【 undécimo 】

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Beomgyu recostó su cabeza de la ventanilla suspirando lo que hizo que Yunjin se preocupara aún más. Llevaban en el auto aproximadamente veinte minutos en total silencio a excepción de los suspiros y ruidos provenientes de Beomgyu al moverse. No le gustaba presionarlo, pero no lo veía tan bien como para irse tranquila sin siquiera una idea.

—¿Te acuerdas de lo que querías contarme esta mañana? —comenzó a hablar la chica queriendo romper un poco la tensión— Puedes contármelo ahora.

Beomgyu no respondió nada. Sin embargo algo en su cabeza pareció activarse y tomó rápidamente su celular. Revisó algo, tecleó y lo volvió a apagar.

—Huh, necesito que oigas esto en calma, ¿está bien? —por fin Beomgyu respondió— porque realmente no puedo contarte nada, pero confío en ti y necesito tu ayuda.

—Okay Beomgyu, me estás asustando —rió nerviosa.

—Yo lo estoy ahora y mucho.

—Lo siento, continúa —pidió Yunjin.

—¿Te acuerdas que estaba preocupado por la inasistencia de Kang Eunchae en el día de ayer? —asintió— logré dar con ella luego de colgarte. Me llamó su padre, el señor Kang con quien me había reunido anteriormente. Él... —el chico se acomodó nuevamente en el asiento— El señor Kang me pidió que cuidara de Eunchae esta semana mientras él está en un viaje de negocios.

—¿Estás loco? —interrumpió Yunjin mirándolo con los ojos bien abiertos y una expresión impresionada.

—Yo tampoco sé por qué acepté —se sinceró Beomgyu—, pero parecían que realmente necesitaban ese favor.

—Amigo, estás hablando de poner en riesgo tu trabajo por un favor.

—Tenemos un plan.

—¿Quienes, el padre de Eunchae y tú?

—Sí. Nadie debe darse cuenta de que estoy a cargo de su hija por esta semana. Sin embargo, si se sabe diré que es mi prometido y que solo me quedé a cargo de mi futura hijastra —iba bajando el tono de voz gradualmente esperando otro grito de la rubia, pero este nunca llegó.

Yunjin lo miró fijamente por un rato largo. —¿Te comprometiste con el padre de tu alumna? —se limitó a preguntar.

—Es falso.

—Se nota, no tienes un anillo así que nadie creerá esa excusa y perderás tu trabajo por hacerte niñero de una adolescente.

—Buscaré un anillo entre mi cosas y fingiré que es de compromiso si es necesario —se defendió.

—Beomgyu, creo que estás yendo muy lejos con este favor. ¿Hay algo más que no me estás diciendo? Si de verdad tienes una relación con el señor Kang puedes decírmelo.

Beomgyu bufó. —Esa es solo una excusa, Jinnie.

La chica tomó la mano de su amigo al escuchar cómo la llamó. Él no solía hacer eso. Era extremadamente formal incluso cuando no debía. La llamaba "Huh" más veces de las que le gustaría. Solo usaba un apodo en momentos en los que se sentía tan vulnerable que inconscientemente buscaba familiaridad. Le costó mucho tiempo entenderlo y ahora solo sostenía su mano cuando eso pasaba.

—No sé a quién viste, pero esa persona no podrá hacerte nada. Eres Choi Beomgyu, un excelente profesor de Literatura con un excelente puesto en una excelente escuela. Y además tienes a esta excelente amiga que estaría dispuesta a sacrificarse y romperle un brazo a quien se quiera meter contigo.

Cute Inside | TaegyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora