Control Twitch [EN REVISIÓN]

8

Roberto recibe una llamada en la madrugada.

- Hola? Se temía lo peor, las llamadas en la madrugada nunca significan algo bueno.

- Roberto! Que bueno que me contestas! Habló atropelladamente.

- Roier? Todo bien? Que pasó? Se sienta de golpe en la cama.

- El hacker me mandó mensaje. Perdón por despertarte pero no podía contactarme con nadie más. De repente su voz bajó casi hasta llegar a un susurro.

- Por?

- Aldo tiene sus propios problemas. Osvaldo y Rivers estoy seguro que tienen otras cosas que resolver y Bueno... pensé en llamarte.

- Y no pudiste esperar a la mañana?

- Ay si... perdón. Te marco después entonces... Dijo tímidamente.

- No. Ya me despertaste. Que pasó? Que te dijo? Rasca sus ojos con pereza.

- Me mandó mi video.

- Verga. Te amenazó o algo así?

- No exactamente. No me dio instrucciones ni nada.

- Que raro.

- Ya se. No se que hacer.

- Mira, vamos a hacer algo. Mañana por la tarde nos reunimos para hablar de todo esto. Está bien? Es que ahorita estoy medio dormido y no puedo pensar bien.

- Ok. Está bien. Solo una cosa. No invites a Quackity porfa.

- A chinga. Por qué? Arrugó las cejas confundido.

- Hablé con él. Si sigue así se va a hundir más. Hay que dejar que se calme solo.

- Ok?... Bueno, nos vemos mañana.

- Bye.

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La llamada había comenzado.

- Hola chicos. Molly saludó contenta.

- Hola Molly. Ari y Ama le regresaron el saludo.

- A que se debe la reunión? Barca entra en la llamada junto con Alana.

- Tenemos que detener al hacker. Y para detenerlo tenemos que saber quien es primero. Roberto habló.

- A huevo. Roberto Trejo ha vuelto. Juan se sentó junto a su esposa.

- Podemos llamar a ésta reunión "Las pistas de Roberto"? Barca siguió con la broma.

- Puedo ser el perro? Vicky llegó junto con Nuvia.

- Oye no Vicky. Pido primis. Yo quiero ser la perra de Roberto. Molly respondió.

- Molly! Rocío la regañó. Roberto se cubrió la cara para reír.

- Ay lo chiviaste wey! Aldo se atrevió a hablar por fin.

- Aldo. Que bueno que estás aquí. Juan lo saludó.

- Si, no pensé que fueras a venir. Roberto miró de nuevo al frente.