CAPÍTULO 10

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KIM DAN

- No. Si sigues así no podré contenerme y según tengo entendido no podemos tener sexo hasta pasados tres meses, ya que si lo hacemos antes podrías sufrir de un aborto o algo salga mal con nuestro cachorro. - Me quejé, pero me detuve. Ya tendríamos tiempo después... espera, que estoy pensando. Deben ser las hormonas por el embarazo, sí... las hormonas. -

Así pasaron tres meses desde que el alfa y el omega estuvieron de acuerdo en convivir juntos por el bien del bebé. Hoy iban a realizar un chequeo rutinario para hacer la tercer ecografía de su fresita, pues ese era el nombre que Dan le había puesto a su bebé al momento que vieron el primer ultrasonido, y JaeKyung quiso protestar por aquel apoyo cursi, pero al ver bien la ecografía y oler el aroma dulzón de Dan, dijo que tal vez no era tan feo el apodo.

- Dan, apúrate. Llegaremos tarde a la cita médica. - Escuché gritar a JaeKyung desde el primer piso, pues yo ya llevaba media hora de retraso buscando algo que ponerme, ya que mis camisetas ususales me quedaban un poco más apretadas que antes por el crecimiento de mi bebé. -

- Mire, aún falta 1 hora para la cita con la doctora. No me ande apurando que me estreso y me da la ansiedad. - Amenace desde el segundo piso, y comencé a dirigirme a la habitación de JaeKyung. Fuí directamente a su closet y saqué una camiseta blanca que me llegaba casi a la mitad del muslo, la metí dentro del calentador negro que tenia puesto y me dispuse a bajar ya listo para irnos. -

- Siento haber visto esa camiseta en algún lado, pero no precisamente que tu la hayas llevado puesta antes. Que raro. - Mencionó JaeKyung analizandome de pies a cabeza, yo sólo me encogí de hombros restandole importancia y pase por su costado para salir del departamento, con el siguiendome detrás. -

Al llegar, no tuvimos que esperar mucho tiempo, porque apenas llegamos después de un par de minutos ya era nuestro turno. Entramos y como de costumbre, la doctora me preguntó si sentía alguna molestia, revisó que todo estuviera en orden con nuestro cachorro, entre otras cosas.

- Bien, eso es todo por la cita de hoy... ¿Alguna pregunta o duda que tengan sobre el embarazo? - Iba a contestar que no, pero JaeKyung se me adelantó como siempre y dijo que sí, mientras yo lo miré con cara de cansancio. Todas las citas médicas terminaban en lo mismo, el preguntando y yo ya queriendo salir de aquí para poder ir a dormir o comer. -

- Sí, yo tengo una pregunta, doctora. - JaeKyung se había vuelto un poco más respetuoso con otras personas, y había dejado de querer pelear por su "territorio" cuando estaba cerca de la doctora alfa. - ¿Ya podemos tener sexo... o aún corre algún tipo de riesgo el bebé? - Preguntó seriamente, mientras yo me atragante con mi propia saliva y me sonroje, mirándolo con cara de: te mataré, animal. -

- Bien, según los resultados de los exámenes su omega no ha presentado algún riesgo de aborto, lo cual es muy bueno y sí, ya pasó la etapa de riesgo, pueden tener relaciones sexuales siempre y cuando estas no sean muy bruscas o que se excedan de sus límites. Con límites me refiero a que si su omega le dice que pare porque se siente incómodo o cansado es mejor obedecerlo si no desea poner en riesgo la vida de él y su bebé. - JaeKyung sacó su libreta de apuntes, una que después de la primera consulta había comprado y empezado a llenar con escritos que sólo él conocía, pues cuando se la quise quitar me miró mal y la alzó en el lugar más alto que pudo encontrar. -

- Mhm, anotado. Gracias, doc. - Se despidió y yo hice lo mismo dando una leve reverencia para dirigirnos a su auto. -

- Estoy tan cansado. - Dije luego de sentarme en el asiento del vehículo. -

- ¿Aún no has tenido antojos? - Preguntó y yo negué con la cabeza. -

- Simplemente me siento más cansado que antes, y con dolor de pies. Ya casi no siento mareos o vómitos. - Dije cerrando mis ojos y acomodandome en el lugar. -

- Ya veo... yo últimamente me siento un poco extraño. - Abrí los ojos y lo miré para que continúe hablando. - Bueno, quizá no lo notaste porque duermes mucho más tiempo que yo y tienes el sueño pesado. Pero, hace un tiempo que llevó teniendo náuseas en las mañanas, por ello ya no desayuno contigo. Me da asco el olor de ciertas comidas, en especial los mariscos. Que asco, Ugh. - Hizo una mueca de vómito y me reí, hasta que salió corriendo del auto  para volver a entrar al hospital. -

- ¿Qué te pasó? ¿Estás bien? ¿Te hiciste revisar? - Le lancé un montón de preguntas, pues no tenía buen aspecto. Casi podría jurar que tenía el mismo semblante que yo cuando empecé con las náuseas... matutinas. - Espera... pensándolo bien, a mí se me están quitando las náuseas y a ti... ¿te están comenzando? - Hablé mientras no paraba de reír, eso no podría ser... ¿o sí? -


- No es gracioso. - Me miró enojado, mientras se sobaba los ojos con una mano. Verlo así me hizo dar un poco de pena, pues mirándolo bien, él que es conocido por tener un cuerpo bien trabajado, se veía un poco más delgado y pálido. - Eso mismo me dijo una enfermera. - Gruñó molesto. -


- Pero, y... ¿sí es verdad? Miré, usted a sido el único que durante estos tres meses, se levanta tarde a comer fresas con chocolate o algún otro dulce que tengamos en la despensa. Ya se me hacía raro, pues con lo estricta que es su dieta no creo que le dejen comprar la cantidad de dulces y comida chatarra que compra cada vez que hacemos las compras de la semana. - Argumente mi conclusión, mientras el solo me ignoraba y comenzó a conducir hasta el departamento. -

Al llegar el omega subió las escaleras y se metió bajo las sábanas de la cama del alfa, pues era su lugar favorito para descansar pequeñas siestas. Por otro lado, el alfa se dispuso a cocinar un almuerzo saludable y nutritivo para ambos. Después de terminar de cocinar, comió su parte y guardo la de Dan, pues ya sabía que el omega iba a despertar cuando tuviera demasiada hambre y vendría a calentar su comida. A las 2PM el omega se despertó y estiró, ya su estómago rugía por comida, así que bajo a la cocina donde encontró al alfa.

- Ves. Te lo dije, mis síntomas se han traspasado a tí. - Hablé y JaeKyung dio un brincó del susto, pues lo había encontrado con las manos en la Nutella. - Cualquier excusa que quiera decir será usada en su contra. Esa Nutella era mía y ahora no queda nada. - Hice un puchero y me senté en uno de los asientos de la barra que tenía la cocina. - Ahora, vas a tener que pagar por tus crímenes. Sirveme la comida que tu hijo y yo tenemos hambre. - Quejándose de que era una simple Nutella comenzó a calentar mi comida, mientras yo esperaba tranquilamente meciendo mis pies en el espacio de la silla hasta que este mi comida.









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Eso Dan, tú demuéstrale quién manda. Sácate la verga y parte la mesa en dos JAJAJJA.
JaeKyung, tienes el síndrome este... ¿Cómo se llama? Bueno ese que te da cuando compartes un sentimiento con una persona embarazada, yo que sé, no soy médico.


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No Soy Un Beta #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora