Después de rendir mis silenciosos homenajes al duque, homenajes que habían sumado una nueva entrada en su historial de momentos embarazosos, abrí de un golpe las puertas del carruaje y salí corriendo en cuanto éste se detuvo.
Enfurecido, el duque había estado a segundos de abofetearme.
¿Por qué iba a recibir ese golpe cuando podía huir? Cuando huí, el duque, como el cerdo gordo que era, se cansó de perseguirme rápidamente.
No podía tenerme atada y amordazada de rodillas por mis constantes insinuaciones sobre cómo no querría meterse con la prometida del emperador.
Esas palabras sólo podrían protegerme hasta que me él me dejara. Una vez que me deje, será mejor que huya.
—Mi señora, ¿qué es...?
—¡Lucy! Espera, tráeme esto.
—¡Mi señora!
Cuando volví a mi habitación, sin molestarme en cerrar bien la puerta, me quité el vestido y se lo entregué a Lucy.
—Así me gusta más.
—¿Esto es... vino? ¿Por qué es tan...?
—Pasaron cosas. Ahora me lavo. ¡Puedes tirarlo!
—Como quiera, mi señora.
Tras escuchar la desconcertada respuesta de Lucy, corrí al baño. Rápidamente terminé mi baño, y luego salté a mi cama.
¡Qué día tan satisfactorio!
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Cuando amaneció. Empecé a escribir una carta alegremente.
—A Su Majestad, señor supremo del sol, la luna, el viento, la flor, el árbol, el pájaro y... etcétera de Calior.
Lo mejor sería que aquella locura hubiera llevado directamente al fin del compromiso. No es que no lo esperara, pero, por desgracia, era muy poco probable que las cosas se resolvieran tan fácilmente.
Y no quiero hacer nada demasiado precipitado que le enfade lo suficiente como para matarme. Era importante hacerlo de forma continua, sin cruzar la línea. Tenía que ceñirme a la línea para seguir siendo la loca inofensiva, pero que no querrías tener cerca de ti.
El tirano era desconfiado por naturaleza, después de todo. El contenido de la carta no era tan apremiante.
—Tenemos que decidir cuándo volver a vernos.
El emperador y su prometida debían verse un par de veces al mes. Después, los detalles de la reunión deben ser escritos. Era una relación muy pública.
—Una fecha fija. Entonces, listo.
Había escrito una carta llena de oratorias para fijar una fecha para nuestro próximo encuentro obligatorio. Seguiría haciendo esto de ahora en adelante. No debía molestarlo demasiado, así que le dije que acomodaría mi agenda a la suya. Bonito. Elegante.
<Oratoria: pretende convencer a las personas para que actúen de una cierta manera o tomen una decisión.>
—Me pregunto...
¿Qué diría?
Si envía un horario, significa que la actuación de ayer apenas le afectó.
Si realmente envía un horario... tendría que pensar en algo más sustancial. Realmente no le importa reunirse con su prometida, así que probablemente sólo me vería en el palacio.
—Urgh, ojalá enviara una nota diciendo que quiere terminar.
Entonces me escaparía con el poco dinero que le dejó la madre de Scarlett y empezaría a concentrarme en cómo ganar dinero para tener una vida rica.
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10 Formas de Enamorar a Un Tirano
Storie d'amore10 formas de ser abandonada por un tirano. Ese es el título correctamente traducido. Volumen 1. Títulos: Ten Ways to get dumped by Tyrant (Inglés), 폭군에게 차이는 10가지 방법(Coreano). Autor: 서귀조 , Mismo autor que Cuando la villana ama. (En inglés es Gwijo Se...