Mejor que el Vicodin (Gregory House y tú)

No me arrepentiré

Dianne, a pesar de lo mucho que deseaba que Gregory la tomara ahí mismo su orgullo podía ser más fuerte, o eso solía creer. "Entonces... ¿Esos jugosos labios no dirán nada?" Dijo el hombre mientras se alejaba "¡Por favor!" Imploró la joven "¿Por favor qué?" Añadió House mientras con su mano izquierda acariciaba su boca y bajaba por el cuello hasta posarse en los senos de la misma, magreando los mismos con lentitud haciendo que la joven perdiera el poco autocontrol "¡Por favor fóllame House!" Gritó Blackwell mientras su paciencia comenzaba a acabarse "Perdona, no te escuché" Añadió el hombre con sarcasmo "¡QUIERO QUE ME FOLLES! Quiero que me des el mejor orgasmo de mi vida" Respondió la de cabello azabache. House no lo dudó ni un segundo para robar un beso que terminó en un gemido por la mano que comenzaba a vagar haciendo círculos sobre el clítoris de la contraria.

La joven intentaba no hacer ruido, no le daría ese placer a un hombre como House.

En medio del sensual momento Dianne recordó a la rubia del estacionamiento alejando de una patada al mayor. "¿Qué?" Exclamó el mismo con sorpresa

-No vas a revolcarte conmigo para quitarte las ganas de acostarte con la rubia

Respondió Backwell

-¿Para quitarme las ganas? Blackwell, la rubia era el desfogue que necesitaba después de conocer a una cirujana más necia que yo.

Añadió House mientras volvía a acercarse a la contraria. Dianne y House volvieron a fundirse en un beso que desbordaba odio por parte de la menor.

House paseó sus manos por la cintura ajena tomando el borde de la sudadera para después quitarla. Los dos quitaban las prendas contrarias con desesperación. Greg puso a la contraria encima de su propio cuerpo dando a la chica total libertad de hacer lo que le plazca.

Y así lo hizo, comenzó a frotar su intimidad contra el abultado pene del opuesto.