"Te convoque, por favor ven a mi... no entierres los pensamientos que realmente quieres"
Nunca quise ser el rey, jamás lo hubiera escogido de haber tenido la posibilidad, pero el destino me tenía preparado un futuro lleno de soledad y oscuridad, sin...
El día del parto llegó y tenía mis nervios a flor de piel ya que solo esperaba que todo saliera de acuerdo a lo planeado y que Lisa no sufriera demasiado, sin embargo, llegó la noche y seguía detrás de las puertas de la habitación esperando y escuchando los gritos de dolor de mi esposa. De repente todo sonido cesa, solo se escucha el sonido de la puerta siendo abierto y la matrona saliendo con un pequeño bebé en sus brazos.
- le presento al nuevo príncipe majestad - me levanto abruptamente para acercarme mientras ella coloca el cuerpo de mi hijo en mis brazos, tiemblo cuando veo a ese pequeño abrir sus ojos mientras los míos se humedecen.
- ¿cómo esta lisa? - le pregunto a la mujer delante de mí mientras acaricio la carita de mi bebé.
- está descansando, fue un parto duro, pero se encuentra bien de salud - afirmo con la cabeza mientras me dirijo a ver a mi esposa, me siento a su lado y la veo dormir plácidamente.
- eres increíble - le digo mientras acomodo a nuestro hijo en su cuna y vuelvo a tomar lugar a su lado, mis dedos acarician su pequeño rostro y una sonrisa adorna el mío. Me siento pleno y completamente feliz en este momento, algo que jamás pensé que lograría en mi vida, pero que un angel se encargó de demostrarme que era posible para mí con sus actos y sus palabras.
Los siguientes días pasaron y yo cuidaba al bebé mientras Lisa descansaba, en los momentos en los que lo alimentaba me quedaba admirándolos y mi mente volvía a aquel día en que unos grandes ojos color miel me miraron por primera vez, vuelvo a sentir esa pizca de odio hacia mí por tratar a Lisa de esa manera, sin embargo, agradezco el cómo pasaron las cosas, aunque haya tenido que perder a un familiar, pero prefiero mil veces su muerte que el perderme todos estos bellos momentos al lado de mi familia. Por primera vez en mi vida...
Soy feliz.
Fin
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Mil y mil gracias por todas aquellas personitas que le dieron la oportunidad a esta loca idea dentro de mi cabeza, los quiero mucho y nos leemos en mi siguiente locura.
