Recordando tu sombra y conociéndote ahora

Rememorando

Soy Wei wuxian, Wei yin para quien me conoce bien, aquellos de mi círculo cercano, quienes de unos años al día de hoy han disminuido.
Solía ser diferente, tenía mil amigos, al menos eso era lo que yo sentia en aquel entonces, el mundo era un libro abierto, todo era genial y divertido. Yo era alguien distinto, todos me agradaban, podía acercarme a las personas alegremente y entablar fácilmente pláticas graciosas e interesantes, lo que hacía que les agradase, a ellos también les gustaba tenerme cerca.

¡Cielos! En aquel entonces como adoraba reír, saltar y correr en todas partes. El mundo, mi mundo, brillaba hasta que lo teñí de rosa, uno que era suave pero bonito, delicado...inocente. Pero se tiñó de tonalidades más fuertes hasta ser un intenso rojo que acabo en convertirse en negro. Ahora es un triste azúl, pero aún así es bonito y me agrada. Me agrada mi nuevo yo de un modo u otro. Sé podría pensar que el cambio que hubo en mi personalidad es deprimente, la verdad no lo sé, pero tiene su encantó, al menos para mi lo tiene.Ya nunca más volveré a mi antiguo yo, me dá un poco de pena pero estoy bien con ello.

Cuando estaba en el Instituto fue la época en que comenzó todo. Como dije anteriormente, yo era alguien distinto, un joven alegre, risueño e inquieto que le encantaba divertirse y correr de un lado al otro. Imaginarán acertamente que un chico como lo era yo no fue exactamente un estudiante modelo. Tenía problemas en mi rendimiento académico.

A los profesores que sentían que encargarse de mí de manera individual era mucho esfuerzo al estar a cargo de otro montón de estudiantes, se les ocurrió asignarme un tutor, un chico un año mayor que me ayudará a poner los pies en la tierra. ¡Ja! ¡Vaya que lo hizo!

Él era un chico serio, estudioso, sumamente responsable, a diferencia de mi, él de ningún modo era un libro abierto, honestamente nunca qué lo que realmente pensaba, a medida que pasa el tiempo más me doy cuenta de ello. Es decir siempre tuve esa sensación de no saber que pasaba por su mente, pero en algunos momentos tuve impresiones de en que podría él estar pensando, pero luego me dí  cuenta que me equivoque en esas suposiciones. Yo era muy ingenuo, supongo que aún lo soy pero ya no tanto.

Como sea, este chico Lan zhan, en aquella época; porque así lo llamaba al sentirlo cercano, después fue Lan Wangji, cuendo lo desconocía por completo y justo ahora no sé, todo es confuso; de cualquier modo en esa época indudablemente era Lan zhan, mi tutor reservado y atractivo con quién me reunía todos los viernes después de clases para reposar algunas lecciones.
No mentiré, ¡era tedioso y aburrido, en verdad quería huir de ahí!, pero él era guapo, su forma de hablar era muy educada y a la vez mostraba que era un chico sumamente culto. No sé si desde la primera vez me flecho con su sola presencia o en ese momento se limitó a dejarme impresionado con su modo se ser tan digno que se diferenciaba mucho de mí. Fuera lo que fuera me provocaba de algún modo un magnetismo innegable y por eso sedí a la tutoria de buena gana, relativamente, porque claro, hice pucheros y me quejaba constantemente, pero no hice más y asistí sin falta a esas sesiones.

Quería conocerlo, decifrarlo, aunque sea un poco, comprender como podía existir alguien como él y como yo tan distintos, quería saber si pesé a esas diferencias era posible que nos llevaramos bien, o si terminariamos por repudiarnos o acabarían las tutorías por  no ser nada y él se iría por un lado y yo por otro.

Tenía curiosidad y supe que en definitiva detestaba la idea de que fuera la última opción, deseaba que fuera la primera más que nada. Entonces desde que empezaron las tutorías mostré mi mejor sonrisa y trataba de esforzarme en esas sesiones a las que iba con mucho entusiasmo. Él me veía con ojos indiferentes los primero días, luego con ojos irritados y lo empecé a molestar.

- Oye Lan zhan si sigues viéndome con esos ojos furiosos se te van a salir y seré regañado por dejarte ciego, mejor sonríe para variar que sí no del enojó hasta te vas a enfermar- lo dije haciendo muecas para que sonriera, sostuve ambos lado de mi boca hacia arriba indicándole que  me imitara.

-Deja de caer en distracciones improductivas y desagradables, gastas tanto mi tiempo como él tuyo- Se quejó mientras centraba su vista en libros y me evadia por completo.

Quien iba pensar que al cabo de unos años esa situación se iba a invertir por completo.

Igualmente, al ver su reacción no supe si molestarle más o tratar de ser muy amable para cambiar su impresión de mí. Porque como pensé, su indiferencia era horrible pero su disgusto hacia a mi también lo era. Entonces tenía que idear la manera que el viera con buenos ojos ¡por lo menos como un amigo me tenía que ver! No uno muy íntimo, pero si alguien  con quien de momento le agradaría estar, alguien a quien casualme puede platicar derrepente de alguna situación superfisial cualquiera. No era mucho pedir, ¿o si?

Ha estas alturas no sé si hice lo correcto o no. Si hubiera aceptado que fuera indiferente ¿Habría sido todo más fácil para ambos?

Nos habríamos reencontrado y dicho -Oh, tu eras la persona con quién estaba en sesiones de tutorías, nos volvemos a ver- hubiese sido un encuentro curioso y simple, sin más. Pero ese no era el destino. Yo de verdad quería agradarle. Estaba decidido así que empecé a observarlo después de clases. Y entre ellas, mis ojos donde quiera que estuviera empezaron a escanear a mi alrededor por si él aparecía y si lo hacía trataba de ver disimuladamente que hacía, mientras yo continuaba con mis asuntos.

Quería enterarme de que le gustaba o disgustada, sus pasatiempos, el clima que prefería. ¿Por qué no preguntarle directamente y tratar de hacer plática? Porque ya lo había intentado y había fallado.

-Cielos, siento que es demasiado estudio ¿podemos tomar un pequeño descanso?-  dije en alguna sesión intentando hacer una plática casual que no se centrará únicamente en lo académico.

-Como quieras, mientras descansas yo voy a leer un libro- me respondió seriamente, completamente apático.

-Oh vamos, porque no tomas un momento para relajarte también y aprovechamos para charlar un poco- Trate de animarlo y de socializar un poco con él.

- No gracias, prefiero leer, pero en cuanto estés listo retomaremos el estudio- el tomo un libro detrás de él y se sumergió en este por completo. Definitivamente no le interesaba ese tipo de charla conmigo.

Entonces por mi cuenta tendría que buscar algo que le agrade para que quisiese hablarme amistosamente. ¡Entonces por fin ganaría su amistad¡ por ello debería averiguar sus gustos y afinidades por mi cuenta.