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⚠ A D V E R T E N C I A ⚠

Este capítulo trata temas sensibles para los espectadores, tales como: Ansiedad y problemas alimenticios.

Leer bajo su responsabilidad, ya que puede incomodar a ciertos lectores.

Gracias.
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Los viales se habían entrelazado, Draco y Arabella podían sentir sus fríos alientos y como a pesar del frío que había en la enfermería, ellos sentían que hervían de pies a cabeza, incluso sentian como su piel estaba erizada.

Draco quería que no hubiera más palabras, quería que la distancia entre ellos se acabará, quería tenerla cerca, quería besar su labios, pese a que estuvieran lastimados, quería que lo tomara en un abrazo y lo apretara, no importaba si lo lastimaba. Estaba dispuesto a que después de ese momento, si ella le ordenaba algo, lo haría sin rechistar, no quería nisiquiera negarse a nada de lo que ella pudiera decir. Estaba a sus pies, aunque ella no le regalara ni un beso. Aquel contacto fue tan fuerte que lo hizo sentir tan estupido por invitar a Pansy al baile, tratando de darle celos, porque para él, no había ninguna comparación.

Por otro lado, Arabella se debatía entre morder la manzana prohibida o no. Sabía que estaba mal, puesto que sus padres se habían esmerado en meter ideas erróneas de Draco en ella, sin embargo, Draco era la personificación de un ángel enviado por el mismo diablo, que la tentaba a cometer aquel pecado al besarlo. A pesar de lo amargo que podía ser Draco, ella muy bien sabía que era dulce, muy dulce, pero apesar de la cercanía entre ellos, sus pensamientos le impedían acercarse más.

-Mi mente sabe que no es bueno para mi, pero ¿Por qué siento que mi corazón está hecho para él desde antes de nacer? Es que, no puedo...-Pensó Arabella.

Instantáneamente, Draco cambio su expresión, como si hubiera escuchado los pensamientos de la chica e intento separarse, lo más rápido que pudo.

-L-Lo siento, no es lo que piensas, yo me refería a...-Balbuceo Draco, dirigió su mirada a los viales y trató de separarlos, mientras sus manos temblaban.

Arabella dejó salir un suspiro, ella a pesar de lo que pensaba, quería que sucediera, sin embargo su indecisión no logro ayudarla.

-No... Yo lo lamento.-Murmuro la chica y le ayudo a Draco a separar los viales, notando que las manos de su amigo eran demasiado cálidas, en comparación a las suyas.-Tus manos están muy cálidas...

-Y las tuyas muy frías...-Le respondió Draco y finalmente separo los viales, para después tomar las manos de Arabella entre las suyas y tratar de calentarlas.-Lamento no haber podido terminar de limpiar tu sangre, pero casi no queda nada, solo el labio, pero una vez regrese la señora Pomfrey la desaparecerá.

-Creo que la conservaré hasta que desaparezca, es como una marca de guerra.-Y ella, confiada entrelazo sus manos con las de Draco.

-Bueno, igual te hace ver muy rebelde, si eso es lo que quieres aparentar.-Draco sonrio y acaricio las manos de su amiga.

Luego de eso, ninguno volvió a mirarse a los ojos, solo miraban sus manos entrelazadas. Hasta que llegó de nuevo la señora Pomfrey junto al profesor Snape, que se quedó mirando como tenían entrelazadas las manos y apenas dejó ver una leve sonrisa en sus labios y mantuvo su semblante serio.

-Me comentó la Señora Pomfrey que hubo un problema en la sala común de Slytherin, ¿Me pueden contar que paso?-Les cuestiono el profesor Snape.

-Profesor, yo...-Quiso responder Arabella.

《 E f e c t o  M a r i p o s a . 》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora