IZUKU
El plano terrenal era de lo más sorprendente y los Omegas mortales desprendian un sabor bastante apetitoso.
--¡Esto es el paraíso! --exclame con euforia dando vueltas sin parar.
De un momento a otro mi vista se posó en una hermosa Omega terrenal. Su cuerpo se veía bastante llamativo con aquel vestido que llevaba ceñido al cuerpo.
Mi virilidad intacta gorgoreaba desde lo más profundo de mi ser y captando el dulce y apetitoso aroma de sus feromonas, estalle autoconvenciendome para cortejarla.
--Muy buenas noches mi bella dama --la salude inclinandome gracialmente para besar su mano.
Era un inexperto en el tema de la fornicación pero la seducción era mi más grande fortaleza. Eva había sido un claro ejemplo de esto, pues la estúpida mujer se dejó envolver por mis encantos para comer un fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal.
La tentación y pecado de Eva había sido una venganza bastante elaborada, el viejo me lo debía, era lo menos que podía hacer para vengarme y solo el sabía el motivo que me orillo para cometer esa imprudencia.
--Buenas noches, mi apuesto caballero --contesto la hermosa castaña con una sonrisa coqueta en el rostro.
--¿Puedo acompañarla a beber una copa? --le pregunté alterando (sin que sus mortales oídos lo notarán) la frecuencia de mi voz.
--Adelante, me sentiría sumamente alagada si un apuesto caballero como usted me hace compañía --respondió ella mientras le daba un sorbo a su copa.
La noche transcurrió y notando el efecto que la bebida hizo en la chica, sabía que era el momento adecuado para convencerla y llevarmela a la cama.
--Izuku, Izuku... --murmuro Ochako al captar el aroma potente de mi testosterona. Estaba siendo susceptible hacia mi y de un momento a otro comenzó a restregarse en mi brazo.
--¿Que sucede querida? --pregunte sin inmutarne.
Sabía que había dado resultado, padre era consciente sobre esto y era una de las razones principales por las que me aprisiono en el infierno, había cometido un fatidico error, uno que jamás tendría reversión.
--Tengo... Tengo mucho calor --susurro Ochako sesando sin parar.
--¿Ah, si? --le pregunté con una sonrisa burlona en la cara.
--Ayudame, ayudame por favor.
--¿Cómo quieres que te ayude mi bella dama? --la cuestione esperando su respuesta.
--aah, aah.. --sus debiles gemidos fueron susceptibles para mi, ya había conseguido a mi primera presa y poniéndo manos a la obra la cargue entre mis brazos.
Siempre me había sentido bastante interesado en las creaciones de mi padre, eran seres pecadores bastante interesantes. Muchos de ellos mantenían los pecados caracteristicos dentro de si, pero había uno que más fascinaba y era la lujuria tan extrema a la podían llegar.
Eso me volvía loco, me desenfrenaba a lo grande, muchas veces (antes de ser tan lujurioso) desee la libertad para encontrar un Omega a mi altura, pero con las severas restricciones de mi padre, los deseos carnales dentro de mi se fueron acumulando hasta que un día estallaron cual bomba nuclear.
Esto era el inicio de algo nuevo, de un legado mío que dominaría por completo a la tierra. Las omegas mortales cargarían en su vientre la semilla que les ingertare. Todas y cada una de estas tendrán a mis sucesores, a mi linaje, un linaje que gobernará este planeta, superando por completo a los débiles y patéticos angelitos de mi padre.
Todo marchaba a la perfección y saliendo de aquel bar, planeaba llevar a Ochako aún lugar que fuera más cómodo e íntimo para copular, pero una voz (que conocía a la perfección) me saco de la nube rosa en la que estaba divagando.
--¿Vas a alguna parte, Lucifer?
--Hola Kacchan (Miguel) me alegra verte de nuevo... --susurre posando mi vista en mi receptor.
El Ángel que fue mi primer amor estaba delante de mi. A simple vista lucía como un omega ordinario, pero los ojos humanos no poseeian la capacidad para notar la pureza y esplendor de los seres divinos.
Las hermosas y magníficas alas de Katsuki (Miguel) eran invisibles para los omegas mundanos, pero para mis glóbulos oculares eran las cosas más lindas y hermosas que había apreciado.
--No puedo decir lo mismo... --contesto apriximandose hasta mi.
En ese momento, aprecie los movimientos de Katsuki, era tan bello y sublime que nuevamente las inseguridades me invadian y eso no me gustaba por qué yo era el que siempre tenía el control sobre la situación.
--¿En que puedo ayudarte, Kacchan? --le pregunté sin borrar la sonrisa de mi rostro. Estaba tratando de ocultar mi nerviosismo, y gracias a la eterna oscuridad de mi ser lo había conseguido.
Sabía el motivo de su presencia, lo sabía a la perfección, pero era divertido hacerlo enojar.
--No te hagas el tonto y devuélveme a esa Omega mortal de inmediato --me exigió con un tono de voz sumamente autoritario.
La diferencia de nuestras estaturas era bastante obvia y mientras el media 1.70 yo lo superaba teniendo como estatura 2.00.
--No, no te la daré. --conteste dándole la espalda --ella será la primera mujer mortal que gozaré, así que dile a mi padre que me deje vivir mi vida en paz. --finalice mientras comenzaba a caminar.
Kacchan era terco por naturaleza y haciendo uso de sus alas intangibles, voló para posarse delante de mi.
--Esto no es gracioso, suelta a la mujer. --repitio por segunda vez.
La fiereza de su mirada no tardo en remarcarse, ya habían pasado varios siglos desde que perdí el interés hacia él. Toda la pasión que alguna vez le profece se había "esfumado", pero nuevamente estaba brotando dentro de mi, golpeando con fuerza a mi ser para recalcarme en la cara que esto jamás desapareció.
--No, no la voy a soltar, ella será mía --musite aferrandome con más fuerza a la pequeña anatomía de Ochaco.
Aquella castaña había pasado a segundo término para mí, y ahora mi objetivo principal era el bello ángelito que estaba frente a mi.
--Escucha... Padre me ha mandado para darte un mensaje de suma importancia.
--¿Asi?, ¿y cuál es ese mensaje? --le pregunte con curiosidad.
--Padre a accedido a tu petición... El cumplirá lo que deseas.
--¿No es una trampa para volver aprisionarme?
--No lo es, pronto se te asignará un compañero Omega, pero para llegar aún cuerdo mutuo a solicitado tu presencia.
La desesperación del viejo era más que evidente, le urgía estabilizar la balanza y con eso a mi favor, desarrolle la idea más ingeniosa que he tenido a lo largo de mi existencia.
--Bien... Tú ganas, toma, te devuelvo a la mujer --respondi dándole a Ochako para que se encargará de la situación.
--Ve al palacio central, allí padre te estará esperando --finalizo Kacchan desplegando sus alas intangibles para llevar a Ochako a su hogar.
Verlo emprender su vuelo, acabo de convencerme y si el viejo quería equilatar esa absurda balanza lo haria cumpliendo mis caprichos.
Continuará
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EL DIABLO BUSCA PAREJA 😈🔥 - 💚DEKUKATSU🧡
FanfictionCada 100 años, Izuku rey del infierno siente la necesidad de copular, tener una pareja que satisfaga sus impulsos carnales, pero este deseo siempre es rechazado por dios, dejándolo en una incontinencia severa. El príncipe del infierno ya no lo sopor...