Mejor que el Vicodin (Gregory House y tú)

Acusación

Los días pasaron y el incidente en el hospital se comenzó a olvidar, aunque Dianne no se había presentado en todo ese tiempo. Nadie entendía que había pasado con ella, pero suponían que no quería volver a ese lugar después de lo sucedido. Dianne apareció casi un mes después de lo que debía.

—Creí que te había despedido

Dijo House al verla entrar a la oficina

—Creí que habías muerto

Respondió la chica mientras se ponía su bata, se sentó en juntó a Chase y preguntó por el caso que estaban llevando  

—Un hombre cuyos síntomas no han mejorado desde que ingresó al hospital, hemos hecho 10 pruebas para metales pesados, pero todas son negativas

Dijo el cardiólogo

—¿Tiene esposa? ¿Está ella en el hospital? Si ha estado cerca de él tal vez ella sea la respuesta

Dijo la pelinegra mientras leía el expediente que Chase tenía en sus manos

—¿Qué insinúas?

Preguntó el rubio

—Digo que sus síntomas deberían mejorar con el tiempo que lleva aquí, pero parecen empeorar

Añadió la ojinegra

—Así que ella lo está envenenando o no son metales pesados

Dijo una doctora rubia y de ojos azules que Dianne no conocía

—No entran por el aire o la comida, entran en él si alguien los mete en su cuerpo y la única forma de averiguar qué es lo que ella está rociando en su comida es investigarla

Dijo Dianne mientras volteaba a verla  

—No pienso acusar a una mujer de intentar asesinar a su esposo basándome en una teoría conspirativa  

Respondió ofendida la rubia  

—Es la única explicación ¿Queda alguna posibilidad?

Dijo Dianne mientras volvía la mirada al expediente

—Si

Añadió la ojiazul

—Le dieron tratamiento para lupus ¿Respondió?

Comentó Blackwell

—Solo lleva ahí unas horas

Respondió la de cabello de oro

—No ha respondido porque no es lupus. No son alergias, esclerosis, artritis o sarcoidosis, ella es todo lo que nos queda

Dijo Dianne mientras volteaba a ver a House

—Bien, ¿Qué esperas? Ve a investigarla, está en la sala de espera  

Dijo House. Dianne salió en dirección al lugar. Al llegar se encontró con una mujer rubia vestida de negro

—Hola, soy la doctora Blackwell, ¿le importaría si reviso su bolso?

—¿Por qué?

—Porque necesito revisarlo y a usted para encontrar lo que usa para envenenar a su esposo  

—¿Por qué querría lastimar a mi esposo?

—Entonces no le importará que revise  

—Adelante  

Respondió la mujer entregándole el bolso, Dianne lo tomó y comenzó a revisar sin encontrar nada