Nuevo Uchiha | Harem

45. Cambiar

|Día siguiente: Afueras de Konoha|

Dos hombres se encontraban en un lugar oculto en lo profundo del oscuro bosque, uno de ellos sentado en lo que parecía ser un trono mientras que el otro permanecía de pie.

"Ella es más interesante de lo pensé..." musitó Madara.

Obito asintió de acuerdo, ciertamente la joven miko era una mujer intrigante en muchos aspectos. Por tal razón se había interesado en ella en primer lugar, su increíble demostración de poder le había dejado claro que la necesitaba en sus planes.

Seguramente ella podría controlar a las bestias con cola sin problemas y eso era justo lo que necesitaba.

"Nos será muy útil para nuestros planes" comentó el enmascarado con una sonrisa ladeada.

"No" soltó repentinamente el mayor.

El rostro de enmascarado se tornó en confusión mientras que miraba a Madara esperando una repuesta.

"¿No?" repitió confundido.

"Ella podría servir para algo mucho mejor que eso...créeme definitivamente mejor...además está embarazada" reveló el de cabellos largos con una sonrisa ladeada.

Ante tal revelación los ojos de Obito se ampliaron con sorpresa. Sabía que esta tenía un hijo pequeño pero no sabía que estaba embarazada, que curiosa novedad.

"Y estoy casi seguro de que ese niño es de Itachi...deberías ver como los demás le miran...ella es intrigante" comentó recordando las miradas que los otros Uchihas le dirigían a la azabache.

"¿Entonces quizás deba darle una visita personalmente?" cuestionó Obito con una sonrisa ladeada plasmada a través de su máscara.

Madara asintió.

No tenía palabras para expresar lo interesante que le parecía Kagome, así que la mejor manera de que Obito pudiese comprenderlo sería el mismo aventurándose y interactuando con ella.

|Distrito Uchiha: En la mañana|

El lugar lucía relativamente normal, la brisa fresca de la cálida mañana azotaba el lugar con gentileza. Todo parecía estar en paz, había un silencio reconfortante que inundaba gran parte del lugar.

Excepto un lugar específico.

"¡No soy una niña pequeña!" exclamó la miko con indignación.

Kagome lucía furiosa mientras era sacada de la habitación estilo nupcial por cierto hombre de cabellos platinados.

El Akatsuki observaba tal escena con sorpresa, puesto que el estoico y frío hombre que habían visto alguna vez convertirse en una gran bestia se encontraba ahora cargando a la joven de cabellos negros quien refutaba molesta.

Los Uchihas observaban con diversión, su pequeño hijo soltó una risita.

"Este Sesshomaru no acepta quejas sin sentido, cuidarte junto a tus cachorros es la prioridad" fueron las frías palabras del lord quien ignoró sus quejas y continuó su camino.