Nuevo Uchiha | Harem

32. Madre

Ryo no sabía que debía esperar al lanzarse por el extraño pozo, después de todo se trataba de un mundo completamente nuevo en donde sus sentidos se agudizaron aún más que en su lugar natal.

Casi como si fuera más perceptivo en ese mundo, incluso era capaz de sentir más energías tanto buenas como malignas.

Al salir del pozo se encontró rodeado por muchísima vegetación, mientras que por otro lado la perla en sus manos brillaba con intensidad así que procedió a guardarla.

¿Quizás esa era una mala señal?

No lo sabía, sin embargo lo único que tenía claro era que debía encontrar respuestas rápido si quería salvar a su madre.

Así que con decisión se dirigió hacía las auras más cercanas, parecía ser un grupo de personas, todos concentrados en un mismo lugar.

Caminó entre el bosque por un rato, sintiendo las auras cada vez más cerca. Hasta llegar a un claro en donde observó con detenimiento a todas las personas, entre ellas se encontraban sus conocidos de Konoha, su padre y tío.

Habían muchos rostros totalmente desconocidos.

Pero lo más que llamó su atención fue el extraño hombre con orejas de perro que discutía con otro hombre el cual poseía una cola.

Eran muy parecidos a las descripciones que su madre le daba cuando le contaba algunas historias para dormir.

"¡Ninguno es competente para protegerla!" discutía el de vestimenta roja.

Todos estaban reunidos planeando una estrategia para rescatar a Kagome, estaban al tanto de casi todo pero aún no tenían claro en donde estaba cautiva por lo cual la situación era delicada.

"¿Acaso tú eres más capaz?" "¿Te recuerdo quién le hizo sufrir por una sacerdotisa muerta?" preguntó el de coleta con ironía.

Los Uchihas observaban la interacción con interés, debían admitir que era gracioso verlos pelearse por Kagome.

Ella ya les pertenecía.

"Y aquí vamos de nuevo" resopló un hombre con vestimenta púrpura observándolos con desaprobación.

"Aunque debo estar de acuerdo con el joven Koga" añadió Sango en un tono bajo.

"Siempre son así?" preguntó Jiraiya con intriga.

Sango y Miroku asintieron en respuesta.

"Siempre que se trata de la señorita Kagome ellos reaccionan de esa manera" comentó el monje suspirando.

"Supongo que deben estar muy enamorados. Quien lo diría, Kagome es capaz de enamorar hasta a los demonios" agregó Kakashi con diversión.

"Mamá siempre atrae al tipo equivocado" esta vez habló Shippo moviendo su pequeña cabecita de lado a lado.

"¡¿Mamá?!" exclamaron todos los shinobi atónitos.

"Madre adoptiva pequeño Shippo" corrigió Miroku con una leve risita.

Todos suspiraron aliviados.

Mientras que ellos tenían esa pequeña charla, ambos demonios continuaban discutiendo.

"Si fueras más capaz que el resto ella no te habría rechazado después de tu estupidez" "Solo un tonto como tú dejaría a una mujer como Kagome" refutó el lobo.

La furia invadió el rostro de Inuyasha, estaban por continuar su discusión, sin embargo un nuevo olor en el lugar lo detuvo.

El de cabellos blancos volteó a ver entre los árboles cercanos, encontrándose con una pequeña figura.