EL DIABLO BUSCA PAREJA 😈🔥 - 💚DEKUKATSU🧡

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IZUKU

Padre me había convocado a una reunión, quería charlar conmigo, era algo de extrema urgencia y sin perder el tiempo, me presenté ante el.

Me preocupaba que esa charla tuviera que ver con mi lindo Angelito. La angustia me atormentaba por completo y caminando por los bastos pasillos de su palacio llegué hasta los aposentos principales donde residía.

--Hola padre --lo saludé con una sonrisa traviesa tomando asiento frente a él.

--Hola Lucifer (Izuku) --me saludo cordialmente.

Su semblante denotaba extrema aflicción, algo no andaba bien, padre era un ser sumamente caracterizado por irradiar paz y felicidad, pero sentir la desolación y tristeza en su aura era indicio de un mal presagio.

--¿A qué se debe está reunión?, ¿ha pasado algo malo? --pregunte directamente.

--Lucifer... Katsuki (Miguel) ha accedido a esto.

--D-¿De verdad? --pregunte tartamudeando un poco, estaba tan sorprendido que mi corazón brincoteaba de la felicidad.

--Si, ha accedido a qué lo cortejes, pero dejo en claro una situación.

--¿Cuál?

--Que no iba a dejar que lo sometas como tú objeto sexual.

--¿¡Que!?

--Eso fue lo que declaró --expreso mi padre suspirando con pesadez --ambos sabemos que no accederá por lo que sucedió en el pasado; aún sigue molesto, lleno de resentimiento por el dolor que le causaste.

Sabía muy bien a qué se refería mi padre, pero la verdad era otra, no era la que Katsuki (Miguel) se había formulado, había una explicación lógica y aunque muchas veces trate de decirle se negaba a escucharme.

--¿Que yo cause? Tú más que nadie sabe la verdad padre, sabes que lo que Katsuki (Miguel) piensa es erróneo.

--Lo se hijo, lo sé... --afirmo mi padre bajando la mirada con tristeza.

Muchas veces se había puesto sentimentalista por la ruptura de nuestra relación; en los cielos era reconocida como la más bella y perfecta pero gracias a la mala lengua de alguien mi bello angelito se alejo de mi.

--El motivo de tu caída no está relacionado con la decisión que Lilith tomo al abandonar a Adán. No se quién le hizo creer esto a Katsuki (Miguel) pero le causó un daño a largo tiempo. --declaro mi padre a favor de la verdad.

De todos los ángeles, siempre fui el más rebelde y obstinado. Las travesuras y ocurrencias que hacia durante mi estancia en el cielo eran para alegrarlo y de alguna manera eso me convirtió en su favorito y al que más amaba sobre todas las cosas. Me gustaba la sensación de ser su preferido, ya que nadie podía regañarme o imponer un castigo sobre mi. Era genial este poder hasta que un día surgió la magnífica idea de ser igual a él. Con el tiempo está ideología creció mucho más y reclutando un grupo de seguidores, me revele ante él. Aquel día había confesado la insatisfacción qué percibia en su forma de gobierno.

De manera sugerente (y para manipular a los demás) propuse un libre albedrio, uno en el que ya no estuvieramos regidos por una sola cabeza, uno en el que tuviéramos la oportunidad de escoger un líder, esto desató su irá y fue así como dio inicio a la guerra en los cielos.

Una en la que esa fastidiosa mujer se coló para dar por muerta su relación con Adán.

--No solo le causó daño a él... A mí también, quién haya hecho esto nos destrozó a los dos por completo --confese agachando levemente mi fisionomía.

--Izuku... --murmuro padre desconcertandome por completo, hace mucho tiempo que no me llamaba por mi nombre, era la primera vez en miles de siglos que no usaba el seudónimo de "Lucifer" en mi.

--¿Aún sigues con la misma idea? ¿En el tiempo que estuviste aprisionado no has recapacitado sobre tus errores? --inquirio con un deje de aflicción.

A pesar de la rebelión que elabore para derrocarlo jamás me guardo rencor, nunca lo hizo y eso era lo que más me cabreaba.

--Porque... ¡Porque no puedes odiarme! ¡Porque! ¡Porque! --proteste partiendo de un solo golpe la mesa que estaba frente a nosotros.

No entendía el concepto tan absurdo de su misericordia, de su amor, era raro para mí, algo indescriptible sin respuesta. Sabía claramente que lo que había hecho fue terrible, lo tenía a sabiendas pero nunca aceptaría mi error, jamás lo haría, porque implicaba perder mi orgullo.

--Por que eres mi hijo... Y por mucho mal que hayas hecho jamás te abandonaré, jamás te voy a desamparar. Si, eres el maligno, mi lado complementario para equilibrar esa balanza, pero eso no quita el hecho de que tú también eres mi hijo Lucifer, un hijo que aún sigo amando y esperando con todo el corazón.

--Pues te sugiero que ya no sigas esperando por mi --manifeste con indiferencia para abrir sus ojos a la realidad--. Yo no recapacitare, no te voy a dar ese gusto padre, jamas lo haré.

Era mejor ser franco, y no andar con rodeos, no podía negar el hecho de que extrañaba el cielo pero ya era demasiado tarde para mi, era cruel, tirano y despiadado, yo había sido el autor intelectual detrás de la creación de los 7 pecados capitales. Todos ellos residian dentro de mi, azotándo con fuerza mi vigoroso ser.

Pero el que residia mucho más era la lujuria, durante mi caída era un adolescente sin las remotas ganas de experimentar el deseo del coito, jamás lo habia pensado, nunca lo considere como una necesidad hasta que los cambios fisiológicos llegar a mi, tocando con fuerza la puerta, una puerta que desencadenó lo peor de mi, formando y moldeando mi actual personalidad, siendo conocido por todos como Lucifer (Izuku) príncipe y señor del infierno.

--Solo ayudame a conquistar a Katsuki y no te metas en temas tan profundos que jamás tendrán una respuesta, este soy yo y debes de aceptarlo, aceptarme cual soy.

--Estas bien... --murmuro con un aire de tristeza y melancolía.

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NARRADOR

Lucifer (Izuku) seguia enfrascado en su necedad, pero apesar de esto la deidad jamás perdería las esperanzas para que su amado hijo se arrepintiera, ahora lo más importante era apoyarlo para que Katsuki accedería a convertirse en su Omega.

"Voy a apoyarte hijo mío" --penso la deidad formulando varios planes, lo esencial era mantener el equilibrio de la balanza pero también estaba en juego la felicidad de Katsuki (Miguel) y Lucifer (Izuku) y no pararía hasta verlos felices, ya que muy en el fondo sabía que su amor era real.

Continuará...