【 quinto 】

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Es increíble como una cosa puede entorpecer todo, incluso aquello que no está relacionado. El efecto mariposa comenzó con una falta de Kang Eunchae sin previo aviso y terminó con el profesor Choi tomando una lata de cerveza en una banca del parque casi a media noche. Una serie de sucesos lamentables con un final amargo.

Las palabras de su compañera de trabajo habían calado en él de formas que no esperaba. Se supone que ese tipo de comentarios ya no le afectan como antes, pero resulta que es mentira. Entre eso y la preocupación extrema por su estudiante no pudo concentrarse el resto del día, siendo reprendido por su supervisor.

Luego su humor comenzó a oscurecerse al punto de llevarlo a ignorar a todo el mundo de camino a casa, incluyendo a la amable señora del primer piso. Entonces al cerrar la puerta se sintió decepcionado de sí mismo por dejar que sus emociones lo dominaran de esa forma. Queriendo pedir perdón salió a comprar algún postre con el que acercarse a su vecina, pero de camino se dio cuenta de que no cargaba dinero ni las tarjetas.

Obviamente decidió pagar con el celular, lo que fue una travesía porque justamente la señal estaba fallando. Y en lo que su móvil reaccionaba se dejó llevar por el atractivo de las latas en el frigorífico. Para cuando logró hacer el pago sintió que era muy tarde como para irrumpir en una casa ajena así que terminó en la banca, con baladas americanas haciéndole susurro a través de los audífonos y una cerveza en la mano tras otra.

You And Me de Lifehouse fue interrumpida por una llamada entrante de Huh Linda Yunjin (quien se había agendado a sí misma) la cual tras mucha insistencia contestó.

—Dime —suspiró dejándose caer un poco más en la banca.

—¿Otra vez deprimiéndote solo como los vagabundos?

—Sí.

Un silencio invadió la línea, pero sabía que su amiga seguía allí porque escuchaba su respiración.

—No vengas —advirtió conociendo su modus operandi.

—Yo también quiero beber bajo el cielo lleno de polución.

—Y yo quiero deprimirme solo.

Aunque adora la compañía de Yunjin, ama mucho más su soledad y más en días como ese en los que incluso la vida dejaba de cobrar un poco de sentido.

—¿Has tenido noticias de la chica?

—Aún no —tras varios intentos de llamada en la tarde se rindió—, pero mañana lo haré de nuevo si ella no va.

—Antes vivía en la zona, ¿no? Es mucho más fácil cuando los chicos no viven tan lejos de la escuela. ¿Y por qué no llamas a su mamá?

—Sí, vivía cerca, y no sé si llamar a su madre. El otro día el señor Kang me advirtió de que solo podía comunicarme con él.

—Es un hombre, Beomgyu, y con todo el respeto por los de tu género, no se le cree a los hombres.

Beomgyu rió por primera vez en muchas horas —¿crees que deba hacerlo?

—Sí.

La hora era imperdonable, por lo que optó agendar la acción para la primera hora.

—Oye Choi —volvió a hablar la rubia—, con respecto a lo que te dijo la bruja de Química, sabes que no es cierto, ¿verdad?

El suspiro se hizo largo y se llevó consigo una respuesta que nunca llegaría. Porque lo sabe, pero también reconoce que una mentira popular es más aceptable que una verdad que saben dos. Entre la señora Go y él, ella es la normal y él solo el raro profesor de Literatura a quien todos tienen en la mira.

—No vayas a hacer nada raro sin avisarme —advirtió Yunjin—, y no te atrevas a dejarme sola en ese infierno.

—No lo haré, tranquila.

Calmar a Yunjin también es calmarse a sí mismo. A él y a sus terribles pensamientos de día de semana en la noche y con un poco de alcohol en las venas. Necesita recordarse que estará bien y que puede estar tranquilo, incluso cuando en días como ese, nada parece estar correcto.

Un par de zumbidos interrumpieron lo que la chica estuvo a punto de decir.

—Creo que es otra llamada.

—Entonces colgaré. ¡Nos vemos mañana!

Bye.

Tras el corte de Yunjin se fijó que la llamada entrante no estaba identificada y dudó en si tomarla o no. Solo unos segundos hasta que la descolgó —¿Hola? —y la voz que pensaba no escuchar en a estas horas se hizo eco en su oído.

—Profesor Choi, buenas noches. Soy Kang Taehyun, el padre de Chae.

—Señor Kang, estuve intentado contactarme con usted temprano —el alcohol parecía haber abandonado su sistema desde que se presentó el hombre del otro lado de la línea.

—Disculpe por eso.

¿El señor Kang disculpándose? Aunque se sentía mal por juzgarlo tras poca interacción, la verdad es que en su primer dejó mucho por desear.

—No se preocupe, pensaba volver a intentarlo mañana si la estudiante volvía a faltar.

—Con respecto a eso, yo... —sonaba dudoso, como si pensara mucho lo que diría— ¿podría hacerme un favor?

—Claro —no podía estar pidiendo nada grande—, no hay problema.

—La cosa es que sí puede ser un problema.

Las alertas se dispararon en su cabeza.

—¿Le pasó algo a Eunchae? ¿Está bien? Señor Kang, por favor dígame. Haría cualquier cosa ahora mismo.

Del otro lado de la línea solo se escuchó un suspiro que dejó desconcertado a Beomgyu. La desesperación por saber qué le ocurría a su alumna lo estaba carcomiendo.

—Señor Kang, por favor dígalo.

—Creo, creo que esta es la razón por la que le voy a pedir esto y espero no sonar como un loco. Pero, ¿podría cuidar a Eunchae por mí esta noche?

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R-O-C-K ME AGAIN! R-O-C-K ME AGAIN! R-O-C-K ME AGAIN~! I WANT YOU TO ROCK ME, ROCK ME, ROCK ME, YEAH!

Ustedes me ven así normal, pero si me ponen a One Direction me desconozco, xd.

¿Cómo están pequeñas haditas que leen esta historia? A mis dos o tres fieles lectorxs de Cute Inside, les dejo besitos en sus frentecitas bonitas.

Se les quiere un montón ^^.

¡Moatori se despide! <3

Cute Inside | TaegyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora