Capítulo IX

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El resto de la tarde estuve en mi habitación sosteniendo contra mi pecho el collar que Mattheo me había regalado, solo podía pensar en todo lo que había pasado últimamente. Primero él me muestra su lado más vulnerable, luego pelea por mi y ahora me regala un collar. Entiendo que solo es un collar, pero Mattheo no parece ser el típico chico que regala collares a cualquiera, ¿será cierto lo que dice Pansy?, ¿le gustaré a Mattheo Riddle?

Un golpe en mi puerta interrumpió mis pensamientos, abrí la puerta y vi que era el chico de hace un rato, me observó con asombro  - Hola Becca,¿aún no estás lista?

- Lista, ¿para qué? - respondí.

- ¿Lo olvidaste? Hace rato hablamos y te dije que pasaba por ti a las siete.

Estaba tan concentrada en encontrar a Mattheo, que no presté atención a la conversación con Timothée, pero si recordaba haberle dicho que sí a su salida - Cierto, disculpa. Ahorita me cambio y salgo.

Me apresuré a cambiarme y al salir él estaba pacientemente esperando - Bien, ¿a dónde iremos?

- No muy lejos, ven.

- Becca, ¿a dónde vas? - Pansy

Era la persona que menos quería que me viera con Timothée - Pansy, voy con Timothée a caminar. Te veo al rato.

- Con cuidado. La quiero sana y salva Wildsmith - Pansy advirtió. 

- Claro que sí - Thimothée

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Los rumores corren rápido y más si involucran a dos mejores amigas. En la sala común de Slytherin, Pansy llegó con un nuevo tema de conversación para platicar con Astoria, solo que quizás sería un tema que afectaría un poco a Mattheo Riddle. 

- Astoria, no vas a creer - Pansy.

- ¿Qué pasó? Cuéntame - Astoria

- Becca y Timothée tienen una cita - 

- Becca con Wildsmith, no te creo -

- Pues créeme, acabo de hablar con ellos.

Mattheo atentamente escuchaba la conversación. 

- Y a ti ¿qué te pasa? - Tom se dirijió hacia Mattheo. 

- Nada - respondió Mattheo. 

- De repente empezaste a fumar y solo cuando algo te enoja lo haces - Tom añadió.

- No es nada, déjame.

- ¿Es por Becca?

- Cállate y déjame en paz - Mattheo contestó mientras se movía fuera de la sala. 

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Mientras tanto la cita entre Becca y Timothée apenas comenzaba en la torre de astronomía de la escuela, una bonita noche llena de estrellas, que mejor ambiente para una primera cita. 

Caminé con Timothée y me pidió que cerrara los ojos, dijo que tenía una sorpresa para mi. Estaba un poco impaciente, - ¿Ya puedo abrir los ojos? - pregunté.

- Aún no, espera un poco más - respondió Timothée mientras me acomodaba. 

Tomó mi mano y añadió - Listo, ábrelos.

El cielo estaba deséjado, la noche era perfecta, sonreí y luego dije - Este lugar es hermoso y la vista es increíble.

- Sabía que te gustaría. Ven siéntate aquí - Timothée me guió

- ¿Vienes muy seguido aquí? - pregunté

- Si es tu manera de preguntar si he traído a otra chica aquí, la respuesta es un no.

- No es eso, mi pregunta fue literal.

- Vengo solo en ocasiones especiales.

- ¿Y hoy es especial? - era todo un experto en esto, coqueteando cada que tenía oportunidad; pensé. 

- Si, porque estas conmigo - respondió con una sonrisa

Timothée se levanto, extendió su mano y me dijo - Ven baila conmigo

- Pero no hay música - respondí.

- No la necesitamos

Timothée tarareaba una canción, podía sentir su respiración muy cerca de mi, tenía sus manos sobre mi cintura y mis brazos estaban rodeando su cuello; todo esto era perfecto, pero yo solo recordaba a Mattheo y deseaba que fuera él quién estuviera aquí conmigo. 

Una voz interrumpió nuestro momento, era Potter - Ya es tarde, no deberían estar aquí.

- Si, ya nos íbamos - respondió Timothée

Timothée me acompañó hasta mi habitación, al llegar el rompió el silecio que había entre los dos - Es una lástima que Potter interrumpiera nuestro baile, me gustaría retomarlo pronto.

- Igual a mi - conteste.

- Descansa Becca -

- Descansa - respondí mientras cerraba la puerta y tomaba mi collar entre mis dedos. 

Prendí la luz de mi habitación y ahí estaba sentado, mirándome fijamente; se veía preocupado o tal vez celoso. 

- Mattheo, ¿qué haces aquí? - pregunté.

- ¿Te asusté? - contestó. 

- No, pero ¿cómo entraste?

- Eso no importa. ¿Qué tal tu cita con Wildsmith?

- ¿Tu cómo? Ah pansy - me sorprendió que le interesara mi cita. 

- Si, pansy.

- ¿Estás aquí por Timothée?

- No, Becca - respondió mientras se acercaba lentamente a mi.

- ¿Entonces?

- Solo quería saber cómo estabas

- Estoy bien. Ahora si me disculpas quiero descansar - respondí mientras me dirigía a la puerta.

- Sí claro - Mattheo caminaba a la salida y justo antes de irse voltéo y añadío - Estoy aquí porque.  

Mattheo hizo una pausa muy larga, entonces interrumpí - ¿Por qué?, ¿Por qué Mattheo?-

- Estoy aquí porque me vuelves loco, no dejo de pensar en ti, mi respiración se acelera cada que estas cerca de mí, de alguna manera tu sola presencia llena mi corazón. Solo quiero besarte, Becca.

Las mariposas volvieron, Mattheo estaba tan cerca de mi que podía escuchar como latía su corazón y creo que él podía escuchar el mío - Yo... no sé qué decir - respondí ante su confesión. 

- Becca, me gustas.

Me acerqué a Mattheo y rocé mis labios contra los suyos, eran suaves. Todo pasaba tan rápido y lento a la vez, pude sentir como sus brazos rodeaban mi cintura y me atraía hacia él. Su beso era cálido, tierno, pero con un toque de pasión, se sentía como si él me necesitara, pero creo que yo era la que lo necesitaba a él. 

Sabía que esta ola de pasión pertubaría nuestro juicio, así que me aparte de él y dije - Creo que deberías irte y platicamos mañana.

- Solo no olvides lo que te dije - Mattheo me dio una beso en la frente y salió de mi habitación. 

No sabía que un simple beso podía provocar una noche de insomnio y que tantos pensamientos llegarían a mi mente. Ahora estaba segura de lo que sentía por Mattheo y también de lo que él sentía por mi, pero había mucho de que hablar, desafortunamente nuestros padres habían creado una rivalidad.

La noche anterior Mattheo había estado en este mismo lugar para que yo curara sus heridas, y esta noche él con un solo beso; curó las mías. 


Magia, venganza y amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora