Magia, venganza y amor

Capítulo XIX

Vamos a cometer errores muchas veces en nuestra vida, aprendemos más cuándo nos equivocamos que cuándo acertamos, pero el quitarle la vida a una persona a la que considerabas tu amigo, puede hacerte tanto daño. 

Por primera vez en su vida, Becca se sentía peligrosa. Siempre se había considerado una mujer fuerte y poderosa, pero esta vez no tenía control y lo peor es que ya no sentía sus poderes. 

Así como desaparecieron, también podían regresar, ¿qué pasaría si volvía a perder el control?

—Para decir que sufres, te vez muy feliz —la voz se Cedric resonaba en la mente de Becca.

—No eres real —Becca cerró los ojos. 

La respiración de Becca se agitó, cerró los puños para no perder el control dentro de clases.

—Lo fui, hasta que me mataste.

—Perdóname, yo no quería hacerlo— Becca alzó la voz, llamando la antención de los demás.

—Señorita Grindelwald, ¿está bien? —la profesora Minerva se acercó. 

—S-sí— Becca se levantó de su lugar—  yo solo necesito ir al baño.

Becca caminó por los pasillos sin prestar atención a su alrededor, solo escuchaba la voz de Cedric en su mente. 

—Me quitaste mis sueños.

—Déjame en paz —Becca se golpeaba la cabeza con las manos. 

—Yo también te pedí piedad.

—Por favor, solo perdóname— las lágrimas de Becca aparecieron. 

—Dijiste ser mi amiga y me mataste.

Antes de que Becca pudiera derrumbarse, la voz de Cedric fue sustituida por otra. 

—Becca, ¿estás bien?

—Sí, que bueno que estás aquí.

—Estás pálida —Timothée se acercó a Becca, sin tocarla. 

—Mi mente está muy confundida —Becca murmuró. —Quiero escapar de mis pensamientos.

—Tal vez tenga algo que te pueda ayudar.

—¿Qué cosa?

Timothée saca de la bolsa de su pantalón, un porro y se lo ofrece a Becca. 

—Yo nunca he fumado.

—Te va a relajar la mente.

—No sé cómo hacerlo —Becca observó el porro sobre la mano de Timothée.

—Solo tienes que tomar un poco, inhalar y luego soltar el humo.

—No estoy segura si debería.

—Es tu decisión, que te quede— Timothée tomó la mano de Becca y dejo el porro—. Si necesitas más, solo dime.

Timothée dejó sola a Becca. 

Becca entró al baño y al ver su reflejo en el espejo, Cedric volvió. 

—Me quitaste la vida, así que ahora haré miserable la tuya.

—Cedric, perdóname. No pude controlar mis poderes y ahora solo ya no los tengo.

Becca acercó el porro a una vela y se dejo llevar. 

Las clases terminaron, Becca se ausentó la mayor parte de ellas, las últmas horas había estado fumando. 

Mientras que Astoria y Pansy la buscaban por la escuela.

—¿Alguien ha visto a Becca? —Astoria preguntó a un grupo de estudiantes.