No pude seguir mis pasos, ya que la pared me lo impidió. El aire a mí alrededor se puso denso. Estaba tan cerca. Él podía hacerme daño sin ningún problema
¿Qué iba a hacerme? ¿Qué era lo que estaba pensando? ¡Oh, por Dios! Por un minuto me gustaría poder tener poderes. Colocó sus brazos a mis costados, impidiendo mi escape. Lo miré fijo a los ojos. Era tan poderoso y fuerte. De verdad podía lastimarme.- ¿Qué... que sucede? - le pregunté apenas
- Debo irme - lo miré sorprendida
- ¿Qué? - dije sin poder creerlo. Apretó los dientes con fuerza y golpeo la pared con la mano - Lo siento
- Tengo que irme, Aranda - habló serio
- ¿Por qué?
- Volveré dentro de tres días, si aún no sabes que quieres por tu alma. Te quedaran dos días más - lo miré bien
- No quiero que te vayas
- Debo hacerlo, preciosa - se alejó de mí y caminó hasta la habitación
Sentí una pequeña presión en el pecho. Él no se podía ir. No quiero que se vaya. Pero mientras esta sensación esta en mi pecho, me doy cuenta de algo. ¿Qué pasará cuando no lo vea nunca más? ¿Qué va a ser de mí? Sin pensarlo corrí hacia la habitación y la abrí pero él ya no estaba.
- ¿Tom? - lo llamé
Nadie me contestó. Por alguna razón mis ojos se llenaron de lágrimas. Había un gran vacío en mi interior. Se había ido y no me dejo abrazarlo antes de irse.
¿Por qué se fue así? ¿Habré hecho algo malo? Comencé a llorar. ¡Oh, por Dios! ;Esto no tiene sentido! ;No debo llorar, no tengo motivos! Me dijo que iba a volver dentro de tres días. Solo debo esperar y pensar que es lo que quiero a cambio de mi alma.- Aranda, ¡Aranda! - me llamó alguien. Rápidamente abrí mis ojos para encontrarme con mi mejor amiga
- ¿Qué pasó? - pregunté adormilada
- Ya es casi la una de la tarde. Aranda,
¿estuviste llorando? - me preguntó al ver mis, seguramente, hinchados ojos- No, no - dije poniéndome de pie. Entré al baño y ella fue detrás mío
- Aranda, te conozco y mucho. ¡Dime porque diablos llorabas sino quieres verme enojada! - me exigió
Diablos... Tom. Miré a mi alrededor y él no estaba. Pensé que cuando despertara lo iba a encontrar de nuevo aquí. Pero al parecer eso no es así. Otra vez mis ojos se llenaron de lágrimas, se humedecieron. Sea me miró bien y sin pensarlo se acerco a mí a abrazarme.
- Oye, Oye, no llores - dijo sin dejar de abrazarme
- Lo siento, es que estoy algo sensible - me aleje de ella y me miró bien
- ¿Te hizo algo aquel hombre? - me preguntó. Sonreí levemente
- No, él no sería capaz de lastimarme. Solo que tuvo que irse, vuelve dentro de tres días y me puse un poco triste - le dije y ella arqueó una ceja
- Aranda, ni siquiera lloraste cuando Austin Ames se fue a Londres - me dijo divertida. Y lo recordé a él, a Austin.
Había quedado en llamarlo y no lo hice- ¡Austin! - dije y corrí al teléfono
- ¿Qué sucede? - me preguntó ella y se acerco a mí. Tome el teléfono y marque su número
- ¿Hola? - me contestó
- ¡Austin!
- ¿Aranda? Pensé que te habías olvidado - rió por lo bajo
- Lo siento tanto, pero estaba tan cansada que me olvide de todo y me quede dormida. Me acabo de levantar
- Tranquila, no pasa nada
- Si quieres, podemos salir a cenar mañana en la noche - le dije
- ¿De verdad?
- Claro que sí - sonreí
- Pasó por ti a las diez de la noche, ¿Está bien?
- Mejor imposible - le dije. Le di la dirección de casa y colgué. Me giré a ver a mi amiga que me miró confundida
- ¿Acabas de hablar con Austin? - Me preguntó
- Si, si. Me lo encontré ayer en el centro comercial, y me pidió mi número. Ayer en la tarde me llamó y me invitó a cenar. Y como me quede dormida, no le conteste. Por eso lo llame ahora - le conté
- ¿Así que volvió? - preguntó sorprendida
- Si, así es - le dije. Entré al baño y ella detrás de mí
- ¿Y como está? ¿Está igual de guapo que siempre? - sonreí levemente
- Si, creo que si. No ha cambiado nada de nada - salimos del baño y fuimos hasta la cocina
- Aranda... - me giré a verla - ¿Estás enamorada de nuestro nuevo jefe?
- No... no lo sé, Sea - respondí dudosa
- ¿Y él, lo está de ti?
- Tampoco lo sé - otra vez la melancolía me invadió
- Me preocupas amiga
- A mi también, y mucho - miré hacia la ventana
Necesito que vuelva, necesito verlo. ¿Qué ha hecho conmigo? Creo que quiere llevarse algo más que mi alma. Él quiere llevarse mi corazón. Creo que lo va a lograr. Cuando él se vaya definitivamente, no sólo se llevara mi alma. Sino que también todo el amor que tengo para dar. Necesito hacer algo. Necesito cambiar esto que siento. Tal vez mañana en la noche saliendo de nuevo con Austin lo logre. Tal vez aun este a tiempo de salvarme. Dios quiera que este a tiempo de hacerlo.
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Un gusto, soy el Diablo [Tom Kaulitz]
Fanfiction¿Nunca pensaron en venderle su alma al Diablo por conseguir todo lo que quieren en su vida? Yo sí, lo pensé y lo hice pero ¿Qué pasa cuando te terminas enamorado de él? No solo se lleva tu alma, sino que tu corazón también La ciudad, es el centro de...