No Soy Un Beta #1

CAPÍTULO 3

KIM DAN

Miedo. Eso era lo que sentía el omega, su cuerpo temblaba por el miedo a ser abrazado en contra de su voluntad. Él no quería esto, no quería que su cuerpo se estremeciera por querer que algo, cualquier cosa llenará su interior. No obstante, parecía que su cuerpo no estaba de acuerdo con su mente y poco a poco iba perdiéndose en la exitación y el placer al imaginar que aquel alfa dentro de esa gran habitación lo tomará ahora y allí mismo.

- ¡Ah...! - Gimió y se mordió los labios para callar otro gemido que estaba por salir de su boca al sentir su interior muy caliente y resbaladizo.

El alfa sintió que aquel armonioso sonido fue directamente a su polla, la cuál estaba mucho más hinchada que de costumbre. Le dolía tanto que no lo pensó más y se abalanzó sobre el omega abrazándolo por la cintura tan fuerte que el omega dió un grito ahogado por la sorpresa y su agarre.

- Delicioso... - Oí el susurró grave del alfa contra mi cuello. Aquello me hizo calentar aún más de lo que ya estaba por dentro, logrando que me mojara aún más. -

- Aléjese... - Logré decir con la poca conciencia que me quedaba, luchando por no caer ante el deseo que se expandía por todo mi cuerpo. - Por favor...

Lo último dicho por el omega sonó a muchas cosas y a la vez solo a una... ¿Por favor qué?

¿Quiso decir qué por favor lo tomará? ¿Por favor no lo haga? El alfa no sabía a qué mismo se refería el omega, pero él estaba igual de perdido. Así que, se rindió. Ahora sólo eran un alfa y un omega en celo dentro una habitación con una cama muy amplia.

El alfa pasó su lengua por la nuca del omega saboreando su dulce olor, pues en el sudor pudo degustar su exquisita esencia. Dió un breve gruñido de satisfacción al sentir como temblaba de exitación el cuerpo que sostenía entre sus brazos.

Sin más, cargó al omega y éste envolvió sus piernas alrededor de su cadera. Creando así una deliciosa fricción que les arrancó un gemido a ambos. El alfa repartió besos, succiones y pequeñas mordidas por todo el cuello del omega mientras los encaminaba hacia la cama.

Depositó suavemente al omega allí para después darle un ligero beso en la comisura de sus labios y alejarse. Comenzó a quitarle su camisa, pasándola por encima de sus hombros, brazos y por último cabeza, sonriendo orgullosamente al oler aún más la exitación del omega. Quien no se quería quedar atrás, así que mirando al alfa con ojos acuosos y deseosos, retiro rápidamente su pantalón junto con su bóxer.

El alfa mordiéndose el labio inferior, miró con hambre todo el cuerpo del omega, su cuerpo era demasiado sensual. Sus piernas tan esbeltas como largas, su piel lechosa, su no tan pequeña hermosa y rosada polla, su cintura tan pequeña que hacia ver mucho más anchas sus caderas, sus pezones tan rosados que parecían muy obscenos a la vista, sus hombros, clavículas y cuello lo invitaban a dejar varios chupetones allí, su rostro todo sonrojado por el calor y la vergüenza de estar en celo, sus labios rosados entreabiertos dejando escapar pequeños quejidos por su malestar, su pequeña y hermosa nariz, sus ojos color chocolate brillantes por contener sus lágrimas, sus cejas delgadas dándole un aspecto mucho mas infantil, su cabello castaño desordenado por haber sido acostado hace unos momentos, todo del omega era una verdadera belleza pensó el alfa.

- Al...fa. - Llamé, me sentía demasiado incómodo allí abajo, así que apreté mi mano alrededor de mi polla y comencé a masturbarme abriendo mucho más mis piernas de lo que ya estaban. Miré al alfa y gemí, esperando a que él hiciera algo para calmar esto que estoy sintiendo.

JOO JAEKYUNG

El omega frente a mí era muy descarado y desvergonzado, no dejó ni que le quitará la camisa y ya estaba dándose placer sin siquiera incluirme en aquello.

- Já. - Exhale y reí, peinando hacia atrás con una mano mi cabello. Si creía que que actuando así iba a tener mi atención, pues sí, la tenía. Como buen alfa dominante, no puedo no hacer nada si un omega en apuros me pide ayuda.

La bata que cargaba el alfa se deslizó de su cuerpo, dejando expuesto sus hombros anchos, su amplio pecho, su muy bien trabajado six-pack, su estrecha cadera, a la par de su enorme polla, la cuál estaba erguida orgullosamente en todo su esplendor. Siquiera era del porte del antebrazo del pequeño omega o quizá hasta mucho más grande y gruesa.

La vista del omega no se despegó ni por un segundo de aquel enorme pedazo de carne del alfa. Si ya de por sí antes estaba mojado, ahora parecía una cascada. Una gran cantidad de su jugo del amor brotó de su agujero, esto hizó que se viera mucho más obsceno y deseable para el alfa.

Este último también comenzó a hacer lo que hacía el omega, agarró su gran polla y la masajeo lentamente desde la cabeza hasta la base, sin despegar sus ojos de aquella parte sensible del omega que se contrajo al sentir su mirada intensa clavada en su agujero.

Y bombeo su mano mucho más rápido que antes, enroscando los dedos de los pies y apretando la sábana de la cama, cerrando fuertemente sus ojos, alcanzando así el tan añorado orgasmo. Pero aquello en lugar de aliviar su estado, lo empeoró. Necesitaba mucho más para poder calmarse, así que, aunque aún no se recuperaba de aquel orgasmo, se arrastró a 4 patas hasta llegar al filo de la cama y tomar con sus 2 manos la enorme polla del alfa, quien al sentir sus delicadas y suaves manos en su polla, retiró las suyas para dejarlo hacer lo que desee con ella.

El omega no esperó más y llevó la polla del alfa a su pequeña boca, dándole un ligero beso por un par de segundos antes de meterla en su boca. El alfa gruñó de placer al sentir como entraba en aquella bonita y obscena boquita del omega, dentro se sentía caliente y un tanto resbaladizo por la saliva del omega. Gimió, cuando esté comenzó a chupar fuerte y le dolió.

- Espera,... déjame enseñarte como se hace. - Agarré su cabeza y me retiré de su boca, para meter ahora sí 2 de mis dedos y comenzar a mostrarle cómo debía chupar.  - Envuelveme con tu lengua... eso así. - Seguí metiendo aún más profundo mis dedos, como si fueran mi verga. - Así, sí... succiona y tragame. - Envolvió y succionó mis dedos mirando intensamente cada una de mis expresiones. - Lo estás haciendo muy bien, omega.

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Datazos:

1. El celo de los omegas dura alrededor de 6 días y se da cada 3 meses. En los recesivos no es igual, ellos pueden tener sus celos cada mes, como pueden tenerlo cada par de años durante 4 días, a excepción que pasen su celo con un alfa, estos días se reducen a 1 o 2 días. Eso sí, existe un 2% de  probabilidad a quedar en cinta, de ser así sería un gran milagro el poder llevar a término el embarazo, puesto a que, sus órganos reproductores internos son mucho más pequeños que los de una beta o un omega dominante, dando así bajas probabilidades de que el bebé se desarrollé bien y que nazca prematuro o que tanto el omega como el bebé mueran durante el parto.

2. Los alfas dominantes aunque bien se sabe son muchísimo más demantantes, territoriales y posesivos, tienden a ser muy susceptibles cuando su omega está en celo, les dan lo que ellos necesitan y no exigen mucho, los protegen, es decir, se sienten bien si cumplen con las demandas de su omega. Obviamente, son mucho más protectores, proveedores y obedientes cuando su omega queda en cinta, no necesitan de algún examen físico, puesto a que pueden notar el ligero cambio del aroma en las feromonas de su omega si es que este está embarazado.

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