-Podemos subir, hay habitaciones arriba —digo mirándole a los ojos.
Me agarra una mano y tira de mí hacia las escaleras, pasamos por el pasillo que da a las habitaciones y entramos en la que está al final del todo. Cuando cierro la puerta y echo la cerradura, nos miramos fijamente.
-¿Estás segura? —pregunta Evan tocándome la cara.
-Del todo —respondo lanzándome hacia sus labios.
Después de algunos besos, comienzo a quitarle la ropa lentamente, escucho algunos jadeos y él también me la quita. Nos tumbamos en la cama y nuestras bocas se vuelven a unir, esta vez con más presión y velocidad. Evan roza mis muslos y aprieta mis caderas haciendo que nuestros cuerpos entren en calor, y entonces siento que es el momento. Cada roce hace que se activen todos los nervios de mi piel. No puedo evitar soltar algunos gritos placenteros. Pasamos horas en la habitación, hablando, besándonos, tocándonos…
De repente suena la puerta.
-Debe salir inmediatamente, Lili la está buscando —dice alguien desde el otro lado.
Evan no sabe de quién se trata, pero yo sí, es Manny quien me ha advertido.
-Debemos volver a palacio —dice él.
-Si —digo algo decepcionada.
-Te quiero.
Su confesión hace que el corazón me de un vuelco y no puedo quitarle los ojos de encima.
-Yo también te quiero —respondo sinceramente causando una gran sonrisa en él.
Recogemos la ropa y nos preparamos para volver, cada uno por separado.
Nos despedimos con un beso y bajo yo antes con algunos minutos de diferencia.
-Abi, ¿qué hacías ahí arriba? —pregunta Lili mientras vamos hacia el coche.
-Me he empezado a encontrar mal y Manny me ha dejado una habitación para descansar.
Lili no responde, pero sé que no se ha creído mi excusa.Al llegar a Palacio, no veo a Evan, así que todavía debe tardar en llegar. Decido irme a dormir.
.
Cada día de las siguientes semanas, Evan y yo nos amamos más y más. Cada día, un nuevo narciso, cada día horas y horas juntos. Hasta que unos de estos, descubro algo que cambiará mi vida.
-Estoy embarazada —le anuncio a Evan.
Estamos sentados en la cama, es por la mañana y hemos dormido juntos.
-¿Qué? —dice muy confundido. Cuando lo procesa, forma una preciosa sonrisa de alegría y brotan algunas lágrimas de sus ojos.— ¡Es genial!
Se acerca a rodearme con sus brazos y no para de agradecerme.
-¿Estás feliz?
-Esto es lo mejor que me ha podido pasar en la vida, tú y yo criando a un niño o una niña valiente.
-Evan, recuerda quienes somos —digo sabiendo que jamás nos dejarían ser felices con nuestro hijo o hija.— Deseo con todas mis fuerzas poder tener esa vida que tanto queremos, pero la única forma de conseguirlo es huir de aquí.
-¿Quieres huir a otro lugar?¿Dejar la realeza?
-Yo nunca quise esta vida, lo sabes.
-Nos vamos esta noche, estamos a sábado, tu madre no sospechará.
Sonrío imaginando la vida que vamos a poder tener.
-Esta noche entonces.
Evan vuelve a su puesto de trabajo y yo recojo algunas cosas esenciales que necesitaré para nuestra huida.El día avanza completamente normal, salvo que hace algunas horas que no veo a Evan, es raro que se ausente de su puesto, salvo que algún superior se lo ordene.
Cuando llega la hora de salir, Lili viene a mi habitación.
-Hoy no tengo ganas de salir al club Lili.
-¿Ocurre algo que quieras contarme?
-No ocurre nada, solo estoy cansada.
Cuando ella se va, abro la puerta del vestidor y bajo por las escaleras ocultas. Entonces, mi intuición me dice que algo anda mal, porque Evan no está allí. Cuando doy algunos pasos un extraño olor a quemado entra en mis fosas nasales. <<Los narcisos>>. La bolsa de ropa se me cae al suelo por la gran sorpresa que me he llevado, el jardín de narcisos está en llamas, alguien lo ha quemado. En ese momento un pensamiento pasa por mi cabeza. <<Evan>>. Corro rápidamente hacia el centro del jardín, llorando como si de ríos se tratase.
-Mira quién se digna a aparecer —dice Lili.
Ella está allí, junto a mi madre, las dos se ven enfadadas, pero con un destello de venganza. Entonces me doy cuenta que ellas lo saben, y que no hay salvación para Evan.
-¿Cómo lo habéis sabido?
-Esta mañana he ido a llevarte el desayuno, sólo que en su lugar, me puse a escuchar la conversación que tuviste con él, aquella en la que le decías que estás embarazada de él —confiesa Lili.
-¿Por qué lo has hecho?¿Por qué se lo has contado?
-Porque ibas a tener lo que yo he querido toda mi vida, y si tu te ibas, yo me quedaría en la calle, sin ningún futuro.
-¿Lo has hecho por envidia?¡Por envidia!
-Ya no hay vuelta atrás cariño, ya está hecho —dice mi madre mientras se acerca a mí y me limpia las lágrimas.
-Lo habéis matado, habéis matado al amor de mi vida.
![](https://img.wattpad.com/cover/347927613-288-k535638.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El Trato Real
RomanceEsta es una breve historia sobre dos enamorados que tuvieron un final trágico debido a las normas de la realeza.