Mejor que el Vicodin (Gregory House y tú)

Lasciva en el consultorio 6

Después de una reprimenda por parte de Dianne y varios minutos de besos y caricias desenfrenadas; Dianne estaba recostada en la cama de exploración con Gregory sobre ella, besándola, acariciándola y diciéndole lo hermosa que se veía entre un montón de otras obscenidades.

El nefrólogo le quitó la bata y blusa a Dianne y comenzaba a desesperadamente desabrochar el sujetador con la misma

—¿Necesitas ayuda anciano?

Habló la cirujana con una risita que enfadó al nefrólogo, el cual tomó unas tijeras del cajón y cortó el sujetador

—¡Oye! Ese sujetador me gustaba mucho

Gregory hizo caso omiso a las palabras de la chica, admiraba los senos de Dianne, el tamaño era perfecto, lo envolvió con su mano y comenzó a apretarlo suavemente. Con la mano contraria rozaba suavemente el pezón de la chica haciéndola estremecer, lo metió en su boca y comenzó a succionar un poco mordiéndolo suavemente; la respiración de Dianne se agitaba

House bajó su diestra hasta llegar al borde de los jeans de Dianne, los cuales comenzó a desabrochar. Quitó el pantalón por completo y admiró el cuerpo casi desnudo de la joven cirujana

—Lo sabía, son las rojas

Señaló el nefrólogo. Metió una mano en cada lateral, separó un poco y las quitó cuidadosamente guardándolas en su mochila

—¿Vas a conservarlas? Que pervertido

Mencionó Dianne quedando completamente desnuda. Gregory no contestó, acariciaba suavemente el cuerpo de la chica, besando cada centímetro de piel provocando que la chica se estremezca. Separó las piernas de la chica apoyándolos en los soportes utilizados en exploraciones ginecológicas. Comenzó a lamer los húmedos pliegues de la vagina de la chica, delineando la entrada con su lengua. La intimidad de la menor se humedecía cada vez más

—Levántate, rápido

Indicó House mientras se desabrochaba los pantalones dejando ver unos bóxers de color vino que marcaban la palpitante erección. Dianne se puso de rodillas frente a él, besó el ombligo y bajó por el camino de vellos hasta llegar al pubis, subió las manos y bajó con desesperación su bóxer, liberándolo. Lo tomó entre sus manos, estaba caliente y palpitante.

Pasó la lengua por el glande y abrazó la punta con sus labios, un jadeo de placer salió de la boca del nefrólogo inundando la habitación, la lengua recorrió su longitud con lentitud y poco a poco metió la mayor parte del miembro en su boca.

House empujó la cabeza de la chica haciéndola llegar hasta la base, la punta tocaba su paladar blando por lo que lágrimas llenaron sus ojos.

De arriba hacia abajo y viceversa, los labios de la cirujana le hacían el mejor oral que había experimentado, sintió el cosquilleo y se apartó de la joven doctora para correrse en su cara.

El aliento caliente y la respiración agitada se juntaron con la mueca de placer que sintió House "Dianne" gimió el mayor mientras echaba la cabeza hacia atrás

—Eres magnífica

Gruñó House mientras apoyaba el cuerpo ajeno contra la camilla de exploración.