Capítulo III

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En la clase de pociones conocí al profesor Severus Snape, mi padre ya me había hablado sobre él, según su carácter tan hosco se debe a todos los tropiezos que ha tenido en su vida, pero también dijo que no es una mala persona. -Becca. 

Al salir rápidamente hacía mi siguiente clase, choqué con alguien, ambos caímos al suelo y al levantar la mirada vi que era ese chico de cabello castaño con ligeros rizos y una cicatriz en la ceja derecha, muy apenada solo le dije -lo siento mucho, ¿estás bien?- , Él de manera fría respondió -deberías tener más cuidado- 

Lo observé con detenimiento mientras hablaba y vi que tenía una ligera cortada en la mano -te lastimaste, déjame ayudarte- Sin decir una sola palabra solo me analizó como yo tomaba su mano y ponía una curita en color rosa, era lo que yo traía en ese momento, no sabía que decirle -probablemente no combine con tu estilo tan oscuro, pero es lo único que tengo- Ante esto solo puso una cara de confusión, entonces agregué -me tengo que ir, Mattheo- Di unos cuantos paso, cuándo escuche su voz diciendome -Oye, ¿cómo sabes mi nombre?- Intenté parecer coqueta y respondí -las chicas hablan sobre ti- Y de esta manera continué con mi camino. 

Me quedé observando aquella curita que esa chica me había puesto, como fue posible que dejara que alguien pusiera una mano sobre mi, sentí que ella fue cálida conmigo y su preocupación fue genuina, tomé un tiempo para pensar en lo que había pasado, pues era la primera vez que no tenía que ser duro con alguien. -Mattheo-

-¿Qué mierda traes puesto en la mano?- La voz burlona de mi hermano. 

-No es nada, solo me corté- respondí.

Pero Tom intentó quitar ese pequeño regalo que ella me había dado y argumentó -no me digas que puedes tolerar crucios, pero no una simple cortada, quítate eso- 

Bruscamente me alejé y respondí -déjalo, me gusta como se ve- 

Para evadir su fracaso, Tom cambió el tema -como quieras, escuché que llegó una estudiante nueva, ¿quién es?- Tom no se había aparecido durante todo el día, no fue testigo de la entrada de Becca, y yo no le facilitaría las cosas, así que respondí -no es importante, ya vamonos- Nos fuimos por caminos diferentes, pero yo sabía que esa conversción aun no se acababa. 

Tuve un par de clases, antes de tener un descanso, en mi tiempo libre quise ir a conocer la casa a la que pertenecía, en cuánto llegué, vi que era un lugar con una estructura clásica, pero elegante, sus acabados finos y sin duda se sentía una vibra algo fría. -Becca.

Caminé y escuché un voz -¿quién carajo está ahí?- No era el recibimiento que esperaba, pero respondí -¿hola?- Vi como se acercaba a mi alguien alto y delgado, recordé lo que las chicas dijeron y ese que estaba frente a mi era Tom Riddle. 

-¿Qué haces aquí? tu eres la nueva, no es así? ¿Quién mierda eres?- Tom.

Como los hermanos Riddle pueden ser tan diferentes, Mattheo no fue el más amable, pero por lo menos no me insultó; pensé, solo podía decir una cosa y fue -nadie que te importe- Él estaba por decir algo, pero alguien azotó la puerta y gritó -¿dónde mierda está? Grindelwald, te estaba buscando- Draco entró gritando mi nombre, no podía creer como en mi primer día ya me hubieran insultado dos veces, vi como Tom observaba confundido nuestra discusión. 

Ya estaba dentro de esta discusión no me podía dejar ganar -¿qué quieres Malfoy?

-Que sea la última vez que te metes en mis asuntos- Draco amenazó. 

Uno de mis dones es el control mental, eso significa que puedo entrar a la mente de cualquier persona; leerla, manipularla y controlarla, aunque es una actividad que me cuesta un poco hacer, Draco no lo sabía y su mente estaba vulnerable, así que entré a ver sus secretos, él había utilizado contra mi la ausencia de mi varita, descubrí algo que podía utilizar a mi favor y lo hice -Draco, por que no solo le dices que te gusta- 

La expresión en su rostro y el tartamudeo al hablar lo delataron, pero él lo confirmó con su respuesta -¿qué? ¿qué mierda dices?, no me gusta Hermione- Yo sabía que ya había ganado esta discusión, así que con una sonrisa dije -yo jamás mencioné a Hermione- 

Draco no tuvo más que decir -vete al infierno, Becca- 

No me importaban sus insultos, así que respondí -pero tu vendrás conmigo-

-Estás advertida, Becca- Amenazó.

La conversación estaba siendo aburrida,  y dije -como sea, me voy, no tengo tiempo para estar lidiando con tu narcisismo- 

Al salir coincidí con Mattheo que él estaba entrando a la sala, no dijimos ni una solo palabra, solo compartimos miradas. -Becca. 

-Esa maldita- Draco

-¿Qué te hizo?- Tom

-Intentó humillarme- Draco

Escuché la conversación que Draco y Tom tenía sobre lo que había pasado hace unas horas con Becca, fue sorprendente que defendiera a la sangre sucia, pero fue aún más que no le tuviera miedo a Draco. -Mattheo.

Me metí en la conversción y dije -y lo consiguió-

Con una cara molesta Draco dijo -¿tú también estás de su lado?

Aunque es de admirar lo que Becca hizo, debía ser imparcial -solo digo lo que vi, no estoy del lado de nadie- 

De alguna manera Tom ya la había conocido y agregó -tiene agallas y es bonita- Sus comentarios me hicieron sentir traicionado. 

-Lo único bueno que tiene es el apellido, pero si sigue defendiendo a los sangre sucia, lo va a terminar deshonrando- Draco argumentó.

Quise decir algo, pero Tom se adelantó -por cierto, ¿te gusta Hermione?- Draco lanzo una mirada lasiva y dijo -¿qué te pasa? yo jamás estaría con una sangre sucia- Draco salió de la habitación y yo pregunté -¿por qué piensas que le gusta la sangre sucia?-  La respuesta de Tom me sorprendió, no sabía que prestaba tanta atención -Becca lo insinuó y Draco se puso nervioso- 

-¿Crees que sea verdad?- pregunté.

-No me importa, solo no quiero que se distraiga, ni tú tampoco- Claro las preocupaciones de Tom de debían a los estúpidos planes de nuestro padre. 

Me fui pensado en que Tom haría hasta lo imposible por cumplir las órdenes de papá, pero es mi hermano, no puedo simplemente darle la espalda, y estoy seguro que en algún momento nos liberaremos de Voldemort. 



Magia, venganza y amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora