81. The Savior, the Servant ¤

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Después de casi un sempiterno sueño bajo el manto de hojas marchitas,
abrí mis ya secos ojos con residuos de líquido escarlata;
acostumbrado al abandono en medio de las ruina florales.
Esperado, habías vuelto al castillo marmoleado de miradas mortales.

Cronos pausadamente curaba mis heridas latentes;
y dudé, dudé el querer volver a verte.
Finalmente, cedí, pues mi deseo fue más que simplemente perderte.

Toques ligeros apresuré para recibir tu dulce bienvenida:
a mi regreso nuevos residentes habitaban esta recámara ahora surtida.
Continuaste el teatro con guión memorizado y papel asegurado;
maravillosa intérprete: casi me convences de estar en tu sombra a un costado.

Iluso, tonto, estúpido e infame:
por protegerte muté en bestia salvaje e indomable.
La criatura medieval amaestrada fue con migajas de fingido cariño...
pronto la bestia volvió a ser el conejo abandonado como huérfano niño.

Mientras el lagomorfo inútilmente intentaba mejorar su torpe aspecto,
senda pero precedible noticia pudo recibir:
Oh, ella... aquella lejana luna lazos profundo creó con ese prospecto.
Sospeché, era evidente que no podrías sola vivir.

Sonrisa débil surcó mis labios inquietos;
no me quedaba nada más que ver aquí.
Lo que alguna vez pude sentir finalmente di por muerto...
un suspiro me abandonó: el alivio definitivo tiñó el cielo carmesí.
Por fin el gato de orbes verdeazules me dejó de mentir.

✿ 2022.04.23

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