Bueno Rich. Voy a ver unos papeles - le dijo y salió de la oficina. Sentí mi piel arder cuando pasó cerca de mí. Sea se giró a verme

- ¡Oye! ¿Qué te pasa? - me preguntó. Cómo pude me giré a verla

- Nada - le dije y salimos de allí

Lo busque con la mirada. Necesito una explicación de eso, ¿Cómo hizo para estar más rápido que yo aquí? Antes de seguir buscando entre a mi pequeña oficina. Deje mi cartera y mi abrigo sobre el perchero

Me acerqué a la silla, pero esta se giró de repente, para dejarme de frente al hombre al que había estado buscando

- Hola preciosa - me dijo. Mi sangre se congeló

- ¿Cómo mierda hiciste eso? - le pregunté. Sonrío provocativamente

- Ya te lo dije. Soy el Diablo - dijo. Negué con la cabeza y me acerqué a él. Lo miré fijo a los ojos

- No juegues conmigo, ya no es divertido - le dije apuntándolo con un dedo. Miró mi dedo y abrió su boca. Lo tomó , lo miré bien. Mordió levemente la punta de mi dedo y me derretí

- Mmmm, que mala eres. Me das miedo - dijo. Lo miré fijo, era sólo moverme un poco más y tendría sus labios en los míos

- ¡DEMONIOS! - escuchamos que gritó Richard. Él miró hacia la puerta

- No debe decir eso - dijo negando con la cabeza. Me miró- A ellos no les gusta, les molesta y mucho

- ¡MALDITA SEA, ME CAGO EN EL DIABLO! - siguió gritando

- Uuuuuh, eso me dolió - me giré a verlo. Levantó la mano y chasqueo los dedos. En eso un gruñido de dolor por parte de Richard se escuchó - Ahora se va a cagar en él mismo - dijo y sonrió. Sea entro asqueada a la oficina

- Lo siento si interrumpí algo, pero eso fue
¡Asqueroso! - dijo tapándose la nariz. La miré bien - Richard se acaba de hacer encima - mire al hombre que estaba sentado en mi sillón. Creo que voy a tener que empezar a creer un poco más en esto.

Un gusto, soy el Diablo [Tom Kaulitz]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora