Corrupción y miseria

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Jungkook era muy feliz con su familia, su padre Jeon Dong Sun, era un escritor en un periódico en línea y su madre, Jeon Haneul, era profesora de un jardín de niños. Se habían conocido en la escuela media y se habían enamorado como locos, cuando salieron de la universidad se casaron y nació Jeon Ae-Ra, esta era una joven muy alegre y llena de vida, además de hermosa. Jungkook nació tres años después y era amado por sus padres, aún más por su hermana quien nunca lo dejaba y le consentía.

Jungkook era el mejor en deportes, pero lo que le fascinaba era el taekwondo, lo practicó desde los seis años y su hermana era quien le apoyaba más y junto a su madre era quien tenía el tiempo para llevarlo a las clases de taekwondo. A medida que crecía se hacía más hábil, pero a los doce años decidió cambiarse al boxeo. Ganó su primer medalla a los trece años, logrando vencer a concursantes mayores que él.

Jungkook a los dieciséis años decidió participar en un torneo de artes marciales mixtas, deseaba poder obsequiarle a sus padres un viaje con todo pagado a Hawaii. Así que se esmeró en cada una de las peleas, pero el último rival era Woo Do-Hwan. Este era un chico privilegiado, sus padres le daban todo lo que pedía y su entrenador era un hombre que odiaba perder. Cuando vieron las habilidades que tenía Jeon Jungkook, se dieron cuanta que no podría vencerlo, Jungkook era ágil y fuerte, además que sus puños daban buenos golpes que dejaban a sus contrincantes noqueados.

Entonces, Park SeoJoon se acercó a Jungkook mientras este entrenaba en el gimnasio, Jungkook sonrió, pues Park era uno de los mejores entrenadores de Asia y siempre le había admirado, este le invitó a comer y Jungkook pensó en que le iba a ofrecer entrenarlo, pero al escuchar aquellas palabras sintió que su imagen de aquel hombre se rompía.

─ ¿Perdón? ¿Qué está diciendo?─ preguntó Jungkook a aquel hombre. Este sonrió viéndolo con aquella sonrisa cínica.

─ Te repito, necesito que pierdas en la final del torneo sea como sea.

─ Eso es ilegal, yo perderé si él logra vencerme, pero a propósito jamás perdería ¿Me entiende? Además el premio ayudará mucho a mi familia...

─ Bueno te pagaré mucho dinero por ello...

─ Señor Park, es algo que jamás haría... Eso es corrupción y no podría verle la cara a mi familia si hiciera algo así.

Park se puso en pie y se inclinó quedando frente a Jungkook quien estaba sentado en la silla. Le sonrió y le aseguró. ─ Pues si tú ganas tampoco le volverás a ver la cara a tu familia.

─ ¡Hijo de puta! ─ Gritó Ae-Ra, se acercó y le dio una bofetada a SeoJoon quien la vio con una mirada que reflejaba puro odio. ─ Mi hermano ganará la competencia y no podrán evitar que tu estúpido pupilo llorará como nenita.

Ae-Ra tomó la mano de Jungkook y corrió con él, tres días después durante la pelea Ae-Ra era la que más gritó apoyando a su hermano. Jungkook ganó aquel combate, Woo Do-Hwang era muy hábil, pero Jungkook tenía mucha disciplina y se había entrenado a la perfección. Cuando le declararon ganador, Woo se enfureció y Park solo llamó a sus hombres.

─ ¡Felicidades hermanito!

─ Jungkook, mi hijo es tan impresionante.

─ Papá no digas eso... Deberías de ir a casa y...

─ Hijo, teníamos una gran noticia... Estoy embarazada, tendrás un hermanito.

Jungkook saltó feliz, su hermana le abrazó emocionada por la noticia, esta se despidió y se fueron a casa. Mientras Jungkook se cambiaba sintió que alguien lo veía, al girarse lo vio con aquella sonrisa extraña. ─ ¡Eres impresionante! Soy Jung Hoseok y estoy en el último año de universidad, pronto seré el mejor publicista y representante de estrellas y quiero que tú seas el primer cliente.

Danger, I'm falling in loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora