¿Por qué lo llamé?

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No pasó mucho tiempo para que las lágrimas comenzaran a salir, no conocía la razón, pero solo un nombre venía a su cabeza "Gregory House". Un hombre que lo único que le hizo fue ser honesto, no entendía el motivo de sus lágrimas, pero no importaba. Se sirvió un "último" vaso de Whisky seguido de otros diez "últimos" vasos del mismo licor. No había razón para tener la extraña sensación, pero intentó entender, era psicóloga después de todo así que buscó patrones de comportamiento fuera de lo común, una anomalía en la rutina o en el día. No encontró absolutamente nada, nada a excepción de la rubia adolescente diciendo que House era su novio o algo así, descartando la idea tan rápido como había llegado pues lo que sea que haga Gregory con quien sea le importaba poco o más bien nada. Se fue a dormir para dejar de darle vueltas al asunto.

Su sueño fue bastante extraño, un hombre que no pudo reconocer de la mano de la adolescente que vio en el estacionamiento, ella corría detrás de ellos, pero no podía alcanzarlos, desesperada gritaba su nombre, pero parecía que era muy tarde, ella no importaba.

Se despertó desesperada, vio el reloj "11:57 pm", la ciudad parecía normal así que tomó su teléfono y aun adormilada buscó en sus contactos y marcó su número esperando tener respuesta. Escuchó la voz del hombre al otro lado de la llamada, un tono profundo y sensual, tal parece que el hombre se encontraba durmiendo "¿Qué quieres Blackwell?" Dijo la voz al otro lado del teléfono. "¿Quién era la rubia del estacionamiento?" Soltó la menor "¿Para eso hablaste?" "Solo olvídalo, mañana no podré asistir a trabajar, me las arreglo con Cuddy en la mañana. Descansa House" Dijo la menor para después cortar la llamada.

House le regresó la llamada tres veces sin obtener respuesta, intentó dejarlo pasar, pero le intrigaba el motivo de que la chica quisiera saber lo de la adolescente así que se vistió y salió en dirección a la casa de la contraria. Al llevar pasaba de la una de la madrugada, pero no le importó, la chica lo había despertado a él así que él haría lo mismo. Tocó el timbre una y otra vez hasta que la joven respondió y le abrió la puerta de edificio.

—¿Qué haces aquí? 

Mejor que el Vicodin (Gregory House y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora